34. Fiesta de Opet IV: Amor

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Finalmente... 🏃🏃🏃🏃🏃🏃

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La mañana siguiente Rosé despertó con la mirada de Jennie fija en ella, estaban a un par de centímetros por lo que rápidamente la morena se espantó y se alejó sentándose sobre el respaldo. La reina soltó una ligera risa.

—Buenos días— saludos sentándose para estirarse. Jennie le dio una corta sonrisa sin dejar de mirar al frente, su rostro estaba completamente rojo y es que la reina sorprendió justo a Jennie en el acto. Cuando la princesa se despertó se encontró de lleno con el rostro de Rosé, pareció admirarlo como una obra de arte por mucho tiempo, aprovechando el momento lo más posible, eso hasta que la reina despertó sorpresivamente y fue descubierta.

—¿C-como dormiste? — preguntó la morena carraspeando un poco.

—Muy bien— dijo Rosé terminando de estirarse. —¿Y tú? ¿Cómo te has sentido? — preguntó mirándola de frente.

—Bien, no he sentido nada extraño, así que creo que ya no me morí, Anubis tendrá que esperar más para venir por mi— comentó soltando una ligera risa.

—Eso es bueno, muy bueno en realidad. Estaba muy preocupada, estuve muchas horas en el santuario pidiendo a los dioses que despertarás— explicó la rubia apegándose a Jennie. La morena volvió a darle una sonrisa algo confundida por la cercanía tan sorpresiva. Rosé pasó uno de sus brazos por el hombro de la morena encerrándola entre sus brazos. Jennie tragó duro al sentir la mirada de la reina en ella, aún así levantó la vista sintiendo su respiración atorarse al ver las avellanas de Rosé.

—Bueno, gracias a ti, me desperté temprano y no de malas— comentó de nuevo riendo, Rosé rio mostrando su sonrisa a la princesa quien inmediatamente se sintió hipnotizada por sus labios, tragó duro nuevamente manteniendo su vista en ellos antes de volver a alzar su mirada.

—No vuelvas a hacerme esto nunca más— dijo la reina riendo esta vez. —Es una orden— agregó.

—Si mi señora—contestó Jennie antes de osar pasar sus brazos por la cintura de Rosé, la reina al instante se apegó aun más a la princesa, tanto que sus narices se toparon haciendo que ambas se quedarán fijas mirándose escuchando solo el ruido matutino de los pájaros desde el balcón. Rosé se atrevió a juguetear un poco moviendo su nariz con la de Jennie antes de ladear su rostro para acercase a la princesa. Jennie cerró sus ojos sintiendo su respiración atorarse preparándose para sentirla, sus corazones bombeaban tan fuerte que en cualquier momento alguno explotaría.

Eso hasta que la puerta de la habitación se abrió repentinamente haciendo que ambas se separarán rápidamente. Las voces chillonas de los príncipes las alertaron y luego de unos segundos aparecieron ambos corriendo hasta la cama para subirse y saltar frente a ambas chicas que tenían el rostro rojo.

—¡Hola! — exclamaron ambos. Jennie soltó una risa de la nada haciendo que Rosé saliera de su trance nervioso para reír también.

Hyunjin se apegó a Rosé sentándose en su regazo mientras la reina plantaba un beso en su cabeza aún sintiéndose intimidada para voltear a ver a Jennie.

—¿Hoy iremos a Luxor? — preguntó Yeji sentándose en el regazo de Jennie. La princesa soltó un suspiro tragando duro mientras acaricia el cabello negro de su sobrina.

En ese momento, Jiwoo entró al lugar haciendo una reverencia ante ambas.

—Buenos días— saludó.

—Buen día— dijo Rosé. —¿Hay alguna reunión o ritual importante para hoy? — preguntó, Jiwoo negó.

—Nada, solo celebración libre. Los próximos rituales serán dentro de dos días— respondió, Rosé asintió dándole una mirada corta a Jennie.

Into The Nile; CHAENNIEWhere stories live. Discover now