Capítulo 48.

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Una semana había transcurrido , semana en la que Molly se encontraba intentando retomar su vida. Había reanudado sus estudios, y obtenido el empleo de mesera, lo que significaba que su día estaba completo por ende su cabeza la mantenía continuamente en libros, tareas y órdenes de waffles, entre otras variedades.

Bo no había vuelto a aparecer, todo parecía indicar que se había marchado sin embargo sabia que en Ambrose no estaba. Había oído a sus padres y su hermano hablar, montaron un operativo en el pueblo en busca de ellos pero no pudieron encontrarlos, lo que la llevo a pensar que quizá Bo le había hecho caso y estaba ahora intentando ocultarse junto a sus hermanos.

De cualquier modo, no podía negar que la semana transcurrida había sido la mejor en mucho tiempo. Empezaba a sentirse tranquila, a tener un poco de paz mental y simplemente no podía pedir más.

"Pasaré por ti en cuanto termines, te invito a comer ¿qué dices?"

Leyó el mensaje que su hermano acababa de enviarle, sonrió a la pantalla y le contestó con un gran "acepto". Las cosas con Demian iban acomodándose, si bien él estaba aún enojado por ciertas cosas podía comprender un poco la situación de su hermana, o al menos se esforzaba por comprenderla, de momento su prioridad era estar bien con ella y ser tan unidos como siempre.

Molly pronto guardo su teléfono y continuo con su labor, tomando órdenes y sirviendo mesas. Así fue durante la siguiente hora y media que le quedaba.
Finalmente, cuando termino, se despidió de sus compañeros, tomó su chaqueta y salió fuera reuniéndose con Demian que llevaba esperándola hace unos minutos.

[...]

Luego de compartir un por demás agradable almuerzo, llego la hora del postre y Demian en plan de agasajar a su hermana había comprado lemon pie, el favorito de la blonda.

- Oye-le hablo el rubio.

Basto que Molly lo mirara y analizara brevemente para saber que estaba nervioso. Jugaba con sus manos, y su pierna derecha no dejaba de moverse.

- Dímelo-soltó rápidamente ella-te conozco Demian, algo te pasa. Dímelo ya.
- Te detesto -rio él entrecerrando los ojos.
- Dime tontito ¿qué pasó?
- Veras -sonrió jugando nerviosamente con sus manos-sé que quizá suene pronto , o no-hizo una mueca-de hecho han pasado ocho años...el punto es que he estado pensándolo mucho y creo que es momento de dar el siguiente paso -soltó encogiéndose de hombros, esbozando una sonrisa un tanto nerviosa-le pediré casamiento a Mitchell.
- ¿Qué?-pregunto una sorprendida Molly, sorprendida de un modo grato desde luego-¿es en serio? ¿Estas seguro?
- ¡Claro! Digo...tengo cierto miedo porque no sé que tan seguro este Mitch, pero yo lo estoy. Nunca estuve tan seguro de algo en toda mi vida.
- Demian...

Molly enseguida se puso de pie para poder acercarse a su hermano y abrazarlo. Murió de ternura de verlo tan sonriente y seguro de sus palabras, de notar que estaba realmente entusiasmado por comprometerse con su pareja.

- Mitch dirá que si, no tengo dudas de eso ¡él te ama!-exclamo la blonda-estará encantado, ya verás.
- Eso espero-sonrió el rubio-de cualquier modo, necesitaba que tú lo supieras. Quiero comprar las sortijas y quería pedir tu ayuda en eso también.
- Por supuesto. Cuenta conmigo para absolutamente todo, lo que necesites lo haré.
- Eres la mejor hermana del mundo ¿sabes eso, no?-él le sonrió viendo enternecido como ella se entusiasmó.
- ¡tú lo eres!-expreso Molly rodeándolo nuevamente con sus brazos-saldrá todo perfecto, ya lo verás.

Molly estaba realmente feliz, ansiaba por comenzar a hacer todo lo que fuese posible para ayudar a su hermano, y este solo podía sentir ternura y alegría al verla de aquel modo. De cualquier modo no imagino otra reacción de su parte, siempre recibió su apoyo. Ambos siempre hicieron todo juntos, Demian simplemente no se imaginaba compartiendo sus deseos de comprometerse, o escogiendo los anillos con nadie más que su hermana.

