DEVÓRAME ⚽️ (Isagi Yoichi × OC) [Blue Lock]

27° GOL

- ¡Isagi!- la pelota impactó con la frente del chico y lo dejó sentado en el suelo, asimilando donde se encontraba.

Después de cenar, Hiori, Nanase, Chigiri e Isagi se habían puesto a entrenar un poco para pasar el tiempo. Pero la mente del pelinegro de ojos azules estaba en otra parte. No había visto a Ariel desde el partido en la mañana, no había ido a almorzar ni a cenar y él cada vez estaba más nervioso. Se acordó de aquella vez que la hizo llorar, aunque pareciese una mujer muy fuerte, era bastante sensible, ¿y si se encontraba mal por lo que pasó con Shidou? O algo peor, ¿y si no dejó de sangrar y le pasa algo grave?

- Isagi, vete.- Chigiri, apareció detrás de él.

- ¿Eh?

- Es obvio que no estás en lo que estás, vete y ve a verla.- su amigo por fin le dio el empujón que necesitaba ese chico hecho un manojo de nervios y sentimientos encontrados.

Él sólo asintió y se levantó para salir corriendo del campo de entrenamiento. Se topó con Baro y ni si quiera lo saludó, sus ojos ardían como en la mañana, para él ahora mismo sólo existía ella. Corría por el pasillo y cuando pasó por la puerta de la habitación de la chica, algunos chicos del top 6 salían de los baños que se encontraban al lado. Entre ellos, Rin y Nagi que lo miraron raro, el del pelo blanco lo iba a saludar pero se dio cuenta de lo que pasaba. Prefirió seguir al alto e irse de allí. Isagi llamó a la puerta. Nadie contestó y volvió a llamar otra vez con más fuerza mientras recuperaba su respiración normal.

Después de un rato llamando por fin abrió la puerta. Tenía taponada la nariz con dos tapones de algodón, su pelo estaba todo enmarañado y sólo vestía una camiseta grande negra. Su cara daba indicios de que se acababa de despertar, pero parecía sudada. En su cuello se podía notar algunas marcas rojas de la mano de Shidou. Isagi tragó saliva, apretando su mandíbula y bastante serio.

- Perdona, me estaba echando una siesta, ¿pasa algo?- bostezó.

- ¿Cómo estás?

- ¿Eh?- levantó una ceja a modo de confusión.

- ¿Estás bien?- Isagi la cogió de los hombros haciendola retroceder y entrar mas en su habitación, y la empezó a inspeccionar.

- Ah, sí por eso... Sólo seguí sangrando algo más y me la taponé, también me molesta la garganta algo, pero no es nada.- rascaba su nuca sonriendo algo incómoda por verse tan frágil.

- No, sí es algo, ese tipo casi te mata y yo no pude hacer nada. Lo siento, Ariel.- la miró a los ojos. Eran casi de la misma altura, aunque el chico sí que era poco más alto.

- Tranquilo, su masa corporal es el doble que la tuya, no podías hacer nada...

- Sí que pude, cualquier cosa, pero fui un imbécil.

- Por esa regla, todos los que se quedaron parados, fueron imbéciles. Vuestro trabajo es patear el balón no sacarme de los líos en los que me meto yo sola, debí haberlo sabido controlar. Ese era mi trabajo y no lo hice bien.- sonrió apenada mientras se quitaba esos algodones manchados de sangre. Él sabía que tenía razón, pero igual, se sentía mal, la quería, ya lo había asimilado y si le pasaba algo, no se lo perdonaría nunca.

Sin previo aviso la abrazó con suavidad para no hacerle daño y ella no se quejó, es más, enterró su cara en su pecho y apretó su espalda para que estuviesen más juntos. Isagi pudo oler su pelo rojo, era una mezcla de manzana y lima, sonrió ante eso. Sentía unas ganas inmensas de besarle la cabeza pero no quería estropear el momento por si la incomodaba.

- Hueles a perro muerto, ¿no te duchaste?- la chica se separaba y lo miraba graciosa. Los nervios del chico volvieron, toda su valentía duró, lo que lo hizo aquel abrazo.

- Yo... Sí, bueno, pero estaba entrenando con los chicos antes de venir, ahora después me ducho otra vez.- le sonrió nervioso.

- ¿Todavía siguen allí?

- Su... Supongo.

- Me safa, ¿me puedo unir?- pasó su mano por su pelo, intentando peinarlo un poco hacia atrás.

- S... Sí, claro.- ella sonrió y él también, entonces se empezaron a escuchar unos gemidos provenientes del baño y la cara de Isagi palideció.

- Ya empezamos, juro que odio esta habitación.- buscaba su ropa en los cajones.

- ¿Lo escuchas todo?- él abrió sus ojos.

- Sip, ¿por qué, tú también, Yoichi?- levantó una ceja y él tragó.- Tranquilo, no me molesta, lo único que no me deja dormir es el calor.

- Ah... Sí es cierto, hace bastante calor... ¿Quieres dormir conmigo?- poco faltó para que se sonrojara e intentara explicarse.- Quiero decir, dormir en nuestro cuarto, el equipo Z cogimos un cuarto compartido junto con Baro y Nagi. Por si quieres, sólo tienes que traer el futón como la otra vez...

- Eres muy mono cuando te pones nervioso, ya lo entendí a la primera, bobo, y si no les importa a los demás, me encantaría poder dormir sin sudar un mar y medio.- ladeó su cabeza sonriendo. A Isagi le iba a explotar el corazón de tanta ternura.

- ¡Seguro que no les importa!- sus ojos brillaban pero volvió a palidecer cuando ella se quitó la camiseta quedando en ropa interior.

- Me voy a cambiar, sal y cierra la puerta.- ella no lo miraba, él seguía ahí parado con sus ojos abiertos como platos.- ¿O quieres quedarte a ver más?

En ese momento Isagi salió de la habitación y cerró la puerta, se apoyó en ella intentando calmar sus nervios. Ella rio por lo bajo, le gustaba provocar. Pocos minutos después, salía con la misma ropa de por la mañana y cerrando la puerta, empezó a caminar atando su pelo. El chico la siguió por detrás, todavía estaba algo rojo y acalorado.

- Estuvo increíble lo que hiciste en la mañana, por cierto.

- ¿Eh? Ah, eso... Sólo estaba bastante concentrado, ni siquiera sé si lo podría volver a hacer.- se rascaba el cuello.

- Ah, ¿el gol? Sí, eso también estuvo increíble.- Isagi se quedó confundido, ella en un primer lugar no se había referido a eso, ¿entonces a qué?

- ¿Qué querías decir entonces?- él preguntó y ella empezó a correr.- ¡Hey! ¡Contéstame! ¡No me dejes con la duda!

Ambos reían mientras corrían hacia el campo de entrenamiento.

chigiri se gana el premio al mejor amigo de la semana :p