Capítulo 23.

979 105 27
                                    

 Rápido trato de quitármelo de las manos, sin embargo me volteé esquivándolo.

— Eres muy talentoso, en serio—exprese observando encantada aquel dibujo.

Me entusiasmó de cierto modo, nunca jamás me habían dibujado, quiero decir no de buena forma. Cuando era pequeña tenía unos compañeros que hacían dibujos sobre mi, pero eran en su mayoría muy despectivos y creados únicamente para burlarse de mi, en este caso era muy diferente.

— Espera—lo detuve cuando trato de quitarme el dibujo una vez más—¿me lo obsequias?—le pregunté sonriendo ahora—por favor, me encanto ¿puedo conservarlo? 

En cuanto me volteé él ya estaba tras de mi y admito que me inhibió bastante el tenerlo tan cerca y tan de frente, es bastante alto y —posiblemente—, por su máscara y su aspecto impone mucho. 

— Si no puedo tomarlo esta bien, lamento si te estoy molestando—exprese un poco apenada a decir verdad—disculpa. 

Me di la vuelta intentando marcharme, pero me detuve al sentir su mano en mi brazo. Admito que me asuste, quizá cruce los límites con mi insistencia y lo hice enfadar, de cualquier modo en cuanto me voltee sentí inevitable alivio al verlo extender el dibujo hacia mi.

— ¿Seguro?—note como asintió con la cabeza—pues gracias entonces—sonreí un poco intentado ser amable y tome el papel en mis manos—uhm…mejor regreso así continúas trabajando—señale algo incomoda la figura llena de cera a nuestro costado—nos vemos. 

Enseguida regrese por el mismo camino hacia la casa y trate de ir directo hacia mi dormitorio, no obstante en cuanto estuve en el pasillo me topé con Bo.

— ¿Dónde estabas?—cuestiono con seriedad, traté de ignorarlo pero me detuvo cuando pase por su lado—dime donde estabas niña.
— Con Vincent—respondí sin siquiera mirarlo—¿puedo ir a mi cuarto ahora?
— ¿Y qué tanto hacías con Vincent allá abajo?—insistió y se mostró algo extrañado—a él no le gusta que interrumpan su trabajo, no puedes volver a bajar. 
— No me ha dicho nada así que iré cuantas veces quiera—replique. 

Hice ademán de reanudar mi caminata, pero volvió a detenerme y esta vez lo que capto su atención fue el papel en mis manos.

— ¿Qué es eso?
— Que te importa.
— Dámelo—me ordenó intentando quitármelo de las manos, pero lo esquive—¡que me lo des!
— ¡Ya basta!—me queje—¿Por qué tienes que saberlo todo siempre? 
— Porque si, ahora dame eso—me dijo arrebatándome el dibujo de las manos.

Trate de recuperarlo pero me lo impidió. Note como su mirada , su expresión iba cambiando a medida que observaba el dibujo mostrando cada vez más molestia y no podía entender porque, comprendo que me odie pero no tiene porque ponerse así debido a solo un dibujo.

— Maldito idiota—lo oí murmurar—¿qué demonios significa esto?
— ¿Qué? Es un dibujo, ¿aparte de anciano eres ciego acaso?
— ¿Por qué te dibujo?—pregunto con mayor seriedad que antes—¿Qué es lo que ocurre entre ustedes?
— ¿Qué …?—lo miré sin poder creer lo que estaba preguntando—eres un idiota,  realmente lo eres.
— ¡responde lo que te pregunte!—exigió tomándome del brazo con bastante fuerza a decir verdad.
— No sucede nada , ahora déjame en paz—me queje zafándome de él—dame el dibujo.
— ¿Qué?
— Dame el dibujo. Es mío, devuélvemelo.

Ignoro mi pedido y comenzó a romper en trozos aquel papel, colocando luego los trozos rotos en mis manos.

— Ten tu dibujito niña.

Lo vi caminar por aquel pasillo para adentrarse a la habitación que daba con el túnel, sin embargo no le di importancia, continué caminando hasta la sala de estar, revisé unos cajones en busca de alguna cinta adhesiva. La halle, pero también halle unas fotografías y unos recortes de diario respecto a unos siameses separados mediante cirugía al nacer. 
No comprendí muy bien al inicio, sin embargo al ver aquellas fotografías de dos niños—faltándole a uno de ellos la mitad del rostro—pude deducir de quiénes se trataban. 

— ¿Qué haces?

Di un brinquito en mi lugar al oír la voz de Lester, aunque luego agradecí que se haya tratado de él y no de Bo.

— Uhm…buscaba cinta adhesiva –dije intentando guardar las fotografías pero cuando se aproximó alcanzó a verlas—lo siento…
— Descuida—musito—supongo que ahora entiendes porque Vincent usa su máscara—menciono tomando las fotografías para guardarlas nuevamente en el cajón—y porque Bo es un desquiciado, la verdad siempre creí que en la cirugía habían tocado de más en su cabeza y lo dañaron.
— Eso explicaría muchas cosas la verdad—me encogí de hombros y él rio—como sea, ¿en qué pensaba tu padre cuando decidió operarlos? Digo, eso decía en el periódico.
— Pues supongo que en su bienestar—contestó bajando la mirada—quería que tuvieran una buena vida, y separados quizá les sería más sencillo.

Hubiéramos continuado la charla de no ser por el irritante de Bo, que al parecer continuaba con ganas de fastidiar.

— Vete a tu habitación—me ordeno aparentemente enfadado—¿Qué no escuchas niña? A tu habitación.
— ¿Crees que eres mi padre acaso?
— No estoy para tus juegos—mascullo aproximándose a mi para sujetarse con fuerza del brazo—¡camina!

Grito aun más molesto que antes. No entiendo que rayos le sucede pero no voy a enfrentarlo, cuando se pone así es mejor simplemente ignorarlo, de lo contrario podría ser peor. 

Love and Death| [House of wax]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant