Capítulo 10.

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—Nos reuniremos esta tarde en casa de Ash para estudiar –hablo Mackenzie alcanzando a su amiga.
—Claro—respondió esta sin dejar de ver al frente—¿pero nos vemos primero en la cafetería? Tomemos algo y luego si nos metemos de lleno a la tortura.
—Me parece un buen plan –rio Mac—nos vemos ahí entonces, voy a mi clase.
—Suerte.

Molly le sonrió y continuó caminando hacia su sala correspondiente.

Las horas pasaron de un modo muy lento, al menos así lo sintió la joven Jones.  Estaba muy comprometida con los estudios porque realmente deseaba graduarse y luego conseguir un buen empleo, sin embargo tanto leer y estudiar muchas veces la cansaban más de la cuenta.

Para cuando sus clases acabaron tomo su bolso y con pesadez fue abandonando el establecimiento. Iría directo a la cafetería donde siempre se reunía con sus amigos, no quedaba lejos por lo que decidió caminar.

Las calles no estaban muy habitadas esa tarde, el clima no era el mejor por eso mismo la gente optaba quizá quedarse en sus hogares.

La blonda estaba por cruzar la calle cuando una camioneta se atravesó de repente en su camino, noto que estaba estacionada a unos metros pero no le dio importancia, no creyó que se atravesaría precisamente cuando ella iba a cruzar la calle.

—Maldición—murmuro dando algunos pasos hacia atrás.

No pudo siquiera gritarle ya que aquella persona aceleró y continuó con su camino, de cualquier modo decidió no darle demasiada importancia, conductores irresponsables los hay en todos lados, no era la primera vez que lidiaba con un idiota así. 

Se puso mejor su bolso y cruzó la calle, iba más alerta a los pocos coches que había, no quería repetir una situación como la pasada momentos antes.
Molly estaba a solo una calle de llegar a su destino, cuando sintió un fuerte ardor en la cabeza y lo próximo que vio fue oscuridad, absoluta y completa oscuridad. 

Cuatro horas más tarde 

—¿Y bien?—pregunto Mitchell entrando a la casa de sus suegros—¿hay alguna novedad?
—Nada aun—respondió Nick—dimos aviso a la policía y ya están buscándola pero aún no nos traen ninguna noticia –conto pasando sus manos por su cabello en señal de completa frustración—no entiendo que sucedió…
—No sucedió nada –interfirió Gwen, su esposa y madre de Molly—ha de estar con alguna amiga o amigo, quizá es solo una travesura. No pudo pasarle nada, no a ella –soltó negando rápidamente con la cabeza.

Lamentablemente los secuestros ocurrían  muy a menudo en todos lados, y Gainesville no era la excepción en absoluto. Muchas mujeres desaparecían y sabiendo perfectamente cómo era su hija, sabían que no podía estar divirtiéndose por ahí,  algo le había pasado.

—Papá.

Demian estaba en la cocina y lo llamó,  necesitaba conversar a solas con él.

—Tenemos que salir a buscarla –decidió el muchacho con suma seguridad.
—Demian...
—¡No!—lo interrumpió—conocemos a Molly, ella avisa cada vez que sale, especialmente luego de lo que vivimos. La regla es mantenernos al tanto para no generar este tipo de situaciones ¿crees que si estuviera con unos amigos como mamá dice no habría mandado un maldito mensaje de texto siquiera?—le pregunto.
—Quizá…quizá su bateria murió .
—Algo le pasó papá, algo le pasó y no me sentare a esperar que le ocurra algo malo –aclaro el rubio con absoluta seriedad—debemos buscarla.

Nicholas sabia que su hijo tenía razón, su único motivo para esperar es que confiaba en que todo era un malentendido y Molly se encontraba a salvo, sin embargo las horas no hacían más que aumentar el miedo y la incertidumbre.
El hombre no lo dudo, tomo sus llaves y salió de casa junto a Demian, dispuestos los dos a encontrar a Molly.

Mientras tanto, la joven Jones abría los ojos, estaba en un sitio oscuro , alumbrado apenas por la luz de dos o tres velas. 

Sus manos estaban sujetas al respaldo de la cama, al igual que sus pies, los cuales movió con fuerza en un vano intento por liberarse. 

—Bienvenida de nuevo niña—volteo de inmediato hacia la puerta al oír aquella voz, esa maldita voz que no le llevo ni medio segundo reconocer—que gusto tenerte aquí de nuevo. 

Bo sonrió con puro cinismo, también con satisfacción no solo por disfrutar el verla tan espantada, sino porque había conseguido su cometido , finalmente la había raptado.

Love and Death| [House of wax]Where stories live. Discover now