Era día treinta, pero era también el primer día de la iniciación de los Dragones de Jade. Eran las cinco de la tarde, varias personas entraban y salían de unas de las salas secundarias del Todai-ji. Pero al fin era el turno de George.
​   Dentro estaba Mako mirándole con una sonrisa, y Mitsu a su lado. Frente suyo, entre él y la Gran Sabia Suprema, había una mesa con un pote de madera, y dos dagas en cada extremo. Eran hermosas, de color dorado con líneas plateadas, y el mango con un cuero rojizo y pedazos de esmeralda.
​   -Esta vez quiero que salgas de la habitación, Mitsu.
   ​-Sí, gran sabía.
   ​Ahora estaban solos. George se le acercó con las manos atrás, listo.
   ​-Estamos aquí, George. Al fin ha llegado el momento, lo que todos estábamos esperando, ¿No crees?
   ​-Fue un poco agotador algunas veces tener que esperar para esto, días completos ansioso de que este momento llegara.
   ​-No eres el único, seguro que no. Pero han pasado muchas cosas en estos meses, que algunas veces puede que se nos haya incluso olvidado que esto vendría.
   ​-Ha sido una montaña rusa.
   ​-¡Bienvenido a los Dragones, hijo!-Rió-¿Listo?
   ​-Sí, Gran Sabia.
   ​-Entonces, George Kotaro ¿Estás dispuesto a entrar en este mundo, espiritualmente diferente, sabiendo todo lo que implica?
   ​-Sí, Gran Sabia. Estoy dispuesto. Dispuesto a reconocer la diferencia entre oír y escuchar, y aprenderé a escuchar a la gente que me rodea. Dispuesto a devolver todo lo que es depositado en mí, manteniendo mi palabra, ya que es lo más importante que llevo en mí, siendo más grande que mi propia vida.
   ​-¿Qué harás si alguien mayor te pidiera dinero?
   ​-Buscar a un tercero, nunca directamente.
   ​-¿Qué es para ti la gente de mayor rango?
   ​-Más importantes que los que son inferiores a mí. Siempre estaré disponible, incluso si mi mujer esté a punto de parir. Con puntualidad y respeto de manera categórica, a ellos y a mi pareja de vida. Para eso, no les traicionaré, nunca desearé a la mujer de alguien mayor, siempre diré la verdad a cualquier pregunta en cualquier situación, y nunca me relacionaré con la policía, ni en las buenas, ni en las malas.
   ​-¿Y si yo te lo pidiera?
   ​-Será solo otro trabajo, nada personal. Favor o trato, obedeceré a los Grandes Sabios, porque mis acciones les pertenecen, porque mis acciones les representan.
   ​-¿Podrás cumplirlo?
   ​-No. Existe una diferencia entre George Kotaro, y el dragón George Kotaro. George Kotaro hará lo que la vida le dé, recibiendo los frutos de su propia cosecha. Pero el dragón hará todo lo que se le ordene, recibiendo los frutos de la cosecha que venga de arriba. Y si tengo que decidir entre los dos, dependerá del caso, dependerá de la gente que esté a mi lado. Pero, lo que puedo cumplir es darle completa lealtad hasta que mi vida se haya ido, incluso mis hijos y nietos la tendrán.
   ​-Entonces...-Tomó la daga, George hizo lo mismo.
   ​-Yo, George Kotaro, prometo dar mi vida por los Dragones, mi tiempo y mi espacio, mi día y mi noche-Se cortó la palma, saliendo la sangre con rapidez-Yo, George Kotaro, le prometo servir hasta que su nombre haya desaparecido de mi memoria, hasta que sus ojos desaparezcan de mi mente.
   ​-Y yo prometo, George Kotaro, serte fiel hasta que muera, nunca caer en el egoísmo o en el odio contra tu persona. Y nuestra sangre-Se dieron la mano-que cae junta en este recipiente, demuestra que nuestra palabra vale más que el dinero...
   ​-Vale más que el amor. Vale más que el miedo-Terminaron los dos.
