33. Fiesta de Opet III: Imhotep

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Cuando Jennie volvió a abrir sus ojos se encontró de lleno con Yeji quien parecía estar observándola con ímpetu, la morena soltó una ligera risa antes de quejarse, su cabeza dolía como mil infiernos e inmediatamente la tomó con sus manos. Estaba en una habitación desconocida, no reconocía el techo, ni la cama la que estaba repleta de amuletos por todos lados alrededor de su cuerpo.

—¡Hyunjin! — exclamó la pequeña animándose al ver a su tía reaccionar. —¡Hyunjin ven! — gritó de nuevo. El pequeño príncipe en cuestión llegó corriendo desde la parte trasera de la cama hasta su hermana.

—¿Qué pasa? — preguntó el niño, Yeji apuntó directamente hasta Jennie.

—¡Despertó! — exclamó con felicidad. Hyunjin dudo unos segundos, se acercó hasta la cabecera de la cama. Jennie volvió a cerrar sus ojos para jugar pese a que su sonrisa la delataba.

—No es cierto, esta dormida aún— dijo el chico. Yeji negó rápidamente.

—Está despierta, yo la vi abrir sus ojos— insistió la chica.

—Así es Hyunjin, estoy despierta— habló Jennie en dirección al niño. El pequeño se heló abriendo su boca con sorpresa para mirarla. La morena soltó una risa haciendo que el chico saltará de le felicidad.

—¡Jisoo! — grito el niño corriendo hacia la puerta del baño, en donde presumiblemente estaba la chica dentro. —¡Jisoo! — dijo nuevamente. Al ver que no salía fue hasta la puerta de la habitación. —¡Lisa! — exclamó, la chica en cuestión entro inmediatamente al lugar, seguramente estaba de guardia.

—¿Príncipe que ocurre? — preguntó la chica. El niño apuntó a la cama con emoción.

—Mi tía ya despertó— dijo. Lisa alzó la mirada para ver a Jennie haciendo una reverencia, se acercó lentamente hasta los pies de la cama.

—Princesa, que bueno que ya despertó, están todos muy preocupados— dijo la chica, Jennie soltó un quejido apoyándose en sus codos para poner su cabeza en la cabecera. —¿Quiere que traiga al sacerdote? — la morena negó.

—¿Puedes decirme en donde estoy? Estoy muy perdida— dijo con una risa.

—Está en Karnak, la trajeron a la residencia mientras la revisaban los médicos. Está es la habitación de la reina, ella pidió que la dejarán aquí...— Jennie frunció el ceño ante la información que recibía, a su vez que Jisoo salía del baño con rapidez para ir hasta donde estaban los demás. La chica se asombró al ver a Jennie despierta.

—¿Por qué todos se sorprenden tanto cuando me ven? — preguntó la princesa soltando una risa. Jisoo abrió su boca con sorpresa para mirar a Lisa.

—Cariño, por favor ve a buscar a los reyes y al sumo sacerdote, yo me quedaré con ella— pidió la mayor, Lisa asintió dándole una sonrisa a su novia y una reverencia a Jennie para salir.

Jennie seguía sin comprender la situación y estaba demasiado adolorida como para levantarse y descubrirlo por sí misma.

—¿Jisoo, podrías explicarme que es lo que me pasó? — preguntó la morena, la chica miró al piso antes de asentir.

—Bueno, aparentemente bebió una cerveza con alucinógenos, fue bastante grave porque la encontraron en el lago sagrado inconsciente— explicó, Jennie abrió sus ojos sin entender. —Estuvo dos días inconsciente en Luxor, por lo mismo la trajeron para acá para que pudieran examinarla con más cuidado. Lleva tres días en Karnak— continuo. Jennie arrugó aún más su rostro, ¿Cómo podía ser posible que llevará cinco días inconsciente y que se sintiera como una siesta normal? —La princesa Nayeon también estuvo afectada, pero no duro tanto, al parecer ella no bebió tanta cerveza como usted— dijo con una sonrisa, Jennie le dio una ligera sonrisa tratando de comprender. —Se investigando quien fue el responsable de esto— agregó. —Durante todos los días que estuvo aquí, la dama de Rosé, Suzy, estuvo a cargo de usted— Jennie frunció el ceño extrañada. —Ahora está descansando, se quedó toda la noche asegurándose de que estuviera bien— concluyó. Jennie terminó con más dudas que respuestas.

Into The Nile; CHAENNIEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora