Capítulo 24.

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Al día siguiente la joven tomó un baño y regresó a su dormitorio, no se sentía con ánimos de desayunar menos que menos tener que verle la cara a Bo. No obstante, este tenía otros planes.
Al percatarse de que jamás bajo a desayunar tomó una manzana y fue hasta el dormitorio de la joven, tocó unas dos veces y se adentró de igual manera a pesar de no obtener una respuesta. 

— Buen día—dijo haciendo unos pocos pasos para aproximarse a los pies de la cama—te traje una manzana por si quieres desayunar.
— No tengo hambre.

Contesto la rubia. Estaba acostada, envuelta en las sábanas e ignorándolo por completo. 

— Molly lamentó lo de anoche –soltó sorprendiendo a la joven aunque esta ni siquiera volteó a verlo—no quise reaccionar así, sucede que...
— Ahórrate el cuento, no te creo nada.
— Deberías—replico Bo—deberías porque estoy siendo honesto contigo, realmente me interesa que nos llevemos bien.
— ¿Desde cuándo?—ella se incorporó para verlo con absoluta seriedad—¿raptarme es tu método para que nos llevemos bien? ¿Obligarme a llamar a mi casa para que dejen de buscarme? Dime—pidió observándolo con enfado—¿maltratándome crees que conseguirás que un día tú y yo nos llevemos bien?
— ¿Por qué con mis hermanos te llevas bien entonces?—le pregunto Bo quien luchaba por no perder los estribos nuevamente—ellos también te tienen encerrada, sin embargo te agradan.
— Pero ellos son amables conmigo—explico Molly—no como tú que aprovechas cualquier oportunidad para pelear o amenazarme.
— Si, discúlpame por ser un monstruo.

Soltó él mientras se ponía de pie y pasaba una mano por su cabello. Estaba enfadandose nuevamente. 

— ¿Ves? ¡lo haces de nuevo!—exclamo Molly y él la miro—estas tan empecinado en tener siempre la razón sobre absolutamente todo que no puedes siquiera tener una conversación con alguien.
— Dilo…di que quieres que sea como Vincent.
— ¿Qué?

La joven Jones lo observo confundida, no entendía a que venía aquello. Por otro lado Bo estaba conteniendo sus ganas de llorar ahí mismo, creció bajo esas palabras, bajo esa exigencia de sus padres, de su madre principalmente para que se pareciera a Vincent y percibir que posiblemente Molly deseara lo mismo lo estaba hiriendo. 

— ¿Por qué querría eso?—cuestiono una vez más la muchacha levantándose de la cama—solo pido que no seas un cretino, tu hermano no tiene nada que ver aquí, el problema eres tú que estás amargado, enojado con la vida y te desquitas conmigo.

Bo guardo silencio , iba de un lado a otro por aquella habitación, intentaba contener sus impulsos pero no pudo más.
Decidido camino hasta la joven sujetándola del rostro para capturar sus labios de una vez por todas. Aquellos que había quedado deseoso de volver a probar desde la última vez.

— ¿Qué estás haciendo?—pregunto Molly apartándolo un poco.
— Shh…

Volvió a unir sus labios con los de la joven y la arrojo sobre la cama posicionándose sobre ella. Esta vez no lo pensó mucho, se inclinó un poco para desabrocharse la camisa y quitársela, arrojándola a algún costado de la habitación. Pronto volvió a inclinarse sobre Molly, iniciando un nuevo beso al que la joven no se opuso, muy por el contrario, los besos y caricias de aquel sujeto le estaban agradando y mucho. 

De cualquier modo, cuando los labios de Bo se dedicaron exclusivamente al cuello de la blonda, esta desvió la mirada encontrándose directamente con el brazo de este. Estaba recargado en el colchón y se veían claramente sus cicatrices.

— ¿Qué es lo que estas viendo?

Pregunto Bo al pescarla observando tan detalladamente las cicatrices en su muñeca.
Guardo silencio y salió de encima de ella, yendo a buscar su camisa que estaba cerca de una cajonera y cuando la tuvo comenzó a ponérsela.

