Mi Reina ✓ Completa [#I Saga emperadores de la mafia]

~• Capítulo 44 •~

Amelia

Lo que fue ayer de un día tranquilo se convirtió todo de un minuto a otro en un caos.

Detienen a Damon por mi culpa, me sentí tan jodidamente culpable que tenía que sacarlo de ahí. Pensé que cuando me encontrará con Aliona me echarían la culpa de que la causante de esta mierda, pero fue todo lo contrario me apoyó junto con su marido y sus hijos, lo agradecí tanto después de que me interrogarán.

Dios, el interrogatorio fue asfixiante. Lo único que quería era salir de allí e irme a casa. Fue difícil convencer a esos policías que Damon no me había secuestrado. Gracias a los abogados que contrató Aliona pude salir y evitar que me llevarán a protección de testigos y que Damon no entrará a la cárcel por mi culpa.

Realmente lo peor para mí de todo esto es descubrir que mi madre está muerta, que mi padre es Angelo Rossi y que tengo un hermano mayor que se con certeza que no sabe de mi existencia.

Si me dedico a buscar a mi hermano esté donde esté me encontraría con mi padre, sería completamente incapaz de enfrentarlo. Quiero que responda a todas mis preguntas, como el por qué me abandonó y me dejó con esas prostitutas, por qué mató a mi madre. No podría pronunciar ni una sola palabra porque me quedaría en shock solo con verle la cara.

Me acuerdo perfectamente de su rostro. Somos iguales físicamente, rubio rizado de ojos azules. Él y yo somos clones en ese sentido, lo único distinto es que él es mucho mayor que yo y es un hombre.

Quiero sanar antes de enfrentarme a mi pasado y todo lo que me ha hecho sufrir durante trece años. Años que no olvidaré jamás.

Llevaba ya media hora despierta sin parar de darle vueltas a la cabeza e intentando sacar conclusiones de todo esto. Si Natalia no me hubiera contado nada de esto y yo no hubiera preguntado no estaría tan rayada, habría dormido por lo menos las siete horas que me pertenecen, pero no he dormido tres y de milagro.

Miraba la ventana viendo que ya estaba amaneciendo. Damon estaba pegado a mi espalda y abrazado a mi cintura. Acaricié su mano intentando calmar la ansiedad que tenía en el pecho, pero algo en mi no se calmaba siento que me ahogo.

Cerré los ojos intentando controlar mi respiración — Calma, calma — dije susurrando, casi sin voz para no despertar a Damon.

Necesitaba salir de la cama, así que quite sus grandes brazos de mi cuerpo. Fui directa al baño para mojarme la cara y refrescarme. Miré mi expresión en el espejo, las ojeras que me llegaban hasta la barbilla — Que fea eres, coño.

Sequé mi rostro con una toalla, todavía no estaba calmada.

Me senté junto a la bañera en el suelo apoyando mi espalda en este, se me estaba haciendo imposible respirar. Me abracé a mi misma intentando respirar por la nariz y por la boca, todo en mi se dificultaba — Damon, Damon — lo llamaba, pero de mí no salía la voz.

Dejó de pasar oxígeno por mis pulmones. Me estaba ahogando. Empezando a verlo todo muy borroso.

Pude ver una silueta grande y fuerte, no escuchaba nada. Siento que voy a desmayarme.

Así fue, todo se volvió oscuro.

Algo hizo que volviera a la consciencia. Abrí los ojos como pude viendo una cabellera negra, esa misma persona estaba chocando mis labios con los suyos dándome aire.

La misma persona me miró, pude reconocer que era Damon — Amy — me llamó, ¿por qué le escucho tan lejos y sigo viendo borroso?

— Damon — dije con dificultad. Ahora no estaba en el suelo, sino en el aire. Estaba en sus brazos.