~• Epílogo •~

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Maratón 6/6

Damon

8 años después

Volvía de trabajar a casa deseando de volver a ver mis niñas. Mis pequeñas cuatro hijas.

Entro por la puerta encontrándome con mi segunda hija de ocho años, Samara que me recibe como si llevará meses sin verme.

— Papi — se lanzó a mis brazos.

— Mi niña — la subí a mi pecho, no suele ser cariñosa, en ese aspecto se parece mucho a su madre. Bueno es ella en todos los aspectos, es una mini Amy.

— Te echaba de menos papi — me pone ojos de cachorro.

— Solo han sido unas horas, mi amor — le besó la frente.

— Papá — aparece Emma que ya tiene diez años. Como pasa el tiempo. Qué me abraza por la cintura.

— Mi hija mayor recibiéndome como siempre — rio.

Fui directo al salón dándole la mano a Emma y allí estaba mi esposa con mi hija pequeña de cuatro años, Maddison que no se separa de su madre ni con agua caliente.

— Hola mi amor — me recibe con una gran sonrisa.

— Hola cariño — le doy un beso en los labios.

— ¡No! — se pone en medio de ambos la pequeña Maddy.

Ammy se pasa la mano por la cara — No me deja en paz ni un segundo, creo que me recuerda a alguien — me mira.

Maddy es igualita a mí en todos los aspectos hasta físicamente, morena de ojos azul claro. Contrario a Samara que es rubia rizado de ojos azul oscuro como su madre.

Ellas han salido igualitas a nosotros.

— ¿Y Lea? — preguntó por nuestra tercera hija.

Lea la adoptamos hace, no más de tres meses con solo seis años y le está costando mucho adaptarse ya que fue abusada por sus padres física y mentalmente, es muy desconfiada.

— Estará en su habitación, como siempre — dice mi mujer entre suspiros.

Dejó a Sam en el sofá junto a su madre y hermanas — Voy a verla, ahora vuelvo.

Siempre cuando llego a casa voy a verla y que confíe lo máximo posible en nosotros y que no nos tenga miedo y sepa que no ha sufrir nunca más.

Me gustaría que cuando pregunte por ella me digan que está jugando con una de sus hermanas, pero no creo que suceda tan rápido, la esperanza es lo último que se pierde.

Llamo primero a la puerta — Lea, soy yo. Papá, ¿puedo entrar?

No hubo respuesta. Me da rabia que una niña tan pequeña tenga que sufrir. Me alegro de que Amy se encariñase con ella y decidimos adoptarlo y darle una nueva vida.

Abrí la puerta asomándome un poco observando si la podía ver. Un golpe de juguetes cayendo me alarmó un poco.

Entré viendo que no había pasado nada.

Los ojos verdes de Lea se posan en mí. La primera vez que vi sus ojos no tenía ningún tipo de brillo, como si estuviera muerta por dentro, ahora hay algo de vida.

Lea, cariño. Cuando papá pregunté contesta, si no creeré que te ha pasado algo y me preocupo por ti — cierro la puerta tras de mí.

Ella mira al suelo triste — Lo siento — dice aprenda.

— No pasa nada, ya lo sabes para la próxima vez — me agacho a su altura mientras ella recogía sus juguetes — ¿Bajamos a cenar? No creo que Violeta tarde mucho en terminar la cena.

Ella asiente, la ayudo un poco a que termine. Es la primera vez que simplemente dice algo. Poco a poco se abre con nosotros y me alegra mucho.

Le ofrezco mi mano y ella acepta. Tampoco agarraba mi mano, solo se quedaba quieta.

Por eso digo que la esperanza es lo último que se pierde y se que hay esperanza para mi pequeña Lea.

Bajamos y cenamos como una familia, siendo todo un caos, pero de lo más divertido aunque algun que otro regaño tengo que soltar para que se comporten.

Nos quedamos en el sofá viendo la televisión, las niñas se quedaron dormidas. Se quedaban kao en el sofá, cansarlas durante el día es lo mejor para que dejen por la noche a papá y mamá hacer sus cosas.

Amy observaba el tatuaje que se hizo después de nacer Maddison con el nombre de Abram el hijo que perdimos, mellizo de nuestra hija pequeña. Desde ese día decidimos que no tendríamos ningún hijo más.

La abrazó por la cintura — Sé que le añoras, yo también querría que nuestro único hijo estuviera siendo criado por nosotros.

Pude ver cómo sus ojos se llenaban de lágrimas — Aún me cuesta superarlo, estaba tan ilusionada con mi hijo que tuvo que morir en el parto — se acurruca en mi pecho.

— Lo sé, yo también lo deseaba — por circunstancias de la vida ahora no está con nosotros, pero esté donde esté este cuidando de sus hermanas.

Se le saltaron las lágrimas y se las limpia — Mejor llevemos a las niñas a sus camas, ya es muy tarde — no quiere proseguir con el tema y la entiendo, yo tampoco.

Llevamos a las niñas a sus respectivas habitaciones.

Nosotros nos quedamos solos. Nuestra habitación que diseñamos con esos grandes ventanales que daban a la nada, pero un paisaje precioso.

— Voy a follarte toda la noche, mi reina — le besó los labios, estado encima de ella.

— Eso espero, porque estoy deseando, mi rey — poco a poco fui quitándole el pijama.

Así hicimos, toda la noche.

Fin

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Hola guapetones.

Gracias por haber llegado hasta aquí, el final de este libro que me ha costado meses escribir y que al fin ha llegado a su fin y estoy muy emocionada.

Aquí os dejo la sorpresa y es que habrá una saga de los hijos, se llamará: El legado de los imperios. Volveremos a ver a Damon y Amy en acción.

Para eso primero tiene que terminar esta saga que está compuesta por 5 libros. El segundo libro es Amor Perveso que ya lo tenéis en mi perfil (está allí desde el 15 de Julio) que es el amor-odio de Nickolay y Maze.

Vendrán más y el tercero será Emperatriz el amor de Mikhail y María los alemanes y más. Estaré informando por aquí 👇🏻

Podéis seguirme en mis redes sociales (no tengo Twitter) como: demonayade.

Y en los grupos de lectores.

También habrá extras que eso será más adelante cuando llegue a un límite de lecturas.

Con un voto, un comentario y compartiendo apoyáis el libro

Un abrazote y gracias.

Mi Reina ✓ Completa  [#I Saga emperadores de la mafia]Where stories live. Discover now