34° GOL

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Ya estaba todo oscuro, todo el mundo dormía en sus respectivas habitaciones y aparte de la seguridad, sólo había dos personas despiertas en todas las instalaciones. Isagi leía manga en su móvil debajo de las sábanas. Bueno, hacía como que leía, de verdad necesitaba tanto despejarse como si no hubiera respirado desde que terminó de entrenar. Apagó el móvil y salió del futón, con cuidado de no despertar a nadie, de puntillas y despacio, salió de la habitación, cerrando la puerta tras de sí. Decidió no encender las luces del pasillo, ya que, aunque estaba oscuro, las luces azules de emergencia, alumbraban lo suficiente. Se dirigía hacia el comedor, quizás comer algo lo tranquilizaba, eran las tres de la mañana y antes de que el sol saliese debía empezar a entrenar, no se podía permitir llevarse toda la noche sin dormir. Andaba mirando hacia atrás, ya que se sentía observado, más de lo habitual con las malditas cámaras, entonces escuchó unos pasos ligeros y algo chocó con su pecho. No gritó, pero la otra persona sí y se le cayó algo. ¿Eran fideos?

- ¿Yoichi? ¡Me asustaste!- Ariel fruncía el ceño sonrojada y sin nada de equilibrio.

- ¿Ariel? ¿Estás comiendo fideos a estas horas?- Isagi la miraba y llevaba la misma ropa de cuando la vio en aquella cama, pero su pelo estaba aún más despeinado.

- Estaba hablando con Anri-san y, ¿te lo puedes creer? Le estaba contando algo muy muy importante y va, y se duerme y yo hablando sola durante una hora o no sé cuánto.- se apoyaba en la pared, estaba demasiado ebria.

- Shh, no hables tan alto, vas a despertar a la gente.

- Si no me hubieras derramado los fideos, estaría comiendo tranquila.- hacía un puchero con sus brazos cruzados.

- Vale, vale, lo siento, yo iba al comedor, ¿vamos a por otros fideos?

- No, ahora te vienes conmigo.- le cogió la mano y empezó a correr, arrastrándolo con ella.

Iba descalza y literal sólo aquel vestido blanco de tela fina. Sólo agarraba el dedo índice del chico como si fuera una niña pequeña. Subieron unas escaleras y ella con su tarjeta colgada al cuello abrió varias puertas. Isagi le preguntó varias veces adonde lo llevaba pero ella no respondía, sólo sonreía. Llegaron a una terraza descampada, igual a la que les enseñó aquella vez en el quinto estrato, aunque esta vez estaban en el tercero. Las estrellas brillaban, pero había algunas nubes y algo de viento, ella lo soltó y se fue hacia la barandilla. Él la siguió no muy seguro pero ella no se encontraba muy bien y mejor que estuviera con alguien en aquel lugar.

- ¿Sabes qué? Ego y yo no hablamos nada, casi no sabemos nada uno del otro, porque no encontramos el momento para hablar de nosotros. Pero una vez en su cumpleaños hicimos un pacto, el día de su cumpleaños y el día del mío, nos podríamos hacer una pregunta a cada uno, algo que quisiésemos saber y sólo podemos contestar con la verdad.- ponía su espalda en la barandilla y se arqueaba hacia atrás, mirando al cielo.- Quiero hacer el mismo pacto contigo, así que puedes hacerme la pregunta que quieras.

- ¿Por qué yo?

- Isagi porque lo digo yo, estoy borracha y es mi cumpleaños.- se puso algo agresiva y el chico rio.

- Está bien, está bien, perdona.

- Vale, venga, cúrratela, ni se te ocurra preguntarme por mi color favorito porque es el azul y mi comida favorita, los fideos.

- No hace falta que me lo jures…

Se llevó un rato pensando y sonrió cuando encontró su duda más existencial en cuanto a esa chica.

DEVÓRAME ⚽️ (Isagi Yoichi × OC) [Blue Lock] Where stories live. Discover now