Capítulo 16.

1K 103 24
                                    

Dos semanas más tarde

Molly continuaba encerrada, los primeros días comió en el dormitorio, luego comenzaron a incluirla nuevamente en la mesa. Aun no recibía ningún tipo de castigo físico, lo que la extraño demasiado teniendo en cuenta que tenía ya conocimiento de cuan sádicos podían ser. 
Aún así, considerando que Bo asesino un sujeto frente a sus ojos y le hecho la culpa luego, tal vez ese había sido su castigo. Ser responsable por la muerte de un inocente.

— ¿Piensas levantarte?—aquella voz que tanto odiaba estaba hablándole de nuevo—anda, muévete, tenemos que salir.
— ¿Qué?—cuestiono la blonda incorporándose y viéndolo confundida.
— ¿Porque nunca entiendes lo que digo?
— Porque no sabes hablar, quizá—replico Molly—¿Quién saldrá?
— Nosotros. Tú y yo—contesto Bo.
— ¿A dónde?
— No te entusiasmes, no te llevaré a una cita—le aclaro tan arrogante como siempre—eres un asco y vistes lo mismo cada día, te llevaré a que compres algo de ropa. 

Molly enarco una ceja y se cruzó de brazos.

— ¿has visto a tus hermanos?—le pregunto—¿o te has visto en un espejo siquiera?
— Mejor muévete.

Fue todo lo que el mecánico dijo para luego salir de la habitación. Molly demoro un poco entre que fue al baño y se cambió de ropa, entre tanto Lester aprovechó para interrogar a su hermano.

— ¿Estas seguro de sacarla?—cuestiono el hombre—digo, intento huir hace dos semanas ¿qué tal que lo intente de nuevo?
— No lo hará—aseguro Bo, llevando un cigarro hasta su boca—la última vez aprendió la lección, dudo que quiera ser responsable por la muerte de otra persona.
— No lo sé Bo…
— Mejor ocúpate de tus asuntos ¿quieres? Esto es tema mío.

En cuanto la joven Jones apareció, fue llevada hasta la camioneta por Bo quien durante todo el trayecto se la paso enumerando las posibles y terribles consecuencias si ella se pasaba de lista. 

Luego de hora y media llegaron al pueblo más cercano, era poco más grande que Ambrose pero tenía una tienda de ropa. 

En cuanto a Bo, no es que fuese millonario pero decidió darle algún uso al dinero que había extraído de las últimas víctimas. Compraría más cera, algo de comida y algunas prendas para la muchacha. 

— La última advertencia—hablo antes de bajarse de la camioneta—camioneta—intentas alguna cosa y mueres.

Amenazo mostrándole una navaja que luego guardó en el bolsillo de su pantalón.
En cuanto bajaron del coche, sujeto con fuerza la mano de la muchacha quien si bien intentó negarse y zafarse del agarre, él la tomó con mayor fuerza.

— Dame la mano y sígueme el juego—le ordeno entre dientes.

Hicieron un par de pasos más hasta que se adentraron a la tienda de ropa, no había mucha gente dentro, a lo sumo cuatro personas incluyendo al dueño.

— Buenas tardes—saludo Bo—mi novia quisiera comprar algunas blusas, pantalones, ya sabe ¿podría mostrarle algo que sea de su agrado?
— Claro, dime tu talla—pidió aquel amable señor viendo a la joven, quien no dejaba de ver a Bo con absoluta seriedad.
— Responde cariño, el señor está hablándote.

Le sonrió y presionó con disimulo su mano, Molly contestó y comenzó a ver las prendas que aquel señor le acercó. Finalmente tomo algunas cosas y fue hasta el probador.

En cuanto se probó algunas cosas acabo dejando la mitad, no obstante algunas cosas llevo. 

— ¿Era necesario decir que soy tu novia?—pregunto la joven entre dientes.
— ¿Qué querías que dijera, que eras mi hermana?—respondió Bo en un susurro, estaban cerca de la caja y no quería que nadie los oyera.
— O tu hija, maldito anciano—replico ella zafándose de su agarre y cruzándose de brazos—ya basta, no te tomaré de la mano otra vez.

Pronto acabaron de pelear ya que tuvieron que pagar lo que llevarían. Luego de salir de esa tienda fueron a dos más y en cuanto tuvieron todo lo que necesitaban, se subieron a la camioneta disponiéndose a regresar a Ambrose. 

Molly no intento nada esta vez, no porque no quisiera sino por miedo, también culpa después de lo ocurrido la última vez que trato de pedir ayuda. Temía causar la muerte de alguien más, por eso es que había guardado silencio.

