-36- Todo Juntos

399 34 0
                                    

IG: S.DALSANTO17

[JAZMÍN]

Cierro la puerta de mi departamento con rabia, con desesperación y sin poder creer que el reencuentro con mi familia haya sido de esa manera. Es frustrante creer que la gente ha cambiado y darte cuenta de que estabas totalmente equivocada. De no ser porque he regresado con Santiago y entre nosotros las cosas están marchando de maravilla, me regresaría a Londres, volvería a mi vida lejos de toda esta mierda que es la imagen de familia perfecta que supuestamente tengo. Esperaba que él me pidiera perdón, que me dijera que se arrepentía de haberme alejado del hombre que yo amaba y quien él no sabe que sigo amando, cuando más lo necesitaba. Sigue sin sentir remordimiento por hacerme quedar sola a los dos días de haber perdido a mi hijo. Creí que había recuperado un trozo del corazón que perdió hace años, pero no, todo lo contrario, parece que ha perdido un poco más de su corazón.

Tiro mi bolso sobre el sofá y quisiera golpear una pared o algo de lo enfadada que estoy, pero creo que lo único que lograre es romper mi mano. Solo puedo gritar y preguntarme mil veces para que rayos regrese aquí, desde que llegue a esta ciudad, todo se ha derrumbado, mi herida se ha vuelto a abrir y lo único que me rescata sosteniéndome para no caer en un abismo es él. El mismo hombre que me ha hecho sentir tantas cosas y que a cada día que pasa sigue haciéndolo.

Un golpe en la puerta irrumpe mi sesión de rabia, y solo espero que no sea mi padre. Abro la puerta y allí esta él —Cariño, has descolgado un cuadro de mi piso con el portazo que has dado, ¿Qué sucede?— Me pregunta parado bajo el marco de mi puerta.

—¡Amor!— Es lo único que consigo decirle mientras me aferro a él en un abrazo.

—Cariño, me preocupas, ¿Qué sucede?— Pregunta mientras me sostiene entre sus brazos más fuerte.

—Mi padre... eso me sucede.— Resumo.

—¿Qué hay con él?— Cuestiona confundido.

—Que no ha cambiado, que sigue preocupado de que este contigo... es claro que no quiere que eso suceda.— Le explico viéndolo a los ojos esta vez.

—¿Acaso te ha dicho algo? ¿Le has contado que hemos regresado?— Averigua.

—No, él me pregunto que como me había ido en mi primera entrevista. Él sabía que eras tú.— Le cuento.

—De acuerdo, pero quizás no es lo que tu piensas.— Dice mientras que intenta calmarme.

—Santiago, lo conozco. Sigue siendo el mismo. Te juro que de no ser por ti me iría de aquí.— Le digo y vuelvo a abrazarlo.

—No Jaz, por favor. No vuelvas a dejarme.— Me pide y hace que nos miremos uno al otro.

—No puedo, no ahora... no después de estos días a tu lado. Te estoy amando mucho más que lo hacía antes, pero no quiero volver a vivir lo que me sucedió hace años... no quiero que él te perjudique.— Expreso angustiada.

—Amor, yo ya no soy el joven aquel que era. Ahora soy un hombre que está dispuesto a enfrentar lo que sea y no debes preocuparte por lo que pueda hacer tu padre, tú solo preocúpate por estar bien, porque nos amemos cada día más, deja esto en mis manos.— Me pide sujetando mi rostro entre sus manos.

—Pero, yo no quiero que hablemos con él.— Le explico.

—¿Y qué quieres mi vida?— Cuestiona con una media sonrisa.

—Quiero vivir nuestro amor, quiero que hagamos planes, quiero que no pensemos en nadie más, quiero todo contigo...— Le dejo saber.

—¿Todo?— Me pregunta sonriente y con su dedo pulgar acaricia mi rostro haciéndome delirar.

—Si, todo.— Digo enfatizando esa palabra.

—¿Y que incluye ese todo?— Averigua.

—Incluye darte todo mi ser y que tú me des todo de ti. Incluye todo lo que me propusiste el otro día. Incluye que no haya terceros... incluye que puedes hacer conmigo lo que tu gustes; nunca estuve tan segura de ser completamente tuya, mi amor.— Le digo y luego mis labios se funden con los suyos.

—Me encanta que seas toda mía, yo también soy todo tuyo amor, y también quiero todo...— Me susurra entre beso y beso. —Hagamos planes de vivir una vida juntos.— Me propone.

—Sin decirle a mi familia.— Agrego.

—Algún día se enterarán.— Dice entre besos.

—Que lo hagan cuando ya no haya nada que puedan hacer. Ahora olvídate de ellos y tómame toditita entera— Le propongo haciéndolo reír ya que le he robado la frase de su canción.

—Voy a aceptar esa propuesta— Me susurra al oído mientras va levantando mi vestido.

—Acéptala incluso cuando no digo esas palabras— Respondo y quito su camiseta.

Por Verte Otra VezWhere stories live. Discover now