41° GOL

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- Ariel... Me siento muy sucia...- Anri por fin habló con la voz rasposa de tanto llorar.

- ¿Qué pasó?

- Yo... Yo...

- ¿Estás herida?- la pelirroja empezó a mirarla por todas partes.

- Estoy bien... Tengo que ir con Ego...

- No, Anri, súbete.- Ariel le dio la espalda y se agachó, hizo ademán para que la chica se subiese. Temblorosa todavía aceptó, rodeó su cuello con sus brazos y Ariel sujetó sus piernas cuando se levantó.

- Llévame, llévame al campo...

- Estás en shock, al único sitio que te voy a llevar es a la sala de control para que descanses. Tampoco te voy a presionar para que me cuentes nada, es mejor que dejes de pensar en lo que sea que haya pasado, ¿sí?

- Va... Vale...

- Yo iré con Ego.

- Pero, Ariel, tú...

- Anri, estoy disfrazada de pies a cabeza, además nadie va a apartar los ojos del campo, va a ser un partido intenso. Ego va a necesitar ayuda.

Ariel caminaba calmada mientras su amiga reposaba su cabeza en su hombro. Le había dicho cómo relajar su respiración e intentaba hacer aquellos ejercicios, de inhalar y exhalar profundamente.

- ¿Prefieres la sala de control o tu habitación?- preguntó cuando se encontraba por esos pasillos.

- Mi habitación...

- No te sientas culpable por esto, tú descansa, duerme un poco y si pasa algo o necesitas cualquier cosa me llamas.

Abría la puerta de su habitación y la dejaba sentada en la cama con suavidad.

- Mi móvil... Creo... Que lo dejé en aquel salón... Dios...- se puso a temblar otra vez recordando algo.

- ¿Qué habitación? Voy a buscarlo.

- ¡No! No vayas... Está bien así, no necesitaré nada.

- Anri... ¿De qué habitación hablas y qué pasó?- esta vez Ariel se agachó mirándola a los ojos bastante seria, muy preocupada.

Anri terminó de contar lo que había pasado en la estancia donde los peces gordos de la junta del fútbol japonés comían y bebían sin prestar mucha atención al partido. Ariel se levantó decidida y en cuanto se despidió de la pelirosa, salió de allí a paso rápido. Hacía tiempo que no podía aguantar los comportamientos de los altos cargos, sobretodo de los hombres poderosos y machistas, pero eso que le hicieron a su amiga, fue la gota que colmó el vaso. Para ella, ya podían disolver Blue Lock y toda su carrera profesional, que no iba a dejar pasar este incidente por alto. A mitad de camino, su móvil sonó.

- Dime, Ego.- habló con su voz más grave de lo normal, aunque increíblemente calmada.

- ¿Y Anri? ¿La encontraste? El partido acaba de empezar.

- Sí, la he encontrado, pero no hoy no saldrá al campo. Iré yo.

- ¿Qué ha pasado? ¿Ella está bien?

DEVÓRAME ⚽️ (Isagi Yoichi × OC) [Blue Lock] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora