-56- El Amor es Más Fuerte

359 34 1
                                    

[SANTIAG0]

Y entonces, finalmente ha llegado la hora. Es el momento donde cenaremos con su familia y por supuesto que estoy nervioso. Años de mala relación con su padre para llegar a esto. Es muy difícil olvidar todo lo que él ha hecho para que la ahora mi esposa y yo no estuviéramos juntos, pero como dicen por ahí, el amor es más fuerte.

Jaz me abraza mientras esperamos que nos abran la puerta —¿Nervioso?— me pregunta sin soltarme.

Rodeo su cuerpo con mis brazos sin soltar la botella de vino que he traído y respiro el aroma de su cabello, el cual me encanta. —Si te digo que no, te estaría mintiendo.— Le respondo y me rio de mis propias palabras.

—Mi amor, ya estamos casados y esperando un hijo, ya no hay manera que alguien nos separe.— Comenta sonriente y posiciona su cuerpo de una manera haciendo que quedemos frente a frente para comenzar a besarnos.

Sus labios son los únicos capaces de quitarme cualquier miedo, toda ella me hace sentir el más valiente de todos. Por ella y por nuestro hijo sería capaz de transformarme en uno de esos superhéroes de los que tanto he leído en los comics. Lentamente vamos dejando de besarnos, pero el ruido de la puerta de entrada de la casa abriéndose nos sorprende haciendo que nos separemos.

—¡Hola pa!— Saluda intentando no reírse al ver que es él quien ha abierto la puerta.

—Hola hija, Santiago, pasen por favor— Nos dice después de saludarnos.

—Héctor, discúlpanos.— Intenso decir para excusar lo que ha visto.

Él sonríe ante mis palabras y levanta su mano —Ni te preocupes, es normal en una pareja de recién casados y muchísimo más ahora que esperan un hijo.— Habla mientras vamos caminando hasta llegar al comedor.

Al entrar al comedor nos encontramos con Alicia y Nicolás a quienes saludamos para luego tomar asiento ya que todo está servido en la mesa —Hija, yo no le he dado la noticia a tu madre ni a tu hermano porque quería que fueran ustedes quienes le dijeran todo.— Explica Héctor y ahora sí que estoy sorprendido. Se ha guardado la noticia de que será abuelo...

—¿Qué noticia Jaz?— Le pregunta Alicia mientras sirve la comida en nuestros platos.

Me mira como preguntándome si quiero ser yo quien de la noticia y con un solo gesto le dejo saber que sea ella quien lo haga. —Madre, estoy embarazada.— Dice con una enorme sonrisa en su rostro e instantáneamente Alicia deja todo a un lado y viene a abrazarla. —¡Hija! ¡Felicidades! ¡No lo puedo creer... yo sé cuánto querías ser madre!— Exclama sin soltarla. Definitivamente es una de las mejores escenas que he visto. Estoy tan feliz por ella, sé cuánto le dolía que su familia no la apoyara con todo lo nuestro. —¡Felicidades a ti también Santiago, y bienvenido a la familia!— Continua después de que suelta a Jaz y me abraza a mí.

—Gracias Alicia, la verdad es que estamos muy felices.— Le respondo regresando su abrazo.

—Hermanita, cuñado ¡Muchas felicidades!— Nos dice Nicolás quien también nos abraza para felicitarnos.

—Gracias Nico— Respondemos al unisonó.

—¿Y cuánto tiempo tienes hija?— Cuestiona su madre mientras sigue sirviendo la cena.

—Casi ocho semanas.— Le explica mientras le intenta ayudar, pero su madre no le deja.

—Supongo que aún no saben que es, ¿no?— Indaga Héctor.

—No, apenas lo hemos visto por primera vez esta semana.— Le explico.

—¿Tienen una foto del ultrasonido?— Averigua y automáticamente busco mi móvil ya que le he tomado una fotografía al ultrasonido. Me acerco a mi suegro y le muestro la foto.

—Este es su nieto o nieta ¿Quién sabe?— Digo orgulloso.

Noto como Héctor toma mi móvil y se queda observando la pantalla en absoluto silencio. —Hija, estoy muy feliz por ti y por Santiago, hay tantas cosas por las cuales yo tendría que disculparme.— Expresa triste y sin mirarnos.

—Pa, ya está...— Le interrumpe.

—No hija, debo hacerlo. Fui muy injusto con ustedes dos. Yo no quiero que mi nieto ni tú, ni tu Santiago crean que soy una mala persona. Solo hice lo que creía que era lo correcto, pero me equivoqué muchísimo. No supe comprender que el amor no sabe de edad, creía que eran muy jóvenes para todo lo que estaban viviendo, que era un juego de adolescentes, pero me doy cuenta que los años han pasado y ustedes dos siguen amándose igual o más que lo hacían hace años, tanto que han formado una familia. Nos han enseñado una enorme lección a todos los que no creíamos en lo de ustedes.— Dice y sus palabras me llegan a lo más profundo de mí ser porque cada palabra de lo que ha dicho es cierta.

—¡Gracias pa!— Habla ella emocionada.

—No hay nada que agradecer, ahora cuéntenos todo de la boda, de nuestro nieto, de cómo vas a seguir con tu carrera Santiago.— Nos dice zanjando todas las diferencias entre nosotros y haciendo que me relaje por completo para disfrutar de este almuerzo con la familia de mi guapísima esposa.

Por Verte Otra VezWhere stories live. Discover now