DEVÓRAME ⚽️ (Isagi Yoichi × OC) [Blue Lock]

32° GOL

La rutina de entrenamientos comenzaba, Ariel supervisaba, pero su cabeza estaba en las nubes. Cuando veía a alguien pararse, le tiraba un balón y después volvía a esas nubes. Estaba nerviosa por su cumpleaños, no lo solía celebrar e incluso nadie le regalaba nada, pero esta vez le hacía ilusión pasarlo con alguien que no fuese un viejo gafotas amargado. No solía tener amigas mujeres, el mundo del deporte, quieras o no, está liderado por hombres, hombres retrógrados y machistas, entre ellos pocos le llamaban la atención como para iniciar una amistad, así como lo hizo Marvin. Necesitaba desconectar de toda esa testosterona que la rodeaba desde que empezó a trabajar como entrenadora, pero había un problema: estaba enamorada y seguramente hasta en su idílica fiesta de cumpleaños iba a hablar de él. "Ojalá ser lesbiana", pensaba.

Aquello que le quería decir a Isagi el día anterior, era sobre su cumpleaños y que quería algo de él, posiblemente sería una declaración directa, pero quería algo como un beso de regalo. Se sonrojaba cada vez que recordaba esa cursilada de deseo, iba a cumplir veinte años y ella seguía pensando en ese tipo de fantasías infantiles. Eso nunca pasaría, sobre todo con su timidez sumada a la del chico. Por eso se iba a emborrachar, para olvidar esos sentimientos por una noche y embriagarse de los problemas de Anri.

- Te ves ida.- decía Bachira respirando profundamente, o al menos intentándolo, después de correr sus veinte vueltas al campo.

- Te quedan cien metros como te pares aquí, ya sabes, balonazo.- Ariel alzó la pelota en sus manos y él se desvaneció.- ¡Chigiri, tú no te sobrepases, estira relajadamente un rato!

El pelirrojo disminuía su velocidad y asentía mirándola.

- De aquí al partido tenéis una dieta personalizada para cubrir vuestras armas a la perfección. Chigiri, la tuya se basa en el calcio y proteínas, para los huesos y ligamentos de tu rodilla.

- Gracias.

- Si queréis que cambie algo, sólo tenéis que hablar conmigo, al fin y al cabo vosotros sois los que mejor conocéis el rendimiento de vuestro cuerpo. Mi dieta es sólo una recomendación.- se escuchó una afirmación al unísono de los chicos mientras corrían.

- ¡Ah!- Isagi caía al suelo y Ariel corrió hacia él, procurando que todo el mundo siguiese corriendo.

- Yoichi, ¿qué te pasa?- preguntó asustada.

- ¡El gemelo!- ella suspiró aliviada. Levantó sus dos pies y poniéndolos contra su estómago se dejaba caer hacia abajo, estirándole la pierna afectada por la tendinitis.

- No me asustes así, sólo se te encogió el tendón de la pantorrilla. Es normal, pero cierto que duele mucho, aguanta un rato así y se pasará solo.- le masajeaba la parte afectada.- Déjame que te lo recoloque así...

Tras varios minutos la cara del chico fue pasando de una de dolor a una de alivio aunque de tremendo cansancio. Ariel estiró un poco más poniendo sus pies más altos, en su pecho y masajeó su pierna por última vez, se veía bastante concentrada. Fue soltando sus piernas en el suelo despacio y luego le ofreció su mano para que se levantara.

- ¿Estás mejor?

Isagi daba pequeños pasos y saltitos mirando a sus pies, se veía muy tierno para aquellos ojos verdes que enseguida se cerraron para seguir concentrados en su trabajo.

- Sí, estoy igual que antes, gracias...

- Tendinitis es bastante normal en deportistas de élite, pero al tocarte las piernas he notado que tienes los músculos muy cargados... Quizás puedas decirle a Chigiri que te haga masajes o que te enseñe, sus piernas están en plena forma porque se las cuida. Cuídate tú también, ¿vale?