Capítulo 27.

1K 116 31
                                    

— Uhm…lo siento, no puedo creer que me hayas hablado—comento ella soltando una risita—disculpa, de cualquier modo no ¡claro que no! ¿De dónde sacas eso?

Vincent no formulo respuesta, sin embargo no hizo falta ya que ella enseguida reconoció de donde podía venir aquella pregunta.

— Si es por que dormimos juntos, fue solo porque estaba borracho y se sentía mal ¿sabes? Por eso lo acompañe, pero eso es todo.

Mintió, pero principalmente porque no considero fundamental dar detalles que solo le conciernen a ella y Bo.

— Ahora que sé que hablas ¿me dirás porque me ignoras?—cuestiono dando algunos pasos para aproximarse a él,  quien guardo silencio en todo momento—dime que hice mal e intentare remediarlo si puedo. 
— No has hecho nada.
— ¿No estás molesto conmigo?—cuestiono, Vincent aún mirándola fijamente negó con la cabeza.

Molly esbozó una pequeña sonrisa, Vincent le generaba ternura, sin mencionar que una sensación agradable, es decir, era una sensación extraña considerando quien era él—y que era parte fundamental de aquella banda de delincuentes que conformaba con sus hermanos—,pero le generaba una sensación de bienestar saber que él no estaba molesto con ella, ni nada parecido. 

— Molly—la voz de Lester los alarmó—¿vienes a comer? 
— Uhm…si, si, lo siento—contesto la blonda—¿seguro no quieres acompañarnos?

Pregunto por última vez a Vincent, este volteo hacia su escritorio para tomar el plato en sus manos y caminar junto a ellos de regreso a la casa.

Los tres cenaron tranquilamente, claro que la ausencia de Bo se sentía pero estuvieron en paz que fue lo más importante. 
Para cuando terminaron, Lester y Molly lavaron los platos, mientras que Vincent terminó de acomodar la mesa.

En cuanto la joven terminó con su labor, camino hasta el baño para cepillar sus dientes, y luego se dirigió hacia el dormitorio yendo directo hacia el armario. 

Tomo una remera amplia que usaba como pijama, se la colocó y estaba a punto de acostarse cuando golpearon la puerta. 

Se aproximó para abrir, divisando a Vincent del otro lado quien sostenía una figura de cera en sus manos, de lo que parecía ser Jonesy.

— Por favor ¡es hermoso!—exclamo la blonda esbozando una amplia sonrisa mientras tomaba la figura en sus manos—se nota que estas completamente enamorado de Jonesy—garantizo—¿Cuándo la hiciste?
— Ayer—contesto Vincent,  carraspeando después—es para ti.
— ¿Qué?—ella lo miro asombrada—¿es en serio?—cuestiono, y el pelinegro asintió con la cabeza—¡vaya! Uhm…muchas gracias –sonrió—creí que lo habías hecho para ti y venías a mostrármelo—explico soltando una risita—es increíble, de veras, no me cansaré de decírtelo, eres muy talentoso.

Molly fue hasta una cajonera donde sobre esta, se encontraban las dos figuras que Vincent previamente le había obsequiado, a la “exhibición" sumo aquella última figura del cachorro de la casa. 

— Seria increíble si le agradara un poco—comento la blonda encogiéndose de hombros—me recuerda a tu hermano, a veces le agradó y a veces simplemente quiere atacarme –añadió un poco en broma y otro poco en serio—como sea, muchas gracias, me gusto mucho. 

Vincent permaneció observándola en silencio unos segundos, hasta que ella optó por hablar. 

— ¿Pasa algo?—curioseo Molly, aunque él continuó en silencio—a veces me inquieta bastante cuando te pones así ¿sabes?—confesó caminando hacia la cama para poder sentarse en esta—nunca sé si te quedas así por costumbre o porque dije algo malo y te molestaste. 

Ella cubrió sus piernas con las sábanas y se acomodó mejor, recargando luego su espalda en el respaldo de la cama. 

— Ven, siéntate. Conversemos un rato.

Dio unos golpecitos en el colchón invitándolo a tomar asiento, Vincent aparentemente dudo un poco, no obstante termino accediendo, tomando asiento frente a ella.

Al principio la conversación se centró en Molly, en diferentes anécdotas de ella y su familia—en especial su hermano—, y alguna que otra experiencia con sus amigos, luego cuando el pelinegro fue relajándose termino hablando un poco sobre él.

— ¿Te duele?—cuestiono Molly.

Estaban ambos recostados en la cama y ella estaba posicionada de costado, observándolo mejor—aunque solo podía ver su ojo bueno, lo demás estaba cubierto por aquella mascara de cera.

— Quiero decir, algunas personas luego de operaciones o cosas por el estilo, sienten algunos dolores , aún si pasan años, en determinados momentos suelen tener molestias—trato de explicar—¿a ti te duele?—volvió a preguntar, refiriéndose claramente al rostro del hombre.
— A veces—susurro este.
— ¿Me mostrarás alguna vez tu rostro?—cuestiono y fue notable como género tensión en él—digo, sin presión, no tienes que hacerlo ahora pero…no lo sé, me agradas, me gustaría conocer tu rostro alguna vez. 

Aquella posibilidad ni siquiera merodeaba la mente de Vincent, realmente no le agradaba que nadie viese su rostro—por eso mismo usaba la máscara, claramente—, sin embargo la idea de que Molly lo viera lo espantaba,  lo hacía sentir bastante ansioso que ella estuviese diciéndole aquello pues no tenía planes de que ocurriera. 
La joven Jones le agradaba mucho, más de lo que hubiese querido y lo aterraba la idea de que lo viera. 

— ¿Estas bien?—pregunto Molly—lamento si te incomode, no tienes que hacer nada que no quieras, si algún día sientes el deseo de mostrarme tu rostro estará bien, y sino, también lo estará , no te preocupes.

Le dedico una pequeña sonrisa intentando transmitirle calma y lo consiguió. 
Molly no demoró en cambiar el tema para hacerlo sentir cómodo nuevamente, y la siguiente hora y media se la pasaron hablando de diferentes asuntos, al final fue Molly quien habló hasta por los codos y Vincent solo se dedicó a escucharla. Le resultaba fascinante el modo en que la joven se expresaba y mostraba contentura al recordar ciertas circunstancias.

[…]

La puerta de la casa se abrió de golpe, algunos ladridos provenientes de Jonesy se oyeron pero pronto fueron callados por Bo, quien se adentró bastante tambaleante a la casa. Apestaba a alcohol, se había pasado la noche fuera para evitar a Molly—también para castigarse por haber sido tan cretino con ella—, lo cierto es que se castigaba por muchas cosas, y el haber desarrollado cierta clase de sentimientos por ella era una. 

Camino con dificultad por aquel pasillo, subiendo las escaleras tratando de no tropezar y acabar en el suelo.
Finalmente llegó hasta la habitación de la blonda. No buscaba pelear, ni asustarla, solo quería verla nada más. 

Abrió la puerta encontrándose con la imagen que más temía, Molly estaba acostada siendo abrazada por su hermano, ambos plácidamente dormidos y al parecer disfrutando de la compañía del otro. 

Love and Death| [House of wax]Where stories live. Discover now