   ​Se quedaron un momento ahí, viéndose a los ojos, mientras el pocillo se llenaba.
   ​Una vez en el límite, se taparon la herida.
   ​-Bienvenido a la familia, Huevo de Dragón. Ahora deberás pelear contra la naturaleza, contra la ley del más fuerte, para poder nacer; para poder pertenecer a los Dragones de Jade. Ahora, con la sangre que está aquí, firmarás uno de estos dos contratos.
   ​-¿Contratos?
   ​-Exacto. Uno de estos dice: "No quiero hacerlo", y el otro dice: "Quiero hacerlo".-Esta se soltó, ya parecía más una conversación que un ritual-Ahora, ¿Por qué? Lo de mañana George es algo completamente injusto, y además difícil para niños de 15 años. Pero ahí estarán diez grupos de niños de esa edad que querrán hacerlo. Este contrato significa que tú te haces responsable de tu propia muerte, sabiendo los riesgos que hay allí afuera, en las Wildmounts.
   ​-Entiendo-Agarró la pluma que venía con las hojas, y firmó el segundo.
   ​-Perfecto. Te veo mañana.

   ​Al día siguiente, Enzo le vino a buscar a su departamento. "Al final" dijo él "Quizá terminaré siendo tu senpai. Clifford no puede hacerlo ahora".
   Fueron cerca del casino de los Agramunt, más al oeste. Era un recinto sin techo que mostraba una gran puerta cerrada, muy parecido a lo que sería un coliseo romano rodeándole. En el centro había muchos grupos de gente, entre cuatro personas o más; y las graderías estaban llenas. Lo que estaba frente a la puerta, en la parte de las graderías del coliseo, era la banda.
​   La canción estaba sonando, de una manera repetida una y otra vez, pero sin ser estresante, ni cansador.
   ​Junto a Enzo, llegaron donde estaban dos niños, y un adulto. Con los niños, chico y chica, estaban sus respectivos senpais. Estos se dieron la mano, George le dio una reverencia a cada uno.
   ​-¿Tú debes ser George Kotaro?-Preguntó el hombre que, al parecer, estaba solo.
   ​-El que va a reemplazar a Kenichi, ¿No?-Dijo el chico, rubio, alto, con poder.
   ​-¡Watanabe!-Dijo la chica-No le trates así, ni siquiera sabe quién es Kenichi.
   ​-No importa, ya es una molestia.
   ​George no dijo nada, tampoco el otro chico.
   ​-Yo soy Masaru Takumi, y estoy aquí para convertirme en sabio. Él es Watanabe Yoshinori-El rubio-, ella es Nakano Taro-La chica rubia, un poco más baja que Watanabe-Ellos tenían a un tercero, Kenichi Yoshinori, pero falleció en un accidente de coche.
   ​-Lamento oír eso-Dijo George.
   ​-Gracias-Sonrió Nakano-Queríamos salirnos de esto, pero ninguno de los dos quiere entrenar tres años más.
   ​-Vale. Intentaré ayudaros en todo, nos espera un mes.
   ​-¡Esa es la actitud!-Masaru estaba lleno de energía.
   ​-Una pregunta-Se refirió a Nakano-¿Cuántos años tienes?
   ​-Catorce. Watanabe tiene quince.
   ​-¿Y Kenichi?
   ​-Trece-George tragó con fuerza-¿Tú?
   ​-Veintiuno, los cumplí hace poco.
   ​-¡Felicidades! Escuché lo que te había pasado, pero tendremos tiempo para hablarlo, ¿No?
   ​-Quizás-Sonrió.
​   En ese momento, Enzo lo apartó un poco. Sacó un cigarro, y mientras lo prendía, escuchó a dos chicas hablar atrás de él.
   ​-¡Oye!-Le dijo a la otra-¿Ese chico no es...?
   ​-Sí, es ese chico-George les escuchaba perfectamente gracias a La Sombra-Es aquel que tiene veintiún años y recién empezará la iniciación. Lo obligaron.
