Capítulo 20.

1K 99 8
                                    

— Demian—hablo Gwen aproximándose a su hijo—cariño, necesitas descansar.
— No quiero—contesto este.
— Ella aparecerá—garantizo acariciándole el cabello—solo debemos tener un poco más de paciencia, pero Molly…
— Molly nada—la interrumpió el joven—¿no entiendes que no hay noticias? Estos malditos no la están buscando, esos mocosos de mierda dieron ese maldito testimonio en vano porque era mentira ¡era todo una farsa! 
— ¡calma!—le pidió su madre—estuvo pésimo lo que esos muchachos hicieron pero ya pasó, ahora tenemos que enfocarnos en encontrar a tu hermana, que ellos hagan lo que deseen , lo importante aquí es Molly.
— No tenían porque mentir, desviaron la investigación—expuso Demian lleno de rabia—los voy a matar.
— No vuelvas a decir eso—lo regaño Gwen—jamás vuelvas a repetir una cosa de esas. 

Demian no quería hablar de aquel modo, tampoco estar discutiendo con su madre pero estaba sumamente alterado. Su hermana podía estar corriendo peligro y la investigación se desviaba por el cuento de unos mocosos en busca de dinero ¿cómo no iba a reaccionar de aquel modo?

— Mitchell y yo saldremos a buscarla.
— Cariño, el detective dijo que no es conveniente que…
— No me importa que diga el detective—replico el rubio—saldremos a buscarla,  ellos no están haciendo lo que se debe, entonces lo haremos nosotros.

[…]

Mientras tanto, Molly estaba terminando de lavar unas cosas cuando se alarmó ante la presencia de Bo, quien estaba recargado en el marco de la puerta observando cada uno de sus movimientos. 

— ¿acaso me quieres infartar? ¿Qué haces ahí?—le pregunto ella—¿Qué te pasa?
— Nada—contesto este con la misma seriedad de siempre—hay que ir por comida ¿me acompañas?
— Bueno.
— No hace falta aclarar que si te pasas de lista …
— Me matas, lo sé—lo interrumpió la joven pasando por su lado—oye…¿Vincent no querrá acompañarnos?
— Él nunca sale, no le agrada—respondió rápidamente Bo—tendrás que conformarte conmigo—le sonrió algo coqueto mientras se le acercaba.

Molly instintivamente retrocedió. La ponía nerviosa y él lo sabía , es por eso que lo hacía, le gustaba generar aquello en la joven, así sentía que tenia cierto control sobre ella.

— ¿Qué habré hecho para merecer tal castigo, no crees?—replico ella viéndolo con seriedad, no obstante Bo sonrió volviendo a acercársele—no me veas así, no sé que este imaginando tu mente perversa pero no va a pasar.
—  Como digas—con su dedo le dio un golpecito en la nariz a Molly, quien siguió viéndolo con seriedad—andando,  se nos hará tarde.

La joven tomó su abrigo y salió junto a aquel hombre que con su sola presencia conseguía alterarla.
Fueron al mismo pueblo de la vez anterior, compraron alimentos, algunos artículos de limpieza y algunas prendas que Vincent necesitaba para sus figuras de cera. 

— ¿Puedes dejar de comerte nuestra comida?

Se quejó Bo, sin quitar la mirada del camino pues iba conduciendo. A decir verdad no le molestaba que ella estuviese comiendo, simplemente le generaba satisfacción el fastidiarla.

— Déjame en paz, me tienes cautiva, deja que coma lo que quiera al menos ¿no?
— Eres consiente de que no es así como funciona ¿verdad?—pregunto Bo—mínimamente deberías ser más amable conmigo si quieres tener ciertos privilegios, como comer y salir.
— Jamás pasará—garantizo la blonda esquivando la penetrante mirada de aquel hombre.
Las insinuaciones de Bo conseguían incomodarla, se notaba, pero también la asustaban. No es que fuese una experta en la persona que era aquel sujeto, pero tenía conocimiento suficiente para percatarse de que era un ser humano muy inestable, en un segundo puede bromear y en otro podría olvidarse de las bromas y lastimarla realmente, por eso es que intentaba ir con cuidado con él.

