¡DEJA DE SER UN VIVIDOR!

Cap 93: ¿Cómo podría estar dispuesto?

La anciana tenía la boca bastante suelta, y Yan Yu no estaba de humor para darle la hora del día. Fue a cerrar la puerta cuando ella la detuvo con su pierna,

"Ack, Xiao-Su no ha regresado en algunos días y ni siquiera contesta su teléfono. Todavía estoy esperando su renta, así que cuando la veas, asegúrate de decirle que me responda".

Yan Yu: "No hay tiempo".

La dueña lo miró y se descargó sobre él,

"No hay tiempo, entonces haces tiempo. Eres el único desempleado de todo este edificio. Si no vengo a buscarte, ¿a quién iré a buscar? Te he dado mucha libertad en tu alquiler desde el mes pasado hasta ahora porque sé lo difícil que es aventurarse en la ciudad solo. Si fuera otra persona, no sería tan amable. ¿Ni siquiera estás dispuesto a ayudarme con un favor tan pequeño?"

Yan Yu levantó la mano con poco entusiasmo, expresando que cumpliría por temor a que salieran más palabras de su boca.

Al ver esto, la casera quedó satisfecha:

"Ack, si también limpias el pasillo y lo limpias bien, te quitaré la factura de agua y electricidad de tu alquiler este mes. Pasaré a comprobarlo por la noche."

En un mes que tiene treinta días, el agua y la electricidad no estarían en línea para al menos quince de los que viven en este edificio de apartamentos destartalado, así que a quién le importaba realmente. Yan Yu cerró la puerta y volvió a dormirse. La adivinación y la captura de fantasmas afectaron bastante el cuerpo y, además de descansar, no había otra forma de recuperarse.

Yan Yu durmió todo el camino hasta la tarde. Cuando se despertó, la habitación estaba en un silencio sepulcral y las últimas gotas de sol del sol poniente brillaban a través de la ventana de cristal. Estaba oscureciendo, y estaba tan silencioso, tan silencioso que uno podía escuchar el sonido de su propia respiración.

Yan Yu sacó su teléfono de debajo de la almohada y descubrió que varios de sus amigos hooligans lo habían llamado. Yan Yu no planeó responder y, en cambio, revisó su feed y chats grupales, antes de darse cuenta de que Dong Zi estaba muerto.

Ayer por la mañana temprano, estaba borracho cuando salía de un club nocturno y luego se quedó dormido en medio de la calle. Un camión que iba a toda velocidad por la carretera lo atropelló, rodando sobre sus manos y pies y aplastándolos hasta convertirlos en una pila sangrienta de carne y huesos. Lo encontraron muerto por la mañana, y hasta salió en las noticias.

Los mensajes volaban sin parar en el chat grupal y todos hablaban de esto y lamentaban cómo murió tan joven. Pero quién sabía si lo que decían realmente salía del corazón. Yan Yu echó un vistazo y luego cerró su teléfono.

Después de un rápido cambio de ropa, salió a buscar algo de comida. Cerca de las últimas horas del día, había muchos puestos abiertos por la noche junto a la entrada del callejón, lo que lo convertía en un lugar extremadamente bullicioso y animado. Yan Yu pidió una brocheta en la tienda de barbacoa al aire libre debajo de su edificio y se sentó a esperar.

Yan Yu vivía en el tercer piso y, en el momento en que levantó la cabeza, pudo ver la ventana de su propia casa. Pero como todo el edificio había estado sin electricidad desde esta tarde, no entraba luz por las ventanas. Solo la ventana del inquilino del cuarto piso aún estaba brillante y brillante, un marcado contraste con todo lo demás a su alrededor.

Detrás de esa ventana se encontraba una dama cuyo cuerpo se veía muy gracioso y elegante. Con un camisón rojo de tirantes finos y una piel blanca como la nieve, todos los no-vivientes de abajo estaban silbando y silbando. Evidentemente, esta era la mujer a la que se refería la casera de mediana edad: la que no podía ser contactada, Xiao-Su.

Yan Yu no pudo evitar entrecerrar los ojos levemente mientras Xiao-Su le movía el cabello seductoramente. A través de la ventana de cristal, enganchó los dedos para señalar a uno de los hombres que miraban, un hombre calvo de mediana edad cuya esposa había muerto. Siguiendo su llamado con pies ingrávidos en medio de todas las risas burlonas de todos alrededor, el hombre parecía como si le hubieran enganchado el alma.

No mucho después, la luz del cuarto piso se apagó.

Al ver esto, Yan Yu levantó ligeramente las cejas, pero realmente no tenía la mente para preocuparse. Después de terminar su cena, regresó a casa. Alrededor de las 7 p.m., la energía del edificio volvió a estar en línea.

Yan Yu estaba sentado en su mesa, cortando papel y luego dibujando talismanes en el papel. Cortando y dibujando, cortando y dibujando hasta que unos cincuenta o así estuvieron sentados en la mesa. Sin embargo, solo se podrían usar alrededor de ocho.

La luz dentro de la habitación de repente brilló y cuando Yan Yu envolvió el talismán que acababa de terminar, un cuerpo helado apareció repentinamente entre sus brazos, congelándolo.

"¿Por qué estás dibujando talismanes? ¿Pensando en matarme?"