Horas más tarde Molly se despidió de su hermano, se colocó su abrigo y salió del departamento para caminar hacia la parada de autobuses situada en la esquina siguiente.
En sus manos llevaba su teléfono, veía unas recientes actualizaciones de una página de memes que seguía, divisó algunas noticias pero nada relevante, sin embargo termino guardando el aparato y poniendo toda su atención en la persona que se detuvo frente a ella impidiéndole continuar caminando.

- ¿que haces aquí?

Fue lo primero que pudo preguntar la muchacha.

- ¿Es todo lo que dirás? ¿Ni siquiera un "hola, te extrañé"?
- No empieces Bo-se quejó-¿Qué quieres?
- ¿Tú qué crees?
- Creí que te habías ido. Supe que no los encontraron en Ambrose, creí que tú y tus hermanos habían huido lejos de aquí.
- Lo hice. Los saque de Ambrose-informo el mecánico con su característica seriedad-ahora solo faltas tú.
- Ya te dije que no voy a irme con ustedes-soltó Molly haciendo ademán de continuar caminando, sin embargo él nuevamente se interpuso-no me iré Bo. Ya hablamos sobre esto, te explique cómo son las cosas, simplemente no se puede, no insistas más.

Él la miro con completa seriedad, de hecho se veía bastante molesto, sin embargo puso todo de si para no acabar perdiendo la paciencia. Su inestabilidad no le serviría de nada ahora mismo.

- Ven conmigo.
- Te dije que no...
- Solo un rato-la interrumpió-ven conmigo, prometo que te dejare regresar, solo ven.
- ¿Para qué?
- Lester y Vincent quieren verte-contesto siendo totalmente honesto, pues no mentía, ellos si deseaban verla-te traeré de vuelta-insistió.

Una gran parte de Molly sabía que era incorrecto confiar en Bo, sin embargo termino accediendo. Estaban en una parada de autobuses donde claramente una cámara de seguridad registraba absolutamente todo, si ella no regresaba tendrían pruebas de que esta vez él realmente se la había llevado y todo se iría al demonio. Confío en la parte racional de Bo y accedió a acompañarlo, después de todo ella también echaba de menos a los hermanos de este.

El camino fue silencioso, ninguno tenía mucho que decir la verdad.
Alrededor de una hora más tarde , se encontraban a las afueras de la ciudad cerca de una zona donde había aproximadamente tres o cuatro cabañas. Entre ellas, la que ahora pertenecía a los Sinclair. Estaban rodeados de naturaleza, y si tenían vecinos eran apenas unos pocos por lo que no había cambiado mucho considerando como es Ambrose.
En cuanto bajaron de la camioneta se adentraron al sitio siendo inmediatamente recibidos por Jonesy, quien movía con desespero su colita mientras era abrazada y besada por la blonda.

- ¡Molly!

La voz de Lester llamo su atención, por lo que enseguida se puso de pie para caminar hacia él y corresponder al abrazo que el hombre le dio muy gustoso.

- Que bueno tenerte de regreso-expreso notablemente animado.

Lester tiende a socializar pero no mucho con sus hermanos, es decir, a veces. En cuanto a las personas que conocía simplemente no mostraban mucho interes en charlar con él, la primera en hacerlo fue Molly, casi sin quererlo se habían convertido en buenos amigos y ciertamente le generaba mucha alegría volver a verla.

Tomaron ligera distancia y bastó con apenas un intercambio de miradas para que Lester le indicara dónde se encontraba el Sinclair que faltaba.
Molly se adentró a la cabaña, caminando por un pequeño pasillo que daba a los dormitorios. La puerta estaba entreabierta por lo que se adentró con cuidado y lo vio.

Estaba tachando un intento de boceto echo en su libreta, dando vuelta la hoja para continuar en la siguiente. Al parecer tenía un mal día, o por lo menos en cuanto a su trabajo.

- Hola...

Apenas susurro la blonda, y eso fue suficiente para que Vincent de inmediato volteara hacia su dirección. Una pequeña sonrisa se dibujó en los labios de la joven , los había extrañado mucho a los tres pero quizá, solo quizá, a Vincent un poco más.

Love and Death| [House of wax]Onde histórias criam vida. Descubra agora