24. ¿Esto es un castigo o un regalo?

923 175 137
                                    


Una vez llegaron a la casa de la vida Rosé se derrumbo en piso al ver el humo saliendo del edificio. Jennie se apresuró en tomarla para evitar que cayera. Y es que, entre todo el cansancio, el dolor en su pecho por sus hijos y la situación de estrés que estaba pasando sentía que se desmayaría en cualquier momento.

—Rosie levántate— susurró Jennie mientras agarraba su cintura y la mantenía apegada a ella. Los sirvientes que se juntaban allí miraban con algo de extrañeza y sorpresa el ver a la reina sin su peluca ni corona. Pero a Rosé no le podía importar menos, solo se mantenía mirando hacia la entrada de la escuela esperando a ver a sus hijos salir.

—¿En donde están? — pregunto en voz baja mientras sollozaba. Jennie se encargó de mirar hacia todos lados buscándolos, pero aún no estaban afuera. Había un grupo de niños junto a las mujeres del harén, entre ellas Yuju.

—¡Oye! — exclamó la princesa llamando a uno de los soldados. —¿En dónde están los príncipes?

—Aún no los logran sacar, estaban en una de las salas alejadas— explico el hombre con la cabeza gacha. Rosé comenzó a sentir que su cuerpo cedía al oírlo, todo lo que quería era correr adentro del edificio y sacarlos.

—¡Pues entonces ve inmediatamente! — grito. —¡Ellos debieron ser los primeros en salir! — agregó para volver su mirada a la menor. —Los sacarán ahora— dijo atrayéndola a un abrazo. Rosé solo pestañaba sin hacer nada, estaba en blanco, escuchaba los gritos de las mujeres que esperaban a sus hijos igual que ella, a los sacerdotes tratando de sacar a todos lo más rápido posible con ayuda de los soldados. Era lo más humillante, era la reina, pero no se atrevía a hacer nada, estaba tan consternada.

—Quiero entrar— le dijo a Jennie.

—¿Qué? Por supuesto que no, es peligroso, deja que ellos se encarguen. Chanyeol debe venir en camino, el acelerara todo— explicó. Rosé comenzó toma su pecho con fuerza mientras se aferraba a Jennie.

—Es que no sé que hacer. Mis hijos...— agregó explotando en llanto. Jennie apretó aún más su abrazo mientras pensaba en que hacer, estaba aterrada con lo que veía, pero tampoco se atrevía a hacer algo.

Luego de unos minutos llegó Chanyeol en compañía de Chaeyeon, quien estaba con él cuando se entero de la noticia y con lo mal que se puso, prefirió acompañarlo.

—¡Rosé! — exclamó el chico. La reina al instante se alejó de Jennie para ir hasta él y tomar sus manos. —¿¡En donde están!?

—Aún están adentro— dijo la reina. Chanyeol tragó duro mientras atraía a Rosé para un abrazo. Jennie por su parte mantuvo su mirada fija en como permanecían ambos, era muy estúpido pensarlo. Sentía un dolor inconsciente pero sabia que era muy ridículo.

Además, notó a la chica que acompañaba a Chanyeol, le causó curiosidad, pero no era el momento de preguntas.

—¿¡Por qué aún no sacan a los príncipes!? — gritó increpando a los soldados.

—Su majestad— dijo una voz llorosa, Jennie rodó sus ojos. Rosé se soltó de Chanyeol para volver hasta Jennie. Y Yuju tomó la oportunidad para abrazar con fuerza al rey. Chanyeol sintió que no respiraba de lo fuerte que lo tomó. —Estaba muy asustada, que alegría saber que esta aquí— dijo alzando su vista. Chanyeol frunció el ceño antes de soltarse para tomarla por los hombros.

—¿Estas bien? — preguntó, la chica asintió. Pero entonces Chanyeol se tomó el tiempo para observar a su alrededor. —¿En donde esta Naeun? — preguntó, Jennie también miró hacia los lados buscándola. —¿En donde está? — repitió mirando a Yuju. La chica se mantuvo en silencio unos segundos.

Into The Nile; CHAENNIEOù les histoires vivent. Découvrez maintenant