— Lo siento—susurró Molly, ahora sentada en la cama y con su mirada en el piso.

Bo no dijo nada, en cuanto termino de abotonar su camisa salió de allí dejándola sola.

[…]

Caída la noche, Lester y Molly cenaron solos. Vincent prefirió comer en su taller mientras que Bo había salido luego de lo ocurrido con la chica y no había regresado aún, por lo que les tocó almorzar y cenar solos. 

— Oye Lester….—pronunció ella mientras removía los fideos en su plato con el tenedor—¿puedo preguntarte algo y no te molestas?
— Soy soltero—sonrió él, llamando la atención de la blonda quien soltó una carcajada.
— No seas bobo, pon atención—pidió tomando de a poco seriedad—¿Por qué Bo tiene cicatrices en sus muñecas?
— Oh….—musito él haciendo una mueca—pues, cosa de mis padres ¿sabes? 
— No comprendo.
— Bo era un niño un poco inquieto y…mis padres consideraban que amarrarlo a la silla era, tal vez, un buen modo de calmarlo—soltó dejando horrorizada a la chica—pero bueno, métodos de ancianos ¿no?

Sonrió un poco incómodo y enseguida se puso de pie disponiéndose a levantar los platos de la mesa. Molly imitó su acción para ayudarlo, sin embargo algo los detuvo a ambos y fue el estruendo de la puerta abriéndose y dando contra la pared.

— No otra vez—se quejo Lester en un murmullo.
— Hola familia—hablo Bo con cierta dificultad mientras se adentraba tambaleante a la casa.
— Ve a dejar los platos allá, enseguida te ayudo—indico Lester para luego caminar hacia su hermano—vamos Bo, te llevaré a tu habitación. 
— ¡no!—grito este—¡Dije que no!—insistió dándole un empujón a su hermano ante su insistencia—¡Molly, ven aquí!
— Bo—pronuncio Lester.
— Cierra la boca—ordeno el pelinegro observándolo con seriedad—¡que vengas aquí, niña!
— ¿Qué quieres?
— Ayúdame ¿no ves que no puedo caminar?—le pregunto con obviedad—sirve de algo y ayúdame a llegar a mi cuarto.

Molly soltó un suspiro lleno de frustración y camino hacia él para ayudarlo a dirigirlo hacia el dormitorio. El subir las escaleras fue un desafío, si Bo caía ella también lo haría así que no tenía intención alguna de que aquello pasara.
Finalmente pudieron llegar al pasillo y caminaron directo hacia la habitación del mecánico, que quedaba a continuación de la habitación de Molly.

— Ayúdame a recostarme—le pidió.
— Apestas a alcohol, maldito borracho—se quejo esta—ven, camina.
— No me hables así.
— Lo siento pero es la verdad—se defendió ella separándose un poco cuando este se sentó en la cama—lamento lo de esta mañana, no quise incomodarte es solo que…
— Olvida eso, ven—susurró sujetándola con firmeza de la cintura para aproximarla a él.
— No, espera—lo freno Molly—mira como estas, mejor vete a dormir y mañana hablamos.
— Molly por favor—pidió en prácticamente una súplica, lo que llamó demasiado la atención de ella pues Bo no es precisamente una persona que ruegue por nada—sé que me comporte muy mal contigo, sé que…que hice y dije estupideces pero es que me encantas.
— Ya basta…
— No, tú me encantas ¿comprendes? Y no puedo manejarlo, no sé como dejar de sentirme de esta manera—expreso sonando un poco desesperado—todo lo que sé es que te quiero conmigo, quiero…quiero poder tocarte, besarte—musito recorriendo con su mirada el cuerpo de la joven, quien se mostraba un poco incómoda—ven aquí.

La sujeto con fuerza de los brazos para arrojarla a la cama y posicionarse sobre ella impidiéndole levantarse. Los besos no se hicieron esperar y pronto estuvo devorando aquellos labios que tan loco lo traían.

Love and Death| [House of wax]Where stories live. Discover now