Mi Reina ✓ Completa [#I Saga emperadores de la mafia]

~• Capítulo 1 •~

Hellen

Han pasado trece años, nunca volví a ver a mi padre, madre y hermana, estoy mejor sin ninguno de ellos, la verdad.

Mi padre me abandonó, mi madre me maltrato física y psicológicamente, mi hermana....mi hermana fue la peor, pero por el momento quiero dejar lo que pasó ese día a parte cuando me sienta preparada para ello.

Deseo tanto morir que estoy todo el día colocada y borracha, siempre necesitaba olvidar mi mierda de vida por eso lo hacía.

Desperté tumbada en el suelo con una camiseta de tirantes, sin pantalones y las bragas bajadas. Un hombre estaba a mi lado sin respiración.

Le miré de arriba a abajo, tenía el pene fuera y muchos fluidos debajo de este.
Levanté mi torso viendo mi vagina llena de fluidos, sabía perfectamente lo que había pasado, no es la primera vez que me pasa.

Se abalanzó sobre mí drogada, le dio una sobre dosis cuando llegó al éxtasis y murió.

Me subí las bragas cuando me levanté, viendo a mi alrededor a personas drogándose, bebiendo, follando. No me importaba nada de lo que sucedía aquí, ya bastante tengo con mi vida.

Salí del lugar descalza, mi casa, bueno más bien pocilga no estaba muy lejos, pero alguien me agarró del brazo — ¿Dónde vas?

Reconocí la voz, mi querido novio, me di la vuelta para mirarlo — A casa, no quiero estar más aquí.

Negó con la cabeza — No, aún te necesito aquí —me llevó con él casi arrastrándome.

"Hellen, debes ser una sumisa, las mujeres son objetos, nunca debes ser brava con un hombre."

Le seguí, me llevó a una habitación con una cama grande, me sentó en ella bruscamente.

— Toma, esnifar esto — en la mesita de noche dejó droga, la reconocí al instante. Popper — La última vez que metieron sus pollas en tí te desgarraron el coño y no voy a permitir que vuelvas al hospital y me denuncien por violación esos médicos — esto último lo dijo en mi cara.

No dije ni una palabra, lo esnifé como él me dijo. limpié un poco mi nariz del polvo, entonces llamaron a la puerta — ¿Esta lista ya? Tengo ganas de follar — dijo uno tras la puerta.

— Si, ya mismo está — habló mirando la puerta, después me miró a mi — Ya sabes, si no lo haces no tendrás droga por tus venas, yo sé que me vas a obedecer — acarició mi mentón — Es hora que me hagas ganar mucho dinero.

Sacó una navaja rompiendo mis bragas — A ver si con esto funciona, así que voy a probarte primero — rajó mi camiseta.

Me tumbó subiendo mis piernas y abriéndome. Estaba paralizada, quería gritar y llorar, pero no podía, ya no me quedaban lágrimas después de todas las veces que me ha pasado lo mismo. Es día si, día también.

Metió su pene dentro de mí de forma brusca, sin condón, nadie lo hace con condón. Suelen correrse fuera, pero la mayoría lo hace dentro porque les da más morbo. Me da tanto asco esto.

Comenzó el mete saca de forma rápida y brusca, mi cuerpo temblaba con cada roce por el miedo que me invadía todo el cuerpo. Estuve así no sé cuántos minutos, acabó corriéndose fuera — Bien, tu coño está listo.

Me puso a cuatro patas de golpe, levantó mi culo — Ahora tu ano — me echo vaselina porque sentí mucho frío cuando introdujo su dedo, empezó de nuevo como en mi vagina — Otra parte de tí lista.

Otra vez estaba boca arriba — Ahora la boca — me agarró de las mejillas abriendo de forma brusca, y otra vez, casi me ahoga cuando se corrió dentro de mí, me obligó a tragar sus fluidos.