Capítulo 26.

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Molly lo hizo a un lado y se puso de pie para irse directo hacia su dormitorio.

—Sabes que ese no es el camino correcto para conquistarla ¿verdad?

Soltó Lester. Su hermano le dedicó una mirada asesina y luego tomó las llaves de su camioneta para salir, necesitaba tomar un poco de aire o incluso –con algo de suerte—,encontraría a alguien con quien desquitar su ira. 

Molly mientras tanto, estaba recostada en la cama soltando aquellas lágrimas que había estado acumulando durante el enfrentamiento con Bo.
Se sentía completamente humillada , sin mencionar la impotencia que sentía al no poder hacer nada. Ni siquiera podía irse de ahí, su única salida era encerrarse en aquella habitación e ignorarlo todo lo que pudiese.

[…]

—Estoy harto de ese detective inútil—mascullo Demian—no puedo entender como aún no han hecho nada, ni siquiera un maldito celular pudieron rastrear.
—Dijeron que el aparato ya no estaba con ella, fue inútil hacerlo –le dijo su madre quien intentaba calmarlo.
—Lo rastrearon al día siguiente de su desaparición, de haberlo hecho enseguida hubieran tenido tan siquiera una pista. 
—Calma, ellos están haciendo todo lo posible para encontrar a tu hermana, confía. 
—No puedo, no puedo confiar en esos inoperantes que solo mueven el trasero para arrestarme a mi o a Mitchell.

Hace unos días mientras seguían una posible pista la pareja llegó a un bar en el que acabaron metidos en una pelea, en cuanto la policía llegó decidieron arrestarlos junto a dos sujetos más.

—Estaban peleando cariño…
—Porque son unos imbéciles que creen tener derecho alguno a opinar con quien duermo o no, por eso pelee con ellos—replico Demian—no te entiendo mamá, ¿cómo diablos estás tan calmada?
—Demian—pronunció Nicholas irrumpiendo en la sala—cariño ve a recostarte un rato si quieres, descansa.

Gwen volteo hacia su esposo para dejar un beso en sus labios y luego marcharse hacia su dormitorio. En cuanto padre e hijo tuvieron privacidad, el mayor se decidió a hablar.

—Ya basta con estas escenas frente a tu madre—dijo con firmeza—ella no está bien…
—No lo parece, ciertamente la veo mucho más relajada que a ti y a mi juntos.
—Porque esta medicada—soltó Nick llamando la atención de su hijo.
—¿Cómo dices?
—Nunca te lo mencione, estabas muy alterado y no quise sumarte una angustia más –explico de antemano—pero dos días después de la desaparición de Molly, tu mamá sufrió una descompensación—comenzó pasando una mano por su cabello—cuando desperto solo preguntaba por Molly, quería verla, fue…fue una situación muy poco grata, la verdad—confeso—el punto es que luego de eso el doctor le receto unos remedios para mantenerla lo más calmada posible, es por eso que no esta como loca buscando respuestas y…y recorriendo la ciudad buscando a tu hermana, y siendo sincero la prefiero así. De este modo yo sé que esta a salvo en casa mientras yo salgo a buscar a Molly.

[…]

Caída la noche, como era costumbre Lester preparo la cena que consistía en carne con papas. Sirvió un poco en tres platos y camino hasta el dormitorio de Molly para despertarla.
—¿Ya es de día?—cuestiono esta aún adormilada. 
—No—río Lester—pero es hora de la cena, ven.
—Bueno—musito la blonda pero antes de ponerse de pie, pregunto—¿tu hermano esta…?
—No—contesto Lester—salió temprano y no ha regresado aún, y Vincent esta trabajando aún.

Ella no dijo nada, se puso de pie y camino detrás de él hasta el comedor.

—Ve comiendo si quieres, iré a llevarle esto a Vincent  y regreso.
—Espera—lo detuvo ella—¿puedo llevarlo yo? Quiero hablar con él.
—Claro, solo…solo no te demores mucho, sino se enfriará tu comida.

Molly tomó el plato en sus manos y camino por aquel túnel bajo la casa, era un poco más incomodo de atravesar pero mucho más cercano que salir de la casa y caminar hasta la casa de cera. 

Diviso aquella figura alta y de cabello negro trabajando en una de sus esculturas, carraspeo un poco para llamar su atención y así lo hizo, Vincent se volteó a verla.

—Te traje la comida.

Él limpió sus manos con un paño y tomó el plato para ir hasta su escritorio y dejarlo allí.

—Oye –hablo la blonda—¿Por qué estas molesto conmigo?—inquirió aunque no obtuvo respuesta—¿hice o dije algo mal?

Vincent continuó ocupándose de moldear aquella escultura, dándole la espalda e ignorándola por completo lo que la hizo sentir bastante mal, ya que él le estaba agradando bastante y en cierto modo la decepcionaba el haber arruinado ese buen trato con él.

—De acuerdo—susurro cabizbaja—no sé que te hice pero lo siento, tú me agradas Vincent…me agradas bastante, no hubiese querido que te molestaras conmigo pero esta bien, ya no te fastidiare más. 

Dicho eso dio media vuelta dispuesta a irse, como bien dijo Vincent le agradaba y lo que menos quería era estar molestándolo.
Llego a hacer apenas unos pasos cuando aquella voz un poco rasposa y susurrante la hicieron detenerse. 

—Espera…—ella dio media vuelta al escuchar sus palabras—¿tú y él…?
—¿Qué?

Parecía que a Vincent le estaba costando un poco formular su pregunta, o al menos expresarla. Le costaba hablar, desde niño había sido así, su voz le fallaba y si la forzaba mucho luego su garganta le dolía mucho, por esa misma razón había aprendido a utilizar su voz solo cuando era expresamente necesario o cuando simplemente se sentía cómodo de hacerlo, de otro modo prefería el silencio. 

Trago saliva y procedió a preguntar.

—Bo y tú…¿están juntos?

Molly mostró notable sorpresa ante su interrogante, jamás imagino que él llegase a hablarle y muchísimo menos que aquello sería lo primero que le diría. 

Love and Death| [House of wax]Where stories live. Discover now