Pronto la rubia fue arrancada de sus pensamientos ante la frenada que dio la camioneta.

— ¿Qué pasó?

Pregunto confundida. La carretera estaba libre por lo que aquella frenada tan brusca no podía deberse a una persona o un animal, tampoco había ningún pueblo ni puesto cerca como para justificar el haberse detenido así. 

— Bájate—le ordeno él.
— ¿Qué?
— Que te bajes niña ¿eres sorda acaso?

Su semblante cambió por completo, estaba completamente serio—mas de lo usual—, por lo que consiguió asustarla. 
Bajo de la camioneta y la rodeó para caminar hacia él, quien le extendió un teléfono que hasta ese día jamás había visto en la casa o en manos de alguno de sus tres captores. 

— ¿Qué…?—pregunto ella sin entender.
— Tómalo—indico esforzándose por no perder la paciencia—marca el número de tu casa.
— ¿Para qué?—pregunto Molly aún más espantada—¿Qué es lo que intentas?
— Llamaras a tu casa y dirás que te fuiste por voluntad propia—soltó confirmando una de tantas hipótesis que cruzaron por la mente de la chica—de ese modo te dejaran de buscar y nos quitarás a mi y a mis hermanos un enorme peso de encima.
— No pienso hacer eso—dijo Molly rápidamente—si te gusta cometer crímenes afronta las consecuencias. 
— ¡Escúchame!—grito Bo arriconandola contra la camioneta—aquí quien pone las órdenes soy yo y quien las obedece eres tú, que no se te olvide.
— Suéltame—exigió ella intentando zafarse del agarre de aquel hombre.
— Llama a tu maldita familia y dile que no piensas regresar—le indicó él extendiendo nuevamente el teléfono—hazlo o las próximas figuras de cera en exhibirse serán tus padres y tu hermanito—amenazo acercando demás su rostro al de Molly quien enseguida lo esquivó—hazlo—susurró en su oído.

Llena de rabia la joven Jones tomó el teléfono y marcó el número de su hogar. El primer intento fallo, nadie respondió, pero ante las insistencias y amenazas de Bo tuvo que marcar una segunda vez.

— Diga.

La voz de su padre se escuchó del otro lado, e inmediatamente las lágrimas fueron acumulándose en sus ojos.

— Pá…
— ¿Molly?—está vez la voz de Nicholas sonó entrecortada—mi amor ¿dónde estás? 
— Estoy….—enseguida sintió que Bo apretó su brazo con mayor fuerza—no puedo decirte pá, pero estoy bien.
— Pero dime dónde estás, estamos todos muy preocupados cariño,  no imaginas cómo está tu madre –contó Nick esforzándose por no sonar tan angustiado, pero le estaba resultando difícil—por favor dime donde estás, no importa donde sea, si quisiste irte tú , no me interesa solo dime donde y yo te iré a buscar.
— Lo siento pá—sollozo la joven Jones—lo siento pero no voy a volver.
— ¿Qué?
— Perdóname—expreso ella secando rápidamente sus lagrimas y tomando distancia de Bo—lo lamento, pero no voy a volver, por favor dejen de buscarme.
— Molly ¿qué estás diciendo? –pregunto su padre elevando la voz—¿alguien te esta obligando a decir eso?
— Te amo—susurró ella siéndole imposible no soltar más lágrimas—lo siento papi.

Enseguida el teléfono le fue arrebatado, Bo no sabía cuánto más ella podría continuar con aquello sin flaquear y acabar soltando información demás. 
En cuanto tuvo el aparato en sus manos, lo arrojó al piso haciéndolo trizas después con una roca. Estaba hecho, Molly permanecería con ellos, con él. 

Love and Death| [House of wax]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora