Into The Nile; CHAENNIE

48. Lo hago por el recuerdo de Irene

La mente de Jennie estaba dividida, con toda la información que había recibido no sabía cómo sentirse respecto a Suzy, odiaba lo que había hecho y su muerte segura calmaba en algo su corazón de tía. Sin embargo, no podía evitar sentirse mal por el recuerdo de Irene, pues sabía cuánto amaba a su hermana. Sentía entre rabia, dolor y curiosidad ¿Por qué hizo todo eso? ¿Cómo logró escabullirse en el palacio? Pesé a todo eso, quería hablar con ella, necesitaba entender su situación antes de que fuera juzgada.

Estaba sentada en una de las bancas del jardín principal, con el anillo que tiene el nombre de Irene grabado en el. No sabía si servía de mucho en una ocasión así, pero si Suzy estaba buscando respuestas, ese anillo era lo único que podía ayudarle. Así como lo hizo con su pena hace unos años atrás.

—Princesa Jennie— habló uno de los guardias acercándose a ella. —Nos informan que una barca ha llegado desde Saqqara y espera su autorización para poder ser traídos al palacio— la morena frunció el ceño, no es como si hubiera solicitado a alguien desde allá.

—Um...está bien, ¿No sabes de quién se trata? — preguntó algo aturdida.

—Los soldados dicen que la persona se identificó como la suplente de la gobernadora, Mina— anunció, Jennie despertó de su trance al escuchar ese nombre.

—¿Mina está aquí? — se preguntó en voz baja. —E-esta bien, puedes dar autorización para que vengan al palacio- pidió dándole una corta sonrisa, el hombre asintió retirándose.

Luego de alrededor de una hora, Jennie seguía en el jardín pensando en qué hacer con toda la situación del momento, ni siquiera había ido a hablar con Rosé. Sabía que la reina se encontraba algo descontrolada con sus emociones debido a lo de Hyunjin.

Decidió volver a su habitación, dejó el anillo sobre la mesa de noche y se aventó en la cama observando el techo, eso hasta que escuchó la puerta abrirse y ver a Jihyo entrar.

—Princesa Jennie— habló con voz agitada, la morena se preocupó y se sentó en la orilla de la cama.

—¿Qué pasó? ¿Por qué estás tan agitada? — preguntó palmeando su lado para que se sentara con ella. Jihyo aceptó sin más mientras jugueteaba con sus dedos. —¿Ocurrió algo? — volvió a preguntar, la chica asintió.

—La princesa Nayeon...— habló mirando a Jennie de frente. —Está en el palacio con el rey de Nubia— anunció haciendo que la princesa desfigurara su rostro, además de todo lo que estaba ocurriendo se sumaba otro problema más.

—Que hará aquí esa loca— susurró.

—No lo sé princesa, pero, creo que sería sensato que tuviera más guardias custodiando su puerta— propuso. La morena asintió soltando un suspiro hondo.

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—Quiero tener todo listo para que el juicio de Suzy se haga esta misma tarde— pidió Rosé frente al consejo de sacerdotes, los hombres se miraron con curiosidad.

—Roseanne, creo que tenemos que evaluar un poco más la situación— comentó el sumo sacerdote haciendo que la reina sintiera su rabia subir.

—¿Evaluar? — preguntó alzando la voz. —¿Acaso hay algo más que evaluar? El rey fue quien encontró al príncipe con esa mujer— añadió. —¡Acaso Maat permitirá que evalúen esto más tiempo cuando todas las pruebas están más que claras! — gritó.

—Roseanne...— habló el sumo sacerdote.

—Nada de Roseanne padre— respondió dirigiéndose a él. —Quiero terminar con este tema lo más pronto posible y...