Mi Reina ✓ Completa [#I Saga emperadores de la mafia]

~• Capítulo 36 •~

Damon

Estuve unos minutos intentando calmarme, escuchaba desde fuera sus gritos. Me gustaría entrar y cortar su cuello de lado a lado, pero siento que si no sufre lo que ella sufrió no me quedaré satisfecho.

Me limpié las manos de la sangre, miré la hora vendo que habían pasado seis horas, me quedan tres horas.

Fui a la bodega donde estaba Lisa.

Al verme me miró con miedo y a la vez con alegría, no se qué alegría debería de darle estando ahí sentada en esa silla atada de pies a manos con cuerdas.

Agarré una silla, la arrastré frente a ella y me senté con el respaldo en mi pecho.

Le di una media sonrisa, ella sonrió con un rayito de esperanza en sus ojos. Me puse serio de la nada ahora viendo mucho miedo.

— Ahora no te da tanta alegría.

Veía como sus brazos temblaban — No me mates, por favor.

— Ya veremos si te mato o no — la miraba con desafío, con la bestia fuera de mi cuerpo — ¿Qué hacías anoche en mi casa?

Se quedó unos segundos en silencio — Fui a hablar contigo, pero me dijo ella que no estabas.

Algo me dice que eso es mentira — Veremos si eso es verdad.

Levanté mi mano indicando a uno de los guardias que custodiaban la puerta se acercará a mí. Uno de ellos se movió hasta mi dirección dándome su teléfono.

Marqué el número de Ivanna, bajo la atenta mirada de Lisa.

Descolgó — Dime Damon.

— Hola Ivanna, ¿está contigo Amy? — la expresión de Lisa ahora era de horror.

— Si, está justo aquí conmigo.

— Pásamela

Escuché unos cuantos susurros tras el teléfono, hasta que escuché su dulce voz — Dime cachorrito — amo cuando me llama por sus horrendos motes.

— Voy a ponerte en altavoz para que ella te escuche, mi reina.

Alejé el móvil de mi oreja dándole al botón del altavoz.

— Amy, mi amor — sé que a Lisa le daba tanta rabia que fuera tan cariñoso con ella — Cuéntame que hacía Lisa anoche en nuestro hogar.

— ¿Está ella escuchando? — pregunta

— Sí.

— Que hable ella, sabe tan bien como yo lo que pasó anoche.

— Ella está diciendo que fue a hablar conmigo, ¿eso es cierto cariño?

— No, dijo que quería hablar conmigo.

— ¿Hablar contigo? — habla Lisa — jamás querría hablar con alguien como tú — habla de forma arrogante con el ceño fruncido.

Se quedó todo en un pequeño silencio — En fin — habla Amy cortando el silencio.

— Cuenta amor, ¿qué te dijo?

— Te lo he dicho antes, quería hablar contigo, pero enseguida me fui porque no estabas — no dejó que mi mujer hablará.

— Pues dime qué es lo que querías decirme — levanté una ceja.

— Quería hablar sobre...— se estaba pensando una buena mentira — Sobre mi sueldo del último mes.

— ¿Por eso vas a mi casa a molestar a mi mujer? — fruncí el ceño.

— Necesito el dinero, mis padres quieren el dinero — dice con una sonrisa nerviosa.