Mi Reina ✓ Completa [#I Saga emperadores de la mafia]

~• Capítulo 71•~

Maratón 5/6

Amelia

5 años después

Aquí estaba en Suiza, después de una preparación psicológica y física, por fin estoy cumpliendo mi venganza.

Llegué al edificio donde me crie desde los seis años hasta los once, uno de mis infiernos en vida.

Vestía de cuero total como me enseñó Maze, es mucho mejor pelear con esto y es bastante cómodo, armada hasta las cejas

Subí las escaleras del edificio. No había cambiado nada, en ruinas. Los recuerdos de este lugar venían a mi cabeza y más rabia me daba.

Conocía la puerta de ellas. No sólo no se han ido de este sitio de mierda, siguen siendo las mismas hijas de puta de siempre y tienen la misma profesión.

Llamé al timbre que no sé cómo funcionaba, en los tiempos que viví aquí si funcionaba la nevera era de milagro.

— Alice, abre la puerta. Serán algunos de nuestros clientes — reconocí esa voz, es Seira la más zorra de todas ellas, la jefa por así decirlo.

— Voy — dice la nombrada. Recuerdo a Alice ella es la pelirroja que le abrió la puerta a Ángelo.

Abre la puesta viéndome a mí. Una mujer de veinticinco años.

Se queda mirándome de arriba a abajo sin reconocerme — ¿Quién eres? ¿Quieres trabajar aquí? Necesitamos carne joven — me muestra una sonrisa pícara.

Como ya son mayores apenas vienen clientes, necesitan dinero para poder mantenerse y creo que apenas pueden pagar la luz y el agua.

— ¿En serio no me recuerdas? — digo cruzándome de brazos.

Niega — No sé a qué juegas, pero no me gusta — movió el brazo cerrando la puerta, pero se lo impedí.

— Amelia Müller — digo — Soy aquella niña de hace catorce años a la que acogisteis con seis años con una hermana llamada May — digo con una mirada amenazadora.

— Amelia — se sorprende, no esperaba que volviera — Te has convertido en una mujer, serías un buen negocio para nosotras, ¿o has venido de visita? — no me dejó contestar porque no paraba de hablar — Pasa y hablamos — me muestra una sonrisa amable.

No hice ningún movimiento que quisiera pasar. Me agarró de la muñeca y me obligó a entrar, cayeron en mi trampa.

Vio mi mano, fijándose en mi anillo — ¿Esta casada? ¿Tan joven?

— Bueno, tengo veinticinco años. Llevo casada cinco años, Alice — sigo soltando de su agarre — Y no vengo de visita ni a ser una puta como vosotras.

Me levanta una ceja — ¿Para qué? No entiendo nada.

Me mordí el labio inferior, se estaba haciendo la tonta conmigo — Creo que te lo puedes imaginar — rápido la agarré de la cabeza estampándola contra la pared saliendo de ella un pequeño grito de dolor— Vengo a por mí venganza — me mira con horro tapándose la herida de la cabeza arrastrándose por el suelo alejándose de mi con pánico, pero yo poco a poco me acercaba a ella — ¿Os pensáis que soy imbécil? ¿Que nací ayer? Recuerdo perfectamente cuando nos maltrataban y me trataban como una esclava — le piso el torso dejándola sin respiración — ¿Sabes qué? Gracias a tantas cosas que me pasaron conocí a una persona maravillosa que es ahora mi esposo. Por si no lo sabes soy la reina de la mafia, mi nombre es Amelia Petrova.

Escucho un estruendo de platos rotos. Giré mi cabeza viendo a la jefa de todas ellas. Seira — ¿Amelia Petrova? Te vi en la tele. No podía creer que habías llegado tan alto y que te acordabas de nosotras... — la interrumpo.