3. Ella volverá

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La mañana parecía ser más tranquila que de costumbre, Rosé se despertó increíblemente feliz luego de leer la carta y amanecer junto a sus dos pequeños a su lado. El hecho de que Nayeon viniera le emocionaba bastante, era su amiga hace dos años y por fin podría ver su rostro. De alguna forma esa amistad le sirvió mucho para los momentos más tristes, conversaban absolutamente de todo por esas cartas, cada secreto, cada sentimiento, todo lo que se podía imaginar. El grado confianza que logro adquirir con ella era envidiable, podía decir con firmeza que Nayeon es una de sus mejores amigas.

—Buenos días su majestad— la voz de Jisoo y Jiwoo desde la puerta la hizo salirse de sus pensamientos.

—Buenos días a ambas— contesto en voz baja para no despertar a Hyunjin y Yeji. —Iré a prepararme— anuncio levantándose de la cama. —Jisoo, ¿Está todo listo para recibir a las nuevas sirvientas? — pregunto, la mayor asintió con tranquilidad. —Bien, Jiwoo quiero que prepares a los príncipes para que vayan a la casa de la vida, por favor sírveles desayuno, no podré comer con ellos— ordeno. —En la tarde déjalos con Somin, necesito que me ayudes a reubicar a las esposas del rey. — Jiwoo asintió dirigiéndose hasta los príncipes para despertarlos.

—Amaneciste muy feliz— comento Jisoo con una sonrisa. —¿Se puede saber porque? — Rosé gacho su cabeza sonriendo.

—Se podrá dentro del día— respondió yendo hacia su closet para escoger un vestido purpura de lino. —¿Saben si Chanyeol está en pie?

—Sí, el rey está en la sala del trono hace mucho. Al parecer madrugo— respondió Jisoo seleccionando una de las pelucas de la tarima que proporcionaba al menos unas veinte pelucas negras con distintas decoraciones.

—Iré a verlo antes de ir al harén— comento Rosé con una sonrisa enorme terminando de acomodar su vestido. Jisoo le dio una corta mirada antes de soltar una ligera risa pues el ver el montón de cartas abiertas sobre la mesa de noche le dio un cierto indicio de que podía tratarse la felicidad de la reina.

Luego de terminar de arreglarse con propiedad, la reina fue inmediatamente a la sala del trono a contarle la buena noticia a Chanyeol, luego de todos los años que han pasado el chico se convirtió en su mejor amigo y confidente, el sabia más que nadie todo lo ha pasado en este tiempo, todo su sufrimiento y lágrimas, pues sabía perfectamente cuál era el motivo de sus penurias.

—¡Rosé! — exclamo el rey verla entrar prácticamente corriendo al lugar. —¿Por qué corres a esta hora de la mañana? — pregunto con una risa.

—¿Hay alguna razón por la que no hacerlo? — respondió Rosé.

—¿Qué? — dijo Chanyeol soltando una carcajada. —Hoy será uno de los días más ocupados de este mes, no entiendo tu punto— Rosé soltó una risa mientras se dirigía a su trono a un lado del chico.

—Estoy muy feliz— dijo tomando la copa que el sirviente le ofrecía a su lado.

—Así veo, ¿Qué pasó?

—Se trata de Nayeon— respondió aumentando aún más su sonrisa, Chanyeol ladeo su cabeza esperando a que continuase. —Vendrá de visita al palacio— continuo, el rey trato de hacer lo posible por mantener su rostro con la misma expresión. —Se quedará por unos meses aquí y...¡Al fin podre conocerla! — termino por decir. Chanyeol le dio una ligera sonrisa antes de beber de su copa.

—Eso es genial...— contesto soltando un suspiro. Rosé frunció el ceño ante eso.

—Sabes, tengo pensado ir con los niños a visitar la tumba de Joy— cambio de tema drásticamente. —Hace mucho que no vamos— Chanyeol gacho su cabeza fijando su miraba en la copa que movía circularmente como si estuviera mezclando algo.

Into The Nile; CHAENNIEWhere stories live. Discover now