28° GOL

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- ¡Vaya! ¿Así entrenan los que aspiran a ser el mejor delantero del mundo?- Ariel se acercaba a los tres chicos que se habían tumbado en el césped fresco para descansar.

- ¡Oh, la chica del partido!- Nanase se sentaba con una sonrisa.- ¿Estás bien?

- Perfectamente, ¿la rodilla bien, Chigiri?- el chico asintió.

- Está aguantando más de lo que esperaba la verdad.- decía con una sonrisa.

- Contra más la entrenes y la cuides, más correrás, pero tampoco te excedas.- volvió a asentir.

- ¿Ya habéis terminado?- preguntaba Isagi.

- Yo me iba a ir, pero si Ariel juega, me quedo, todavía no la vi jugar.- dijo el pelirrojo poniéndose de pie.

- Esa es la actitud, Hiori, quiero verte brillar un poco más, lo mismo te digo, Nanase. Ahora, intentad quitarme el balón, hormiguitas.

Los tres que no estaban familiarizados con ella, no sabían cómo tomarse eso hasta que no empezaron a intentar seguirle el ritmo. Contra más rápido corría Chigiri, más lento iba ella y él no llegaba a comprender por qué no se atrevía a quitarle el balón por más que lo intentase. Nanase tenía algo de miedo de esos ojos verdes y con los nervios, sus piernas no le respondían, incluso se tropezó con sus propios pies y cayó alguna que otra vez.

- Hiori, estás muy tenso, necesitas fluir.- el chico intentaba quitarle la pelota desde atrás y ella lo bloqueaba como si estuviera bailando en un club.

- Ese balón es mío.- Isagi venía corriendo hacia ella de frente.

- Sí, claro. Aquí no hay nada de tu propiedad, todo en este campo, incluyéndote, es mío, porque yo soy Dios. Yo lo moldeo y os moldeo, según me parezca.- sonrió y le un simple toque suave lanzó el balón hacia arriba, posicionándolo en el medio del campo.

Era un lanzamiento lento, el balón subió despacio y caía de la misma manera. Y los dos pares de ojos estaban en él y fueron corriendo para atraparlo como gorriones cuando tiras un trozo de pan. Hiori y Nanase chocaron y cayeron, pero Isagi y Chigiri saltaron pegados pecho con pecho, para alcanzar la bola con sus cabezas. Pero calcularon el tiempo mal, el balón seguía cayendo pero seguía demasiado alto, caía como en cámara lenta, como si la chica pudiera parar el tiempo y determinar cuando debía tocar el suelo o no, a su antojo. No llegaron y cayeron uno encima del otro, Ariel saltó y el balón tocó en su pecho y al aterrizar, volvió a sus pies.

- Buen intento, hormiguitas.- todos se levantaron y el juego siguió.

Una hora después sólo quedaban Chigiri e Isagi, los otros dos decidieron ir a ducharse y dormir, rendidos. Los dos que quedaban, descansaban agachados y apoyados sobre sus rodillas. Ella daba toques con sus pies, llevaba cinco minutos y todavía el balón no había caído al suelo.

- Chigiri, no te voy a dejar continuar aunque quieras, no quiero que te sobrepases, deberías descansar.- le dijo.

- Pero yo...- lo pensó mejor y ella tenía toda la razón.- Está bien, te dejo todo el trabajo, Isagi.

- Avisa a los chicos de que hoy Ariel dormirá con nosotros.- el pelirrojo se sorprendió, pero no quiso preguntar, simplemente asintió y se despidió con su mano. Salió del campo.

DEVÓRAME ⚽️ (Isagi Yoichi × OC) [Blue Lock] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora