Capítulo 43.

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 — No llores –lo oí decirme y sentí como limpio mis lagrimas con la yema de sus dedos—no llores, yo comprendo lo que sientes pero tenías que saberlo. Tienes que abrir los ojos, no puedes continuar sintiendo cariño por esas personas.

No dije nada, luego de aquello y del fuerte abrazo que me brindó, me recosté en la cama y le pedí que se marchara. Necesitaba estar sola para poder procesar lo que me había dicho y tomar una decisión en base a eso. 

[…]

Desperté por el llamado de mi padre, quien insistía con que bajara a la sala que tenía una sorpresa para mi. 

Me levante, lave mi cara, me coloqué un suéter y bajé. 

— ¿De qué se trata?—cuestione cruzando los brazos contra mi cuerpo, estaba haciendo un poco de frío.
— Hola preciosa.

Frente a mi estaba mi tía Carly, de inmediato una sonrisa se dibujó en mis labios y me acerqué a abrazarla. Debido a su viaje y luego con lo que ocurrió conmigo llevaba alrededor de un año sin verla, no podía creer el tenerla frente a mi otra vez. 

— Te extrañé mucho.

Susurré aferrándome a aquel abrazo. Demian y yo siempre fuimos muy unidos con ella, del mismo modo en que Wade lo era con mis padres. Muy a pesar de las diferencias entre tía Carly y papá, siempre nos recalcaron mucho la importancia de mantenerse unidos. 
A mi entender—por lo menos, lo que recuerdo que me han contado—tuvieron una época en la que estuvieron muy distanciados, y siempre recalcaron cuán arrepentidos estaban de ello. Desde entonces se volvieron muy unidos, como cuando eran niños y eso nos transmitieron a nosotros. Es por eso que Demian y yo somos tan unidos, es por eso que Wade es prácticamente un hermano para nosotros.

— Y yo a ti preciosa, te echamos muchísimo de menos –la oí decirme.
— ¿No hay un abrazo para mi?

Solté una risita e interrumpí el abrazo con mi tia para prácticamente prenderme a Wade, quien me abrazó efusivamente. 

— Que gusto poder abrazarte por fin Molly—dijo en mi oído,  dejando luego un beso en mi mejilla.
— Si supieras cuánto te extrañe bobito. 
— Y yo a ti, mucho.

Enseguida se apartó y me examinó con la mirada.

— ¿Tú estás bien? ¿No te hirieron?
— No, tranquilo, estoy muy bien—garantice.

Me hizo un par de preguntas más y acabé riendo ante su exageración, es decir, entiendo la preocupación pero me estaba viendo, sabia que estaba bien e igual trataba de asegurarse. 
Luego de una larga charla entre todos, aproveché que tía Carly y papá fueron por unos bocadillos a la cocina para acercarme a ellos.

— Tía ¿crees que podamos hablar un segundo?
— Claro cielo—me contesto.
— De acuerdo, veo que estoy sobrando—bromeo papá y le sonreí –con permiso.

Tomo una bandeja con unos brownies y algunas galletas y se marchó hacia la sala. 
Por mi parte, me acerqué más a mi tía para que la conversación sea lo más privada posible.

— ¿sobre qué quieres hablar, cariño?
— Sobre Ambrose—conteste y su semblante tranquilo y sonriente cambio, tornándose seria e incluso puedo jurar que se tenso—sobre los Sinclair y lo que paso hace veintitrés años.
— Ya veo—trago en seco—tu hermano me contó al respecto, de hecho aun no se lo dijo a tu papá porque no sabe como podría tomarlo pero…sé que fueron ellos los que te secuestraron.
— ¿Qué fue lo que paso aquel día, tía? Dímelo. 

Soltó un suspiro y tomo asiento, invitándome a hacer lo mismo. Me senté frente a ella disponiéndome a oir todo lo que tuviese para contarme.

— Esa noche pasaron muchas cosas Molly, cosas que hubiese preferido jamás haber vivido—comenzó—íbamos de camino a un juego de fútbol, tu padre, Wade y yo junto a unos amigos, pero decidimos parar para poder descansar un poco, era tarde y manejar de noche en la carretera puede ser peligroso.
— Luego de eso llegaron a Ambrose, recuerdo algo de lo que nos solía contar papá de niños.
— Si, una vez allí las cosas se pusieron extrañas, comenzando por el pueblo que está habitado solo por figuras de cera y esos tres monstruos.
— Ve al punto tía, por favor.
— Wade entro a su casa y jamás salió, por lo que quede sola y…ese sujeto me siguió. Recuerdo que corrí como nunca antes, pero no fue suficiente porque me alcanzo y me llevo hasta ese lugar…ese asqueroso lugar en la gasolinera.
— ¿Qué?
— En la gasolinera, si entras y vas al fondo hay unas escaleras que conducen hacia una especie de habitación subterránea, allí es donde lleva a las muchachas para abusar de ellas.

Su mirada estaba perdida, al parecer recordaba vívidamente todo. De cualquier modo, mi atención estaba en sus palabras, en todo lo que contaba y en como solo podía pensar en solo una persona a medida que oía aquello.

— ¿Cuál de ellos fue?—atine a preguntar.
—  Bo—me contesto—él además de matar abusa de cualquier mujer que se cruce. Vincent es quien crea las figuras de cera…y el otro solo atrae a la gente al pueblo. 
— ¿Abuso de ti?
— ¿Qué?
— ¿Bo abusó de ti?

No sé si modificaba algo su respuesta, digo, así no hubiese abusado de ella probablemente abuso de otras mujeres lo que era igual de grave.

— No, de mi no…tu papá llego justo a tiempo para rescatarme—me dijo—cielo yo no sé que hayas vivido tú ahí, si ese puerco se atrevió a tocarte o…no lo sé, pero lo que sea que pienses de él ahora déjame decirte que estás equivocada…
— No tienes idea de lo que pienso de él ahora mismo—garantice.
— Si lo sé, Demian me lo dijo…tú crees que lo quieres, que quieres a todos ellos pero eso no es cariño, es…
— Es amor—solloce, no creí que iba a decirlo en voz alta y menos admitirlo frente a mi tía pero de este modo sucedió—lo siento, no sabia que habían sido ellos quienes los lastimaron, no sabía que él intentó…lo siento tía.

Enseguida recibí su abrazo, creí que me regañaría por ser tan estúpida de haber caído en la labia de aquellos tres, de Bo, pero no fue así. Me abrazo, me contuvo y por fin sentí realmente comprensión desde que llegué. 

•••
ojalá les guste este nuevo capítulo,  gracias por continuar leyendo 💗

Love and Death| [House of wax]Where stories live. Discover now