Mi Reina ✓ Completa [#I Saga emperadores de la mafia]

~• Capítulo 29 •~

Damon

Me quedé a su lado junto a mi familia sentado en una de estas sillas de hospital que son muy incómodas.

No solté su mano desde que llegué, esperaba que ella despertará. Tenía la cabeza apoyada sobre mi mano en la cama de ella, con la espalda encorvada — Hijo — me llamó mi madre, la miré — ¿No estás muy incómodo? Te vas a hacer daño en la espalda con esa postura.

Negué con la cabeza — Así está bien — acarició mi espalda con una pequeña sonrisa.

Sentí como la mano de Amy se movió levemente, eso hizo que levantará la cabeza y la mirará, tenía abiertos los ojos intentando asimilar donde estaba.

— Amy — me levanté, me miró directamente a los ojos.

Hizo un puchero intentando no llorar, pero aun así salieron muchas lágrimas — Lo siento — sollozó — Lo siento, Damon — me duele tanto verla así.

La abracé — No tienes por qué pedirme perdón, tenías tus razones para hacer esto. Ya hablaremos cuando estés más tranquila.

— Tengo miedo, tengo mucho miedo — Temblaba, puedo imaginar el miedo que le tiene.

— Te juro que no vas a tocarte, ni siquiera a olerte. No pienso dejarte nunca más sola — sentía tanta rabia, voy a quedarme tan satisfecho cuando atrape a ese cabron y torture a esa zorra de Katya. Ya no es parte de la familia, ya no es nada para mí.

— ¿De verdad? — nos miramos a los ojos, seguían llenos de lágrimas.

Asentí con la cabeza y le besé la frente — Nosotros también estaremos contigo, Amelia — miramos a mi padre, pensé que esas palabras las diría mi madre, pero salió de mi padre — Lo que te hizo mi hermana fue cruel, te pido perdón por mi parte.

— No, Leonid. Tú no tienes la culpa de tener una hermana tan...— hizo una pausa — tan ella — no quería insultarla.

Mi padre no dijo nada más. Así que se retiró fuera seguro que a fumarse un cigarro.

— Está familia te protegerá, Amy — se acercó mi hermana Ajna acariciando su mano con una mirada dulce, como es ella.

Adoro a mi familia, apoyan a mi mujer a pesar de su pasado. Vi que Luka se escondía un poco detrás de Nickolay el cual estaba con su mirada en la ventana

Quise ignorarlos, son así. Annika salió de la habitación seguramente con mi padre, fueron detrás de ella mis demás hermanos menos Ajna y mi madre.

— ¿Cómo te encuentras querida? — habló mi madre con dulzura.

Se acercó mi prima Sayna, mi primo se quedó aparte — Cuéntanos.

— No muy bien, quiero irme a casa. Allí me siento más segura — en lo último me miró con ojos de cachorro, algo al que no me puedo resistir.

Aparté la mirada — De momento te quedarás aquí, habrá guardaespaldas por todas partes, estarás más segura que nunca.

No dijo nada, había hecho algo muy grave por lo tanto se tendrá que quedar aquí por un tiempo. Es un pequeño castigo.

— Está bien, si así lo decides — dijo en un hilo de voz mientras jugueteaba con sus dedos.

— Amelia — habló mi madre agarrando su mano — ¿Que pasó por tu cabeza para que intentarás esto?

Empezaron de nuevo a salir lágrimas de sus ojos — Pensé que si me quitaba la vida él no vendría a por mí, no quería volver a esa habitación, atada a esa cama, y el encima de mí pegándome o sin parar de...— al final salió un pequeño llanto — violarme. Por eso lo hice, entré en pánico. No sabéis el miedo que le tengo, Aliona.