37. Fiesta de Opet VII: Desastre

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Jennie y Rosé seguían abrazadas en el piso del closet de la reina, Jisoo había salido luego de ver el momento intimo para dejarlas a solas. Rosé calmo sus llantos y solo se mantuvo abrazando a la morena. Quien acariciaba su cabeza lentamente para calmarla.

—Quiero que tú y los niños se queden aquí está noche— pidió. Jennie asintió.

—Claro que sí. De todas formas, lo más probable es que esté toda la residencia resguardada— respondió. —No hay de que preocuparse— trató de asegurar.

Rosé soltó un suspiro moviéndose para levantarse, Jennie le siguió quedando frente a ella. La reina se quedo unos momentos quita mirando hacia el piso. Era una situación muy complicada lo que ocurría, Rosé no quería pensar mucho en ello, pero cómo no lo haría. Una de las amigas más confiables, si no más bien la única, que hizo desde iniciado su reinado, la había traicionado, por lo mismo lo que pasaba la tenía nerviosa y temerosa. Le había confiado tantas cosas personales que temé por las consecuencias de las mismas.

—Será mejor que descanses un poco, ve a dormir— sugirió Jennie. —Sunmi y yo estaremos con los niños hasta que se duerman— dijo pasando sus manos por los hombros de la reina. Rosé asintió levemente a los que Jennie tomó su mano para guiarla de vuelta a la habitación.

La reina se acostó inmediatamente en su cama sin importarle el ambiente que yacía dentro, estaba lleno de personas, aún así solo quería dormir y perderse en el mundo de los sueños hasta que todo lo malo pasará.

Por otro lado, Jennie decidió quedarse con sus sobrinos. Hyunjin ya tenia armado el tablero de senet en la alfombra mientras Sunmi jugaba con Yeji a un lado de ellos.

—¿Por qué hay tantos soldados aquí? — preguntó Yeji.

—Eso es porque están cuidándonos— explicó Sunmi con tono dulce.

—Quiero ver a papá— contestó la niña.

—Él está en reuniones ahora, no puedes verlo— contestó la mayor, la niña se cruzó de brazos con ceño de enfado.

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Chanyeol ya sentía que su cabeza y cuerpo estaban apunto de explotar. Cada día parecía querer destruirse el mundo, los dioses por alguna razón se habían alejado de él. Con el intento de asesinato de la reina surgía un conflicto mucho más complicado tomando en cuenta que fue la princesa del reino vecino.

Había terminado sus reuniones, por ahora, quería descansar un poco antes de volver a trabajar con Taehyung y los sacerdotes. Por lo que se recostó en su cama unos segundos para dormitar, pero sus ojos terminaron por cerrar completamente y caer en el sueño.

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Cuando volvió a abrirlos se encontraba nuevamente en aquel lugar tan verde y lindo con el que soñaba a menudo. Un lugar tan pacifico que era lo más cercano al paraíso que había podido ver.

Despertó recostado en el césped, vestido completamente de blanco, sin corona ni joyas, solo una túnica blanca y descalzo. Se levantó cuando escuchó una risa a su lado. En aquel momento sintió una emoción y terror que fluían en su cuerpo.

—¿Por qué me miras así?... — preguntó la voz femenina. El rey pareció querer pellizcarse en ese mismo momento.

—Joy...— dijo casi inaudible. La chica vestía de blanco y utilizaba su peluca negra lo miraba con una sonrisa, pero no se acercaba a él. Estaba a unos cinco metros de distancia y tras ella estaba aquel gran árbol que no lograba distinguir.

Into The Nile; CHAENNIEWhere stories live. Discover now