Mi Reina ✓ Completa [#I Saga emperadores de la mafia]

~• Extra 1 •~

|| La tortura de Bella ||

Amelia

Después de dos días de descanso que me tomé después de la luna de miel me dirigí a las bodegas junto a mis guardaespaldas.

Esta era la única razón por la que deseaba que terminará la luna de miel con mi querido esposo y era torturar a esa zorra que quería arruinar mi bonito vestido, por así decirlo, mi boda.

Voy a despellejar cada parte de su cuerpo, voy a hacer que suplique que pare y no lo haré.

No pienso dejar que viva como hice con su amiga Lisa la cual está en estado vegetal por lista.

Llevaba un vestido negro ajustado a mi cuerpo corto de manga larga, un abrigo del mismo color con la capucha de pelo, tacones altos como unos quince centímetros, mi cabello recogido en una coleta.

Bajé sin ayuda de que me abrieran la puerta, tengo manitas para abrirla yo misma.

Uno de los guardias cuando me vio primero me saludo sabiendo a que iba allí. Sin decir una sola palabra me lleva a la sala.

Allí estaba, sentada en la silla de tortura con el mismo vestido blanco que llevaba el día de mi boda, estaba sucia y mugrienta, lleva tres meses aquí encerrada solo siendo alimentada e hidratada, solo a veces la soltaban para ir al baño, a veces ni eso, dejaban que se meará o que hiciera de vientre encima.

Antes de llegar aquí mandé que la limpiaran con una manguera de agua fría. No quería entrar y que entrará ese mal olor en mis fosas nasales.

Me quité el abrigo dándole este a Artem. — Esperadme fuera, —ordeno, algo que ellos acatan al instante.

Me quedo con dos hombres que me ayudaran un poco a torturarla, Poe e Igor.

La miré de arriba abajo viendo que no tenía ni un solo rasguño solo las marcas de las cuerdas en tobillos y muñecas.

Por lo que estaba viendo se estaba echando una siesta algo que voy a interrumpir en estos instantes. — Encadenadla al techo y que quede de rodillas.

Acataron mi orden, en cuanto ellos la tocaron ella abrió los ojos al instante, su mirada fue directa hacia mí con horror, yo solo le sonreí con maldad.

— ¿Qué? ¿Qué vais a hacer ahora conmigo? — Dice mirando a los dos hombres.

— Hoy se te acabó el vivir, bonita, —dice el rubio con una amplia sonrisa de psicópata.

Él al decir esas palabras me mira directamente, —maldita prostituta de la calle. Yo debería estar casada con él, no tú. Tú deberías de estar encadenada a esto grilletes y siendo torturada por mí, —dice con toda la rabia que le sale del pecho mientras la colocaban arrodillada.

Igor me mira, con solo esa mirada sabía lo que me quería decir y yo asentí. Le propinó un puñetazo en la cara haciendo que le sangrara la nariz. — No vuelvas a faltarle el respeto a la reina, escoria.

Ella lo mira como si le llevará los demonios. Me acerco a ella a paso lento, me agacho teniéndola de frente. — Esperaba que hubieras aprendido la lección después de lo que intentaste hacer en mi boda y estos meses atrás aquí encerrada siendo tratada como nada, — iba a decir como un animal, pero a los animales se les trata mejor que a esta zorra, —¿o es que estas muerta de miedo?

Cuando la contra ataqué con la navaja sentí su miedo, el terror que sentía, sobre todo al saber que...no me tiene miedo a mí, sino a Maze. — Te voy a refrescar un poco la memoria, Bella. Fui y estoy siendo entrenada por Mazikeen González. — Le muestro una amplia sonrisa cuando ve la suya de terror, bingo.