DEVÓRAME ⚽️ (Isagi Yoichi × OC) [Blue Lock]

13° GOL

Sí, Chigiri se abrió paso, nadie fue capaz de pararlo, ni siquiera de llegar a su nivel de velocidad. Marcó gol justo antes de que se acabase el tiempo y todo el equipo Z se tiró encima suya a festejarlo. El equipo contrario empezó a patear a Kuon, creían que les había ocultado la información sobre Chigiri, pero en verdad el pelirrojo nunca dijo nada sobre su arma y le cogió a amigos y enemigos por sorpresa de la misma forma. Isagi fue a intentar pararlos pero terminaron pagándola con él también. Uno de los hermanos lo levantó por el cuello de la camiseta y se disponía a darle una paliza.

- Suficiente. No te atrevas a poner las manos sobre mi equipo.- Kunigami, el dios de la paz, agarró la mano de aquel furioso chico y con su miraba furiosa hizo que soltara a Isagi de inmediato.

Kuon aprovechó ese momento para correr y huir de allí.

- ¡Maldito bastardo!- gritaba Raichi.

- Basta de charlas, cada equipo a su respectivo vestidor.- Ariel se acercaba a la multitud, tranquila con sus manos en los bolsillos del ancho pantalón gris.- Daros una ducha que oléis a perro muerto.

- ¡¿Y tú quién demonios eres?!- ahora aquel chico furioso las tomaba con ella.

- Alguien que puede eliminarte de Blue Lock sólo con decírtelo.- el chico se quedó rígido.- Ahora largo de aquí.

Los dos equipos salían, pero alguien se quedó parado allí. Isagi se acercó a su entrenadora cuando ya no quedaba nadie e hizo una reverencia grande. Sin moverse de esa posición, habló.

- Siento mucho lo del otro día y lo de antes, realmente me he estado tomando todo bastante a lo personal. Creo que estoy pasando una mala racha con mis pensamientos, pero sé que eso no es excusa para dañarte, ni a ti ni a nadie. Lo siento de verdad.- el chico era honesto y humilde, pero eso a ella le parecía gracioso. Le encantaba tener a la gente, sobre todo a los hombres, a sus pies.

Enterró sus dedos en el pelo negro y sudado del chico como si fuera a acariciarlo, pero en vez de eso, lo agarró y tiró de él hacia arriba. Escuchando las quejas de Isagi, acercó su cara a la de ella y sonrió mientras la inspeccionaba.

- Espero que esto sí te lo tomes a lo personal, tengo un fetiche con agarrar el cabello, me hace sentir más poderosa de lo que ya soy, pero sólo durante unos segundos, después se me pasa. Eso es lo que tú haces con tus palabras, tener un falso sentimiento de superioridad y me alegra que te arrepientas, porque eso no lleva a más que una satisfacción temporal. Tienes que hacerte con algo que te permita estar siempre empoderado y quizás luego, ya si eso, complementarlo con esos fetiches raros que tienes de dejar en ridículo a las personas que se preocupan por ti.- sus labios estaban a milímetros de los del chico y este estaba perdido en sus ojos verdes. Lo estaba tentando y eso era otro de los fetiches de la chica. Tentar y luego dejar marchar.

- Entendí lo que me señalaste... Sabías lo que iba a pasar... ¿Cómo es eso posible?- susurraba.

- ¿Cuántas veces te lo voy a decir, Yoichi? Yo nunca me equivoco. El delantero que salga de Blue Lock, el mejor delantero del mundo, no será más que un rey a mis pies... Porque yo soy un Dios.- dejó de agarrarle y esta vez, le peinó el pelo hacia atrás con sus dedos. Se separó de él.- Ve a ducharte, lo has hecho bien hoy.

El agua caliente de la ducha le caía al chico en la cara, relajándolo. Kunigami se frotaba el cabello con ambas manos en la ducha de al lado.