Cincuenta y cuatro; La reunión

2.9K 225 47
                                    

Cuando el timbre de casa de Faith sonó me levanté del sofá, acomodando bien el bolso sobre mi hombro y cogiendo la pequeña bolsa que había dejado aparte antes de dirigirme hacia la entrada de la casa para poder abrir la puerta.

—Hey. —Jordan me sonrió en cuanto me vio.

—Hola. —Yo también sonreí, aunque más levemente y me acerqué a él para abrazarle.

—¿Cómo estás? —Se interesó mi guardaespaldas cuando yo me giré para cerrar la puerta con llave.

—Bueno... —Me volví hacia él de nuevo— Estoy algo nerviosa, la verdad —admití con una tímida sonrisa.

—Hoy solo vamos a reunirnos con los abogados para hablar de cuatro cosas, así que no tienes que preocuparte —Negó con la cabeza—. Rick y yo estaremos allí, puedes estar tranquila. —Me aseguró.

—Gracias. —Le dije aún sin borrar mi sonrisa.

—Va, entremos al coche. —Me animó pasando su brazo por encima de mis hombros.

Yo asentí y me dejé guiar por él hasta la puerta del copiloto, que él mismo abrió para mí, gesto que le agradecí brevemente antes de subir al coche.

—Rick nos espera allí, ¿verdad? —pregunté cuando Jordan había ocupado ya el asiento del conductor.

—Eso me ha dicho. —Asintió él.

—De acuerdo —Yo asentí también y dirigí mi vista hacia la ventana momentáneamente, mientras él arrancaba—. ¿Tú cómo estás? ¿El vuelo fue bien? —Le miré de nuevo.

—Siempre se viaja bien en primera clase. —Me guiñó un ojo y yo reí.

—¿Y qué hay de tu tiempo en Nueva York? —Me acomodé algo mejor en el asiento.

El viaje hasta donde nos reuniríamos era algo largo y el tráfico de la ciudad no ayudaba nada, así que podríamos aprovechar para ponernos al día. Obviamente había mantenido el contacto con Jordan cuando él se había ido de Houston, aunque no hablábamos a diario. Aún así él se había preocupado por mi estado en todo momento y rara era la semana en la que no nos mensajeábamos tres o cuatro veces.

—Genial. —Una amplia sonrisa tiró de sus labios, contagiándome.

—Me alegra escuchar eso —admití.

—Gracias por haber dejado que fuese —dijo, pero yo me apresuré a negar con la cabeza.

—Era tonto seguir reteniéndote en Houston cuando apenas te necesitaba allí y podías aprovechar ese tiempo para estar con tu familia o Addison —Me encogí de hombros—. Además, tampoco quería que terminases amargándote como yo. —Medio bromeé, pero Jordan agitó la cabeza.

—No digas eso.

—Tranquilo, solo bromeaba. —Le sonreí.

—Cuando me fui estabas ya bastante bien —Me recordó y me miró de reojo—. Y ahora parece que estás aún mejor.

—Gracias —Amplié mi sonrisa—. He trabajado mucho con Laura y he hecho todos los ejercicios que ella me ha ido pidiendo.

—Se nota. —Asintió él, con su vista fija en la carretera.

—Y bueno, creo que el estar aquí es todo un reto —admití mirando la ciudad a través de la ventana.

—Y lo has superado.

—Lo estoy superando —Le corregí—. Ahora viene la parte más complicada —murmuré, aunque Jordan me escuchó perfectamente.

—Poco a poco, Blair —Me recordó—. Todavía quedan un par de semanas, las reuniones con los abogados son para abordar el tema con tranquilidad.

All These Years • jb [3]Where stories live. Discover now