Capítulo 1.

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 — ¿Llegamos?

La voz de Ava se escuchó en cuanto sintió el carro estacionarse, llevaba durmiendo unos minutos y ante la fuerte frenada reaccionó.

— Aún no –contesto Mitchell, que era quien conducía—pero bajaremos, aquí a la vuelta se encuentra el pueblo.

Indico y bajaron del carro, lo mismo hicieron quienes iban en el segundo auto conducido por Molly.
Habían llegado a Ambrose en busca de Matthew y Logan—primos de los Harris—, estos dos habían desaparecido junto a sus amigos hace aproximadamente una semana, y lo último que supieron de ellos es que se encontraban visitando la casa de cera situada en Ambrose. 

— ¿Logan no te dijo si luego de aquí iban a otro sitio?—cuestiono Kyle esta vez—es decir,  claramente iban a otro sitio pero ¿no mencionó cuál?
— ¿Crees que de hacerlo estaríamos aquí?—le pregunto Mitchell con obviedad. 

Los siete amigos comenzaron a caminar pasando con cuidado aquel camino de rocas. 

— ¿Estas bien?—pregunto Demian acercándose a su hermana quien no llevaba la mejor de las expresiones.
— Si, solo un poco mareada por el viaje pero todo bien—contesto la blonda—¿Qué hay de ti? ¿cómo están tú y Mitch?
— Bien –respondió el chico con las manos en sus bolsillos—de hecho pudimos hablar antes de iniciar el viaje , nos encontramos un poco mejor.
— Me alegro –expreso Molly—y realmente espero que no se separen jamás, no soportaría tener que vivir contigo otra vez –bromeo recibiendo un empujoncito por parte de su hermano. 
Se llevaban apenas dos años, siendo Demian el mayor con veintidós años, y aunque este se encontraba conviviendo con su pareja hace año y medio y Molly seguía viviendo con sus padres, ambos mantenían aquel lazo intacto, de hecho siempre se las ingenian para poder verse al menos un rato cada día. 
Desde muy pequeños se les inculcó el mantenerse siempre juntos, sin importar que pase y eso es lo que ambos hacían. Mantenerse uno  junto al otro sin importar las circunstancias.
— Oigan miren, allá hay un sujeto— señaló Wade interrumpiendo el silencio generado –andando, quizá vio a los chicos.
Los siete caminaron hacia aquella camioneta donde estaba el sujeto junto a un perro, él no tardó en ponerse alerta ante la presencia de los jóvenes.

— Hola –hablo Wade—disculpe la molestia, no somos de aquí y estamos un poco desorientados –comento haciendo una mueca—estamos buscando a unos amigos, ¿por casualidad los ha visto?
— Son ellos –esta vez quien hablo fue Mitchell extendiendo su teléfono hacia aquel hombre.
— Uhm…no—contestó este observando la fotografía en el celular –no que yo recuerde, la verdad. 
— Tampoco son de aquí, pasaron de visita y pues como es un pueblo pequeño creímos que quizá los había cruzado en algún momento—explico Wade, aquel sujeto solo se encogió de hombros.
A decir verdad no mostraba mucho interés en lo que le decía sino más bien en las muchachas, ni siquiera disimulaba, cada que tenía la chance las observaba de un modo un tanto morboso, lo que las estaba incomodando y mucho. 

— Mejor sigamos buscando –sugirió Molly sujetando el brazo de Wade.
— Si—dijo este—una última cosa ¿sabe de algún hotel o algo para hospedarnos esta noche? ¿Nos podría indicar hacia qué dirección?
— No –dijo el tipo negando con la cabeza—quiero decir, no contamos con eso en Ambrose –explico soltando una risita un tanto tonta –pero tal vez Bo pueda ayudarlos con eso.
— ¿Quién es Bo?
— Trabaja en la gasolinera de allá—señalo el sujeto—él se ocupa de ubicar o ayudar a los visitantes. 
— Oh…gracias entonces –contesto el pelirrojo—hasta luego.
— Adiós.

Escucharon unas pequeñas risas provenientes de aquel sujeto, sin embargo no se voltearon, solo agradecieron internamente al oír el motor de la camioneta encenderse y luego verlo pasar frente a ellos, saliendo del pueblo. 

— Okey,  eso fue raro –soltó Ava soltando una risita—de cualquier modo, busquemos al tal Jo, encontremos a los chicos y salgamos de aquí. 
— Dijo Bo, no Jo—rio Molly—pero si, andando.

Hicieron un par de pasos hasta la gasolinera y aunque golpearon un par de veces y aguardaron unos minutos, nadie salió.

— No hay nadie aquí—se quejo Mitchell.
— Quizá es su horario de descanso, estamos a mediodía, probablemente salió a comer –sugirió  Molly—demos una vuelta, echemos un vistazo y si no encontramos a los muchachos regresamos aquí ¿qué dicen?

Estos se miraron entre sí y terminaron aceptando, era más factible que quedarse esperando allí la llegada de alguien que ni siquiera sabian si existía, pues la probabilidad de que aquel sujeto les haya mentido era grande más aún si se dejaban llevar por su risa al final. 

— Separémonos—indico Nicole esta vez—si no encontramos nada en media hora nos regresamos aquí.
— ¿No has visto películas de terror o si?—cuestiono Molly—el grupo nunca, jamás debe separarse.
— Esta es la vida real Molly—se quejo la pelinegra girando los ojos—vamos , este pueblo es pequeño, si nos separamos cubriremos más terreno, ampliaremos las probabilidades de encontrar a los chicos y sino, haremos tiempo hasta que este tipo de la gasolinera aparezca. 

Realmente lo que decía no sonaba nada descabellado, tenía todo el sentido del mundo a decir verdad, por eso mismo la mayoría acabo aceptando, inclusive Molly.

Wade, Ava y Nicole fueron por un lado, mientras que Demian, Mitchell, Kyle y Molly por otro. 

— ¿Crees que los encontremos?—pregunto Kyle a la blonda.

La pareja iba caminando más adelante por lo que ellos dos, si hablaban en voz moderadamente baja, podían tener privacidad.

— No lo sé –confesó la blonda—espero que si, pero es un tanto extraño que hayan desaparecido de la absoluta nada—expreso con seriedad—de cualquier modo tengo la esperanza de que los encontremos, por el bien de Mitch y Nicole especialmente.
Ambos guardaron silencio en cuanto Mitchell y Demian hicieron ademán de adentrarse a una iglesia.

— ¿Van a entrar?
— Si, quizá nos puedan ayudar aquí—contesto Mitchell—quizá hasta estén aquí.

Demian abrió la puerta y ni siquiera pudieron adentrarse, apenas se asomaron pues se detuvieron al percatarse de que habían irrumpido en pleno funeral. 

— Maldición—susurro Molly bajando rápido aquellas escaleras.
— Vamos, sigamos caminando—hablo Mitchell—si no hallamos nada entonces regresamos a la gasolinera.

Hicieron el ademán de continuar su camino, no obstante se detuvieron en cuanto una voz los llamó. 

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Espero les agrade este primer capítulo, más tarde quizá deje el segundo.
Muchísimas gracias a quienes leen, en serio♡

Love and Death| [House of wax]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon