Mi Reina ✓ Completa [#I Saga emperadores de la mafia]

~• Capítulo 16 •~

Amelia

El día de la presentación estaba de los puñeteros nervios.

Llevaba el vestido de aquella tienda, que por lo menos tapa mis cicatrices, lo admito, es muy bonito.

Me estaba maquillando con los nervios y no me salía bien el eyeliner — ¿Te queda mucho? — escuché desde fuera. Damon estaba en la habitación, aún no me había visto con el vestido.

— Un poco, si estas espérame abajo, tardaré lo menos posible — contesté, quería estar lo más presentable posible.

Escuché que bajaba las escaleras y seguí con el maquillaje.

Pasó no sé cuánto tiempo con el jodido maquillaje, no esperaba a que tardará tanto, llegábamos tarde. Me puse aún más nerviosa, así que hice respiraciones, un modo para relajarme que me enseñó Ivanna.

Al final salí del baño viéndome decente. Bajé las escaleras lo vi al final, ¿se quedó ahí todo el tiempo? Llevaba el mismo color de traje que mi vestido, sé que Aliona ha hecho que coincidamos de color. Lo admito, iba muy guapo.

— ¿Damon? — me paré en el penúltimo escalón, cuando llamé su atención me miró a los ojos.

— Dime.

— Es que estabas mirando raro, ¿hay algún problema con mi vestido? — de verdad que pienso eso, algo hay mal con mi aspecto.

— Para nada — agarró mis manos — Estas perfecta. Digna de una reina, no he visto mujer tan guapa como tú, una diosa — sus palabras hacían que mis mejillas se tornarán sonrosadas, no estoy acostumbrada a tanto elogio.

— No hace falta tantos halagos — mostré una leve sonrisa.

— Es poco lo que digo para lo que ven mis ojos — me ofreció su brazo.

Acepté sin dudarlo solo le mostré una sonrisa tímida.

Llegamos a la casa de sus padres viendo a todos los invitados, todos quedaron con la boca abierta al vernos, mi nerviosismo aumentaba haciendo que apretará con fuerza su brazo. Posó su mano en la mía, sé que intentaba tranquilizarme, aun así, no podía con esta ansiedad que tenía encima.

— Mis hijos — llegaron a nuestro encuentro, Aliona y Leonid, es bueno que ellos estén aquí.

— Habéis llegado un poco tarde, pero lo importante es que estáis aquí — anda, no me digas señor, no sabía que había llegado tarde, me mordí la lengua para no soltar lo que acababa de pensar.

Después de saludar a sus padres llegó un hombre un poco más alto que Damon, su cabello era negro y la mujer a su lado, parecía ser su pareja, era preciosa, ella sí que es una diosa. Fíjate que me gusta hasta a mí — Buenas noches, primo — habló fríamente dirigiéndose a Damon.

— Que formal, primo, como siempre — él me miró, yo estaba muy encogida, la mirada de su primo intimidaba muchísimo — Ella es Amelia — me presentó él — Cariño, ellos son mis primos Iván y Sayna

— Encantada de conocerte Amelia, bienvenida a la familia — habló ella con amabilidad hacía mí.

— Igualmente, Sayna y gracias — hablé tímidamente.

— Pero que tenemos aquí, mi sobrino desaparecido ha vuelto — esa voz chillona le desagrado a mis oídos, una mujer con un vestido dorado apareció de la nada.

— Hola tía — cuando Damon pronunció esas palabras en mi cabeza se juntaron las piezas. Es la tía Katya, la bruja que tanto odia Ivanna, con ella tengo que estar alerta.