Capítulo 5.

1.4K 125 7
                                    

Molly abrió los ojos con dificultad, enseguida intento llevar una mano hasta su nuca que dolía, pero no pudo debido a la atadura en sus manos.  

— ¿Qué…?

Se removió en el lugar y luchó por librarse, sus pies estaban atados también, de cualquier modo cada intento fue en vano ya que no podía librarse, solo consiguió lastimarse. 
Con la mirada inspeccionó la habitación en la que se encontraba y se dio cuenta de que no la había visto antes, no era un sitio que conociera en absoluto, no obstante si sospechaba quien podía haberla dejado ahí: Bo. 
Una sensación de rabia e impotencia la invadieron en solo segundos, no podía creer su ingenuidad al confiarse de un completo extraño.

Pronto unos gritos interrumpieron la actividad en su mente y la rabia fue reemplazada por temor. Al parecer aquel sujeto Bo estaba teniendo una discusión con alguien más, de cualquier modo nunca se escuchó una respuesta, solo los gritos y “regaños" del mecánico. 

— Te he dicho un millón de veces que no hagas nada sin mí autorización.

Su gemelo solo estaba parado en un costado, algo encorvado aceptando aquel regaño como si Bo fuese su padre o algo así.

— ¡Te dije que a ese quería matarlo yo, imbécil!—soltó con rabia viendo por la ventana hacia aquel cuerpo decapitado en la camioneta—¿los demás escaparon?

Vincent no contesto nada, por lo que aquello fue interpretado como un “si" por parte de su hermano.

— Maldita sea –mascullo Bo apretando con fuerza los puños—iré a ocuparme de la chica, lárgate.

Dicho eso Bo camino por aquel pasillo hasta llegar a su habitación, mantendría allí a la blonda hasta que pudiera trasladarla hacia su guarida en la gasolinera,  entre tanto no veía porque no podía divertirse antes de que pasara a ser una escultura más.

— Hola—dijo nada más cruzar la puerta y verla consiente—que bueno que despertaste ¿cómo te sientes?
— ¿Dónde estoy? ¿Qué diablos pasa contigo?—cuestiono Molly removiéndose intentando soltarse—¡libérame ahora mismo!—solo oyó una risa como respuesta.
— ¿Realmente te sientes en posición de exigir alguna cosa?—cuestiono Bo.
— ¿qué diablos te he hecho? No me conoces ¿Por qué mierda estás haciendo esto?
— ¡Cierra la boca!—ordeno el hombre agachándose para quedar a la altura de la joven—en lugar de gritar y exigir estupideces deberías estar agradecida por mi consideración.
— ¿Consideración?—pregunto la blonda en casi un grito.
— Estas viva ¿no?
— ¡Quítame las manos de encima!

Grito en cuanto el sujeto la tomó de los brazos haciendo que se recueste en el piso, de cualquier modo a pesar de los forcejeos de la muchacha él no se detuvo.

Bajo sus manos hasta los pies de la muchacha y deshizo el amarre de estos, sus intenciones eran por demás claras, por eso mismo Molly decidió actuar.  Su padre se había encargado de enseñarle tanto a ella como a su hermano como defenderse, por su propia experiencia personal les habia inculcado que en situación de peligro hicieran lo que fuese necesario para sobrevivir y Molly tenia claro que no moriría, ni sería abusada por ese sujeto, no se lo permitiría. 

Extendió sus manos aún atadas hasta un costado de la cama donde había un bate de béisbol y no dudo en tomarlo en sus manos como pudo y estrellarlo contra la cabeza de Bo.

— Te dije que me quitarás las manos de encima, maldito degenerado.

Mascullo haciéndolo a un costado, no había conseguido dejarlo inconsciente pero si lo había atontado bastante aquel golpe. Aprovechando que sus pies estaban libres de ataduras , lo hizo a un lado a Bo, sujeto con fuerza el bate y salió velozmente de la habitación. 
Ni siquiera pensó en la otra persona que sabía acompañaba a aquel mecánico, solo quería salir cuanto antes de aquella casa.

Afortunadamente no se topó con nadie en el camino y en cuanto pudo salir, corrió como nunca antes. 

Una vez que estuvo lo suficientemente lejos reviso sus bolsillos en busca de su teléfono, le marcó a su hermano pero no obtuvo respuesta alguna, tampoco de parte del grupo que tenía con sus amigos. Nadie le respondió y eso no hacia más que asustarla, ya que si no respondían la probabilidad de que hubiesen sido asesinados era alta.

Corto el amarre de sus muñecas contra unas fuertes ramas de un árbol cercano, y tras pensar un poco decidió correr hacia la iglesia, husmearía a ver si había alguien que pudiese ayudarla, pero no se fiaría como lo hizo temprano, no la volverían a engañar. 

Espió abriendo apenas la puerta y se percató de que estaban en otro funeral, frunció el ceño un poco confundida, aun así se adentró. Alguien allí dentro debía ayudarla, no todos podían ser unos psicópatas. 

— Por favor ayúdenme—hablo intentando llamar la atención de los presentes, aunque no le funciono—por favor, hay un par de locos intentando lastimarme a mi y a mis ami…—se quedo helada al acercarse y percatarse de que no había personas, sino figuras de cera—¿Qué…?

Todos, absolutamente todos incluyendo al sacerdote, estaban hechos de cera. Dio un último vistazo totalmente perturbada ante lo que observaba y decidida salió del lugar, fue con cuidado tratando de no exponerse demasiado, hasta que dio con una tienda. 

— ¡abran, por favor!—exclamo dando golpes en la puerta—necesito entrar, por favor ¡alguien!

Sus intentos fueron en vano, nadie le abrió la puerta, nadie contestó por lo que continuo caminando. No se detuvo hasta dar con unos arbustos , poniéndose de cuclillas para evitar que alguien la vea y tomó su teléfono una vez más para marcarle a su hermano.

— Por favor responde—pidió , segundos luego la voz de su hermano se escuchó,  desafortunadamente solo se trataba de la grabadora indicándole que deje un mensaje –Demian por Dios, si estás bien responde tan siquiera un mensaje—pidió—no sé donde estén pero por nada del mundo busquen a Bo, él está atrás de todo esto al igual que el sujeto de la casa, hagan lo que hagan no lo busquen.

Pronto comenzó a sentir unos pasos aproximándose por lo que finalizó el mensaje, guardo su teléfono y quedo en completo silencio.

Desde su escondite divisó a Bo caminando por la calle, iba fumando un cigarro con toda la calma del mundo, aún así estaba buscándola,  se notaba. Cada tanto se inclinaba o revisaba cualquier hueco donde podría encontrarse, tenía que moverse o la encontraría. 

Observo como aquel tipo se adentró a la iglesia, tomo aquella como la oportunidad perfecta para huir, por lo que en cuanto se aseguró de que no seria oída,  dio media vuelta para poder huir, soltando un grito al toparse con aquel tipo del cabello oscuro y largo , quien hizo ademán de tomarla no obstante Molly se dio la vuelta echando a correr de regreso al pueblo.

No quería, no era precisamente su plan exponerse otra vez pero para ir hacia la carretera debía ir hacia donde estaba Vincent, lo que era una muerte segura. 

Corrió todo lo que pudo, deteniéndose otra vez al divisar a aquel hombre que los recibió al llegar a Ambrose,  el mismo que les había indicado buscar a Bo. Era otro cómplice, ella lo supo de inmediato.

— ¡Bastardo!

Molly quería golpearlo, aún así continuó corriendo esta vez hacia la izquierda , su plan era atravesar con suerte el jardín de alguna casa hasta poder salir de aquel pueblo, no obstante sus planes se vieron frustrados en cuanto la sujetaron de un brazo y su ropa,  arrastrándola hacia atrás haciéndola caer con fuerza al piso. 

Reconoció al de pelo largo como su atacante, sintió que moría cuando lo vio sacar unas cuchillas elevándolas con fuerza con la clara intención de clavarlas en ella.

Love and Death| [House of wax]Where stories live. Discover now