19° GOL

2.2K 268 2
                                    

- Esta no es... Es la siguiente...- anduvo unos pasos más y cruzó hacia una calle.- Calle "San Pedro", esta es.

Empezó a caminar siguiendo la flechita del mapa online en su móvil y bajaba la calle. Se guardó el móvil cuando vio a lo lejos unas puertas celestes con un cartel con letras arcoíris. "Guardería La Parroquia", se paró en las puertas y justo una mujer salía con dos niños pequeños de la mano.

- Oh, buenas, ¿buscaba a alguien?- Ariel se quedó mirando de un pequeño, ladeaba la cabeza y el chico la imitaba. No era una gran amante de los niños pequeños, pero tampoco la molestaban.- ¿Perdone?

- Ah, sí, quedé con Mabel...

- ¡Oh! Claro, ¿tú eres Ariel, verdad? Pasa, pasa dentro, te está esperando.- la mujer regordeta y bajita la invitaba a pasar con una sonrisa.

- Gracias.- le devolvía la sonrisa y pasó adentro de la guardería en la que su antigua tutora del orfanato, ahora trabajaba.

- Cuando subas las escaleras, la primera puerta del pasillo de la derecha.- le indicó la mujer y después se llevó a los niños al baño.

Así lo hizo Ariel. Las paredes estaban pintadas todas de colores pastel y algunas pegatinas y murales de dibujos animados, le hacían sonreír.

- Siempre le encantaron los niños, señorita Tai...- susurró para sí misma.

Mabel Tai volcó su vida al cuidado de niños huérfanos al saber que era potencialmente estéril, hasta su marido la abandonó por eso y cuando el orfanato se quedó sin fondos y tuvo que cerrar, su vida volvió a hundirse. Toda la paga que ganó Ariel con su primer trabajo con Ego, se la dio a Mabel, para que hiciese lo que quisiera con el dinero. No fue mucho, le daba para vivir sin preocupaciones, varios meses, pero decidió crear esa guardería y seguir cuidando y criando a niños. Desde que recibió aquel dinero por carta, Mabel no sabía nada de Ariel hasta que le llegó un mensaje de la chica día atrás, pidiéndole algo de su tiempo.

- ¿Señorita Tai?- tocó a la puerta.

La mujer abrió la puerta enseguida y cuando la vio, sus ojos brillaron y sonrió de oreja a oreja. Su rostro no había cambiado mucho, sólo se pronunciaban algunas arrugas en sus ojos y mofletes cuando sonreía. Sus ojos color miel seguían brillando con la misma felicidad mezclada con el cansancio del trabajo y su pelo castaño claro, ya presentaba algunas canas.

- Mi niña...- le acarició la mejilla a la chica.- Has crecido mucho o a lo mejor soy yo que ya voy menguando.

- Señorita, usted todavía es joven.

- Si me dejas de hablar tan formal quizás me lo crea.- puso sus brazos en jarra y una cara divertida.

- Lo siento, es la única persona que me genera respeto.- rio y se encogió de hombros.

- Bueno, como quieras, pero no te quedes ahí mujer, entra y siéntate.- le cogió del brazo y jaló de ella hacia dentro. A Ariel le recordaba a las abuelitas dulces que salían en películas infantiles.

La salita debía ser de descanso, ya que había unas cuantas taquillas y una mesa redonda con varias sillas. La chica se esperaba una especie de despacho, pero aquella mujer era demasiado humilde como para hacerse un despacho de directora para ella. Se sentó en una silla y Mabel en otra en frente de ella.

DEVÓRAME ⚽️ (Isagi Yoichi × OC) [Blue Lock] Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin