Mi Reina ✓ Completa [#I Saga emperadores de la mafia]

~• Capítulo 46 •~

Damon

Entré al local junto a mis guardaespaldas. Todos nuestros hombres estaban evacuando a los invitados.

Duplique la seguridad por si mi tío andaba cerca. Estoy preparado para pegarle un tiro entre ceja y ceja.

Vigilaba a los alrededores. Entonces vi a mis padres venir hacía mí.

— Hijo — Corrió hacia mí, agarró mis manos — ¿Qué está pasando? — dijo asustada.

— Antón puso una bomba cerca de las calderas. Poneros a salvo antes de que estalle — solté una de sus manos y la puse detrás de su espalda para que se fueran.

— Hijo, por favor ten cuidado — dice con ojos lastimosos.

— Vete y proteja a Ajna y a Lukas — ella asintió y se fue corriendo.

Mi padre no dijo nada, se quedó quieto a mi lado — Me quedo contigo — sacó su arma.

Puse los ojos en blanco — Padre debería de ir con madre, te necesitan.

— Por ellos no te preocupes, Nick está con ellos — eso me calmaba. Sé que con él están seguros.

Mi walkie-talkie sonó, era mi primo — Explotará en treinta segundos, repito. Treinta segundos.

Empecé a correr junto a mi padre estando lo más lejos posible entramos a unos arbustos. Nos agachamos, entonces explotó.

Levanté mi cuerpo viendo el local en llamas medio destruido. Vi a mi primo cerca viendo la escena de fuego.

Mi padre y yo llegamos hasta él — ¿Están todos bien?

— Si, salieron todos. Espero que nadie se quedará dentro — apoya su espalda en el coche pasando las manos por su rostro — Esto es un desastre.

Mi padre se puso a su lado — Esto no es nada, hijo — acariciaba su hombro — Seguiremos en otro lugar un poco más cerca de la ciudad, por si vuelve a pasar lo mismo. No podemos rendirnos por culpa de Antón.

Mi padre tiene razón. Si lo dejamos así mi tío habrá ganado, es mejor que sigamos con el doble de seguridad que antes.

— Tiene razón, primo — saqué mi teléfono — Voy a hacer ahora mismo una reserva en uno de mis locales y allí seguiremos con la fiesta — solo teclee un poco, ser dueño de muchas empresas tiene sus ventajas — Nos vemos en la Fiereteca — decía alejándome de ellos, solo asintieron con la cabeza. Puse es nombre por mi fierecilla y no me arrepiento de nada.

Entre en el coche directo allí, durante el camino llamé a Oliver para que llevará a Amy allí.

El resto del día siguió la fiesta. Se notaba que todos fingían sonrisas, estaba tan inquietos como yo, pero la diferencia entre ellos y yo es que no sé fingir. No paraba de mirar por todas partes, incluido las ventanas. Hay mucha más seguridad que antes, pero nunca se sabe.

Estaba apoyando mi espalda junto a la ventana sin parar de mirar de reojo lo que pasaba fuera todo el tiempo. En ese instante noté un cuerpo enfrente mío. Giré mis ojos y era Amy — ¿Estas bien, Damon?

No podía con su mirada de cachorro, de sus labios había un leve puchero — Estoy bien, solo estoy inquieto. Para mí todos vosotros sois muy importantes para que mi tío Antón esté jodiendo.

Agarro mi mano — Deberías disfrutar tú también, tienes que confiar en la seguridad que has puesto tú mismo.

— Nunca se sabe, mi amor. Tengo que protegerte sea como sea — apreté su mano levemente saliendo de mí una pequeña sonrisa.