Into The Nile; CHAENNIE

42. Irene, Hyunjin y el Nilo

—¿A dónde vamos? — preguntaba el pequeño príncipe mientras caminaba por los caminos más desconocidos del palacio, aquellos en donde la riqueza ya no estaba y el suelo era tierra y rocas. —¿Iremos a golpearle al hombre que estaba gritando? — preguntó a Suzy nuevamente, pero la chica no respondió.

Suzy solo quería terminar con todo esto de una vez. Estaba herida y se sentía como una estúpida por haberse entrometido en todo esto, ahora en más no le cabía duda de que su vida se acabará cuando se enteren de lo que estaba haciendo. Quizás si hubiera hecho las cosas de otra manera, ser sincera desde el principio o simplemente no venir hasta el palacio. Pero ya era demasiado tarde, solo sabía que se arrepentiría por siempre haber confiado en alguien como Taejoon.

Unas horas antes

Suzy se despertó temprano, sabía que Taejoon vendría al palacio pues el mismo se lo dijo. El rey lo había citado para hablar sobre la revuelta y sobre como detenerla, aunque claramente, esa no era la intensión del antiguo general. El magnifico plan maestro de Taejoon comenzaba con fuerza, el chico sabía exactamente qué hacer.

Suzy fue hasta el patio de los soldados en donde se encontraba Taejoon hablando con otros soldados mayores. La chica les dio una mirada de desconfianza a todos antes de tocar el brazo del ex general.

—Taejoon— habló.

—Al fin llegas— dijo con una enorme sonrisa. —Mira, estos dos hombres son los que ayudarán con todo lo que ocurrirá hoy— explicó, Suzy frunció el ceño, el uniforme de los soldados era distintos al de los comunes, eran mucho más grandes y fuertes, sus armaduras eran de oro puro, solo vio esos uniformes una sola vez: cuidando las escrituras reales. —Escucha, no tenemos mucho tiempo. Iré a hablar con el rey y mientras eso pase tendrás dos tareas importantísimas...

—P-pero no entiendo lo que pasa— trató de decir Suzy mirando a los tres hombres allí. —¿De que plan estás hablando? — preguntó, Taejoon bufó atrayéndola hasta él.

—¿Recuerdas que te dije que llegaría el día en que te enteraras de todo lo que ocurrió con Irene? Bueno ese día es hoy— dijo rápidamente. —Los chicos te darán el paso a las escrituras reales— explicó. Suzy frunció aún más su ceño.

—¿No se supone que...nadie entra allí?

Taejoon se quedó observándola por unos segundos tratando de hacerla entender, pero Suzy no parecía agarrar el asunto.

—Estos soldados traicionarán al rey— explicó. —En cuanto tu entres a la sala de las escrituras, tu también formarás parte de esto—añadió. A lo que Suzy tragó duro mirando a los soldados. —Por favor enséñenle el camino— pidió a los hombres, la chica apenas pudo reaccionar, la estaba siendo llevaba por los pasillos.

Taejoon también se apresuró en entrar al palacio antes de que alguien lo viera. Estaba contento, sería un día feliz, se vistió con la mejor de las ropas que tenía, todo para ver al faraón y decirle en su cara que estaba frente al futuro rey de Egipto.

El día parecía ir de bien a mejor, se encontraba ya a puertas de entrar a la sala del trono cuando se topó con Sunmi en uno de los pasillos. Le dio una reverencia de cortesía junto con una sonrisa sarcástica.

—Querida princesa Sunmi— habló. —Me alegra mucho volver a verla— añadió, Sunmi en cambio le dio una sonrisa fingida.

—Pues a mí no— dijo cruzándose de brazos. —¿Cómo me alegraría ver a quién causo la revuelta? — preguntó.