   ​-Hmm-Resopló-Se lo tiene merecido, ¿Quién se cree que es? No deberíamos dejar que sea dragón, con suerte entrenó tres meses. Pero más encima...
​   -¡Calla! Es prohibido hablar de eso-Se dio cuenta que George ya se había percatado-Vámonos.
   ​-La mayoría de aquí son una molestia, ¿No crees?-Le dijo el DeLuca, apartando su mente fuera de esas niñas.
   ​-Al parecer todavía tienen algo contra mi.
   ​-¿Siempre había sido así?
   ​-Sí. Soy como un tabú para ellos-Suspiró, negando con la cabeza-Eso se terminará ahora.
   ​-Exacto, pero hablando de tu grupo... La idea era que fueran tres y un dragón para ser sabio, pero ellos perdieron a uno, y tú no tienes a nadie. Así que... con las movidas de Mako, aquí estamos. Parece que ellos no saben quién eres, pero, al parecer, eres el peso de la muerte de ese tal Kenichi. ¡Suerte! La necesitarás.
   ​-Nos volveremos a ver dentro de un mes, senpai-Le guiñó el ojo.
   ​Mientras se iba, Enzo empezó a reír.

   ​Los diez grupos estaban listos, la canción acababa de terminar, y solo dejaron a los violines y tambores tocar. Mako estaba debajo de la banda, con un micrófono. Lejos de ella, al oeste y este del coliseo, había dos hombres completamente blancos con una máscara distinta en cada uno. George sabía que eran parte de los Kyobu.
   ​Por el micrófono se escuchó el resoplido de la Gran Sabia Suprema, que era acompañado con una sonrisa, y que significaba el inicio de su discurso.
   ​-¡Bienvenidos! Al parecer todos están ansiosos de salir, y terminar este... castigo. Sé que la mayoría que está aquí están porque quieren unirse para obtener un poco de... consideración en la comunidad: Dinero, fama, u otra cosa del estilo-Hubo muchos susurros cuando lo dijo-Y no quiero que lo tomen a mal, pero es la verdad. Para todos, eso sí, esta última tarea de la iniciación de los Dragones de Jade, es prácticamente un castigo. Y es justo que lo vean así, porque nadie merece hacerlo. Ustedes están aquí por sus propios sueños, por sus propios objetivos. Pero... no es como quiero que lo vean. Este camino, esta historia que harán tras pasar esta puerta, les responderá tres preguntas que se deberán hacer. La primera: ¿Podremos, mi grupo y yo, pasarlo?-Uno de los Kyobu levantó su palma, y empezó a salir un dragón. Este empezó a rodar, creando un círculo con su cuerpo, de un color azul-La segunda: "¿Es el sistema de los dragones anticuado y peligroso, y cuáles son las repercusiones de un comienzo tan violento?-El otro Kyobu hizo lo mismo, creando un círculo rojo-Y la más importante: ¿Qué significa vuestra humanidad en tiempos de violencia y sufrimiento, vistos más como animales, donde toda la naturaleza está en su contra, siendo quizá beneficioso suprimir vuestra humanidad, si es que es posible?-Ahora ella copió a los Kyobu, creando a un Dragón de Jade, que en vez de crear un círculo, pasó por arriba de los diez grupos, luego cerca de las graderías, y con fuerza, traspasó la puerta, abriéndola-Pero, ¿Por qué esas preguntas, y por qué se las digo ahora? Pues es momento de forjar su identidad en los dragones, como también momento de forjar su identidad como persona. ¡Sin más preámbulos, suerte mis cachorros!
​   La gente empezó a gritar y a celebrar, mientras la música volvía a ser como antes, más fuerte aún, mientras los grupos salían a las Wildmounts.
   ​Y los grupos avanzaban, de a poco y a su ritmo, a una odisea donde se enfrentarían a la Naturaleza durante todo un mes.

La Vuelta de la HumanidadWhere stories live. Discover now