— ¿Porqué paramos aquí?—pregunto la blonda cuando se detuvieron frente a la gasolinera.
— Porque necesito cargar gasolina, por eso—respondió Bo, de mala gana—no hace falta que repita que si intentas algo, te mato ¿verdad?

Molly le dedicó la peor de las miradas, pero poco le importo al mecánico. Este solo se bajó de la camioneta para  cargar gasolina en la misma, entre tanto Molly—quien había bajado también—,observaba todo a su alrededor, siendo la casa de cera que estaba donde se encontraba la antigua. Era exactamente igual a la anterior.

— Hola –oyó a su costado y se volteó—lo siento, estamos buscando a un sujeto llamado Bo, es dueño de aquí ¿lo has visto?

Era una pelirroja acompañada de dos muchachos, un castaño y otro rubio. Los tres se veían amables y era claro que serían las próximas víctimas.

— ¡soy yo!—Bo enseguida se les acercó—¿en que puedo ayudarlos?
— Uhm…necesitamos gasolina—respondió ahora el sujeto rubio—y una banda para nuestro carro.
— Claro—contestó el mecánico—querida—le hablo a Molly, quien en un principio lo ignoró—cielo, te estoy hablando—insistió tratando de no perder la paciencia.
— ¿Qué quieres?
— Busca una banda entre que les doy gasolina.
— Del 18 por favor –pidió el joven rubio.

Molly asintió levemente y camino hasta dentro de la estación luego de que Bo le entregara las llaves. Entre tanto, este se quedó cargándoles gasolina, dedicándole alguna que otra mirada llena de odio a aquel castaño quien no dejaba de ver a Molly.

De hecho, aprovechando que sus amigos  conversaban con Bo, camino hasta dentro de la estación para poder estar a solas con la joven.

— Hola de nuevo –dijo con sus manos en los bolsillos, regalándole una amable sonrisa a la joven—uhm…la banda es de 18 ¿recuerdas?
— Si, pero no hay colgadas creí que quizá habría en alguna caja.

Explico mientras revolvía en algunas cajas del piso, lo cierto es que solo buscaba de algún arma para utilizar más tarde, poco y nada le importaba darles una banda para el carro de esos tres.

— ¿Cual es tu nombre?—pregunto aquel castaño con bastante curiosidad.
— Molly—contesto ella, volteándose a verlo—¿y el tuyo?
— Malcolm—respondió amablemente.
— ¿Y qué hacen aquí?—interrogo la blonda—digo, ¿hacia dónde se dirigen o…?
— Vamos a Nueva York—contesto él joven—solo que nos quedamos sin combustible, suerte que nos encontramos a un sujeto que nos dijo sobre este pueblo y la gasolinera—comentó, ella supo enseguida a quien se refería—Janet quiere visitar la  casa de cera luego ¿gustarías acompañarnos?
— no—soltó velozmente la rubia—uhm…no vayan ahí, no pueden.
— ¿Por qué no?
— Esta cerrada, lleva años así—respondió lo primero que se le ocurrió—la gente no es muy amable aquí,  será mejor que se vayan cuanto antes.
— ¿Estas bien?

Malcolm la observaba con extrañez , desde un principio le resultó rara y ahora que la oía hablar con mayor razón.

— Okey—musito este—consigue esa banda por favor.

La joven Jones no insistió, no quería que por intentar ayudarlos, aquel sujeto la delatara con Bo por lo que guardo silencio. 
De cualquier modo volvió a hablar, mejor dicho reaccionó y de la peor manera cuando sintió el acercamiento de Malcolm, quien le indicó que se callara mientras la arrinconaba contra unas cajas saliendo de la visión de la gente que estaba fuera.

— ¿Qué demonios haces?—le pregunto ella, intento gritar no obstante la mano de aquel castaño sobre su boca le impidió hacerlo.
— Cierra la maldita boca o te haré daño.

Con una mano le tapó la boca a la muchacha y con la otra recorrió el cuerpo de esta, manoseándola por encima de la ropa. Se trataba de otro asqueroso, otro ser desagradable que creía que esa joven estaba buscando ser tocada.

Molly grito el nombre de aquel mecánico en busca de ayuda, y se removió en su lugar golpeando el pecho de su atacante, tratando de apartarlo, hasta que por fin pudo golpearlo en la entrepierna y consiguió hacer que este tome distancia, cayendo al piso doblegándose del dolor.

Lo próximo que sintió fue puro espanto al ver como Bo se acercaba a ellos y degollaba a Malcolm frente a ella y los amigos de este.

Love and Death| [House of wax]Where stories live. Discover now