Into The Nile; CHAENNIE

45. Resolviendo dudas pendientes

cap larguísimo <33

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Jennie llegó al harén yendo directamente hacia Jihyo quien se encontraba con Sunmi y Somin tal como lo había pedido.

—¿Se supo algo de Hyunjin? — preguntó Sunmi con algo de esperanza. Desde la pelea con Rosé, la princesa mayor decidió aislarse, no aparecía más de lo necesario por el harén o algún otro lugar del palacio.

—Nada aún— se lamentó Jennie. —Chanyeol tampoco ha enviado noticias nuevas— dijo mirando hacia Somin. —Pero la buena noticia es que Rosé se levantó al fin, está con Yeji y al menos durante la mañana, estará con ella— dijo con una sonrisa, la chica le dio una sonrisa forzada mientras se cruzaba de brazos. Jennie quería rodar sus ojos, pero se estaba conteniendo, estaba hablando con ella solo por Rosé y su sobrina, de otro modo, jamás hablaría con Somin de nuevo. —Quiero que las dos me ayuden a organizar una fiesta pequeña para Yeji en la sala del trono— pidió. Sunmi cerró sus ojos soltando un suspiro y asintiendo.

—¿Nos pides ayuda? Creí que, como ahora estás al mando del harén, no necesitas ayuda para nada— dijo Somin, Jennie ladeo su cabeza molesta. —¿Acaso mi hermana se equivocó en ponerte al mando?

Jennie soltó un hondo suspiro acercándose a la chica peligrosamente.

—El hecho de que Rosé me haya escogido para manejar el harén y no a ti, tiene una simple explicación— introdujo con una sonrisa burlesca. —Entre las dos yo soy la más capacitada para manejar temas del palacio, soy la princesa de Egipto y eso me hace automáticamente más apta que cualquiera otra mujer del harén: más apta que las esposas de Chanyeol y que tú, por supuesto— repitió mirando a Sunmi quién solo negaba ante la actitud de ambas. —Si no quieres ayudar en el cumpleaños de Yeji lo entiendo, solamente te consideré porque después de todo, eres su tía también. Pero entiendo que no sientas un compromiso real. Porque, queda más que claro que prefieres pelear conmigo que ayudar a que Yeji se sienta feliz hoy— concluyó volteándose hasta una de las mesas del piso.

Somin bufó rodando sus ojos antes de seguirla y sentarse a su lado.

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Suzy estaba más que arrepentida, desde la primera instancia que lo estaba. Cuando llegaron a Edfú hace cuatro meses fue peor de lo que esperaba, fueron hasta su antigua casa en donde los hombres, que aún no le daban confianza, traían comida y ropa para Hyunjin. El pequeño príncipe terminó por convencerse de que Suzy no era una heroína después de todo, también asumió que las personas del palacio no iban a cuidarlo tan bien como sus padres o las damas de su madre, las que conocía desde que nació.

Suzy armó una cama improvisada para el niño en la misma habitación que ella, después de todo era la única que lo cuidaba realmente, los hombres solo salían y entraban al lugar, recriminando a Suzy por qué Taejoon los había abandonado en algo tan arriesgado.

Ese día Hyunjin despertó triste, se levantó y vistió con la misma ropa desgastada y áspera de todos los días, ya no sentía el suave y costoso lino. Era el cumpleaños de Yeji y estaba triste por no poder estar con ella, le prometió que jugarían con sus arcos y que jugarían con sus amigos de la casa de la vida, pero después de tanto tiempo sin verles el príncipe pensaba que no volvería a verlos nunca más.

—Buenos días su majestad— saludó Suzy entrando a la habitación con un pequeño trozo de pan y un vaso de leche, se reverenció ante él. Incluso si parecía inútil hacerlo, Suzy seguía tratándolo como príncipe.

—¡No tengo hambre! — gritó el pequeño recostándose en su cama y tapándose hasta la cabeza con la desgastada manta. Suzy resopló dejando la comida en la mesita de noche a un lado de la cama.