~• Capítulo 41 •~

16.9K 1K 251
                                    

Amelia

Acariciaba la cabeza de Damon desnudos. Me gustaba cuando se comportaba tan cariñoso conmigo

Con mis uñas acariciaba suavemente su espalda completamente tatuada. Terminaba en su bonito culo.

Me gustaba cuidarlo y mimarlo todo lo que pudiera. No soy lo suficientemente cariñosa para él, pero lo intento.

Sentía besos sobre mi pecho. Mis dedos se hundían en su cabello haciendo pequeños masajes.

Noté un pequeño mordisco en uno de mis pechos — ¡Damon! — dije levantado un poco la voz, eso me dolió.

— Lo siento mi reina, quiero seguir comiéndote — levantó su cuerpo del mío.

— Sí sigues haciéndome el amor no voy a poder andar — hablé cruzándome de brazos viendo su pene otra vez muy erecto.

— Esa es mi intención. Más bien no sería hacerte el amor, más bien follarte — sus besos de mi pecho bajaron a mi estómago.

— Lo que sea, me gusta hacer las cosas por mí misma — me senté haciendo que parará los besos.

— Hoy no — me agarró de la pierna haciendo que me tumbara del todo saliendo de mi un pequeño grito — Voy a hacer que tengas diez orgasmos seguidos.

¿Diez? Ya tengo miedo de lo que me va a hacer, pero a la vez quiero, quiero que lo haga.

Me abrió de piernas y mucho, pasó sus manos cerca de mi vagina provocando en mis temblores. Dejó sus manos posadas en mi culo.

Su lengua pasó por la entrada. Eso hizo que un pequeño gemido saliera de mi garganta. Movió su lengua por mi clítoris en círculos — Damon — decía entre gemidos.

Quitó una de sus manos de mi culo introduciendo dos dedos dentro de mí. Haciendo que gima más fuerte.

Sentía algo que no había sentido nunca — D-Damon creo que me voy a mear encima.

Separó su boca de mi coño — No te vas a mear encima cariño, es un squirt — volvió su boca a mi vagina — Suéltalo todo mi amor.

Así hice, con ello salió de mi un orgasmo haciendo que gritará de placer.

Le dió una última lamida a mi intimidad lamiendo todo el líquido — ¿Algún día me dejarás que te lo haga por detrás?

— ¿Algún día me dejarás que te lo haga por detrás? — le respondí con otra pregunta.

Provoque en el que levantará una ceja — ¿Lo estás diciendo en serio?

Asentí — Que yo sepa el punto g de los hombres está en el ano.

— No lo sé, nunca lo he probado. Me da miedo — el rey de la mafia le da miedo que se la metan por el culo.

Reí — Mi gran gruñón — acaricié su cabeza — Ya hablaremos del tema en otro momento.

— Es verdad, te tengo que follar hasta dejarte como Alessandro, en silla de ruedas — de un solo movimiento en mi pierna de nuevo estaba boca abajo, y levantó mi culo.

— Mira que eres mala gente — reímos con mis palabras.

Él introdujo de nuevo con suavidad su pene en mi vagina hasta el fondo. Cuando me di cuenta me estaba embistiendo bruscamente.

No podía parar de gritar y gemir. Me agarré fuerte a la almohada.

Escuchaba sus gruñidos, gemidos ahogados a pesar de mis gritos.

Ahora mismo el hotel entero tiene que estar alucinando con nuestros gemidos. No me importaba quiero que mi hombre me folle hasta dejarme sin poder andar.

Mi Reina ✓ Completa  [#I Saga emperadores de la mafia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora