-59- Aclarar Las Cosas

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[SANTIAGO]

Las últimas dos semanas sí que han sido complicadas. Los paparazis no nos han dejado de seguir por donde hemos ido, y la verdad es que no creía que la repercusión sería tanta. Hoy se inagura el nuevo hotel de uno de los deportistas más famosos, que tuve el placer de diseñar, y aprovechando la oportunidad de que una de las radios más importantes del país me ha pedido hacer una nota para hablar del tema, aprovechare para aclarar un poco todo este asunto.

Estoy cansado de que la gente trate a mi esposa como una oportunista que decidió quedar embarazada para atrapar a uno de los arquitectos de mayor fama en sus redes como dicen todos. Me casé con ella para que fuéramos felices, no para verla agobiada como la he estado viendo últimamente a causa de los comentarios y del afán de muchos por tomarle una fotografía cuando la ven. Todo esto de alguna u otra manera está afectando a nuestro hijo, al cual aún no nos hemos podido poner de acuerdo con un nombre ni para niña, ni para niño.

—Bueno cariño, cuídate, ¿sí?— Le digo y me despido de ella con un beso.

—Hermanito, no te preocupes yo te la cuida.— Dice Tamara quien amablemente me ha hecho el favor de quedarse con Jaz. No quiero que este sola en este momento.

—Gracias hermanita, eres la mejor.— Agradezco sonriente y luego me despido de mi hermosa esposa con un beso.

—Te amo amor.— Me dice antes de salir.

—Y yo a ustedes.— Le digo y finalmente salgo del piso.

[...]

Los estudios tanto de radio, como de televisión siempre me ponen nervioso, este no es mi ambiente, es solo una consecuencia de la reputación de mi trabajo. En realidad, dar entrevistas en general me pone nervioso. Después de saludar al locutor, entramos al estudio y tomo asiento del lado de la mesa que él me indica y la cuenta regresiva para ir en vivo comienza.

Después de que el hiciera las presentaciones pertinentes, comienza a preguntarme de cómo ha sido trabajar en este proyecto, de cómo me inspire para su diseño y de más cosas de las que puedo hablar con mucha felicidad, sobre todo después de las palabras tan bonitas que él ha tenido conmigo. El locutor continúa preguntándome de mis próximos trabajos. La charla es bástate amena hasta que él menciona lo que esperaba que haría.

—Santiago, en las últimas semanas se ha rumoreado que serás padre, ¿Qué tan cierto es esto?— Me pregunta de una manera bastante amable, cosa que agradezco.

—Alejandro, que bueno que preguntas por eso porque me gustaría aclarar algunas cosas.—

—Hazlo, el micrófono es tuyo.— Dice sonriente.

Sé que esto le conviene para su programa, pero eso es lo que menos me importa. Solo quiero que ella este tranquila, que nuestro hijo no se vea afectado por todo esto, y que podamos seguir siendo felices como lo estamos siendo hasta ahora.

—Veras Alejandro, es verdad, seré padre, pero esa mujer no es mi novia.— Digo con un halo de misterio.

—¡¿Cómo que no es tu novia?!— Pregunta totalmente sorprendido.

—No, ella es mi esposa. Fue mi novia hace muchos años atrás y hace casi un año nos hemos reencontrado y bueno, nos hemos dado otra oportunidad hasta el punto de que nos hemos casado fuera de Estados Unidos, y ahora estamos esperando un hijo.— Digo con total naturalidad a pesar de que sé que hay muchísima gente escuchándonos.

—¿Sabes que la noticia que acabas de dar es una bomba? No solo eres uno de los arquitectos más famosos, sino que las mujeres mueren por ti— Pregunta con la boca abierta.

—Lo sé, pero esos rumores y el acoso de los paparazis están poniéndola muy nerviosa y no quiero que nada, ni nadie afecte su embarazo.— Digo serio.

—Claro, me imagino. ¿Y puedo preguntar cómo se llama?—

—Si claro, se llama Jazmín Insua.— Respondo muy calmado.

—¡¿La hija de Héctor Insua?!— Pregunta con sus ojos abiertos de par en par.

Debí imaginarme que el conocería a mi suegro. Después de todo él es dueño de una revista —Si, ella misma.—

—Ya decía yo que me resultaba familiar, pero hacía mucho que no la veo. En todo caso, felicitaciones Santiago; se te ve muy feliz.—

—Lo estoy, y es por eso por lo que quería aclarar este asunto ya que se había formado muchísimas especulaciones.—

—Claro, de verdad gracias por confiar en nosotros para esto.—

—A ustedes por el espacio.— Agradezco.

Después de que él despide la sección y los micrófonos se apagan mientras suena la música, Alejandro me explica que conoce a mi suegro no solo de la revista, sino porque habían estudiado un par de años juntos, cosa que realmente no me esperaba.

Al salir del estudio después de la entrevista, siento una sensación de alivio que me hace sentir muchísimo mejor, es como si haber dicho toda esta verdad me hubiese quitado un peso de encima. Quizás ahora si estemos llegando a ese punto de felicidad donde podamos vivir sin escondernos de nada ni de nadie.

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