~• Capítulo 18 •~

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Damon

Llevaba cinco días aquí encerado en uno de mis muchos edificios, borracho. No había momento en el que no tuviera una botella de lo que fuera en la mano.

En mi cabeza solo estaba ella, sus palabras duras. Yo no sé qué tendrá esa mierda que esté tan enganchada, quiero que tenga dependencia hacía mí no algo que la mata por dentro.

No quería verla, me duele el solo mirarle a la cara e imaginarme que puede que se vaya si la obligó a dejar esa mierda. No puedo.

Duele tanto, quiero encerrarla en una habitación, atarla y no dejarla escapar, pero sé que eso le haría aún más daño. Sus traumas aumentarían.

Le di otro trago a la botella sentado en el suelo, con mi espalda apoyada en la pared.

Escuché el sonido del ascensor, seguro que era mi amigo es el único que sabe mi paradero. Las ganas que tengo de ver a alguien son nulas.

Veo aparecer a mi amigo con un traje negro acercarse a mí a paso lento — Creo que ya es suficiente, tienes que volver a casa.

Negué con la cabeza, no quiero volver. Quiero estar solo más tiempo y beber — Vete, no quiero ver a nadie.

Vi como piso los ojos en blanco — Damon, ¿tú te has visto? Llevas cinco días borracho sin parar, las empresas las están llevando tus hermanos y primo, no quiero decirte a quien te pareces.

Mi mirada se dirigió a su ojo, lo estaba mirando con una gran oscuridad en mis ojos — Ni se te ocurra decir su nombre — le di otro trago a la botella — Seré un borracho, pero no un violador.

Se quedó en silencio. En realidad, no bebía tanto, solo en ocasiones especiales. Ahora estoy tan deprimido que solo pensaba en el alcohol.

— Como quieras. Tienes gente que están muy preocupados por ti — dicho esto, subió al ascensor y se marchó.

Levanté mi cuerpo balanceándome de un lado a otro hasta sentarme en un asiento de la barra. Crucé mis brazos sobre esta soltando la botella casi vacía, apoyé mi cabeza quedándome dormido.

Cuando quise darme cuenta desperté, estaba en el mismo lugar y no sé cuántas horas pasaron, pero ya era de noche.

Levanté mi torso dejando mi columna recta, agarré la botella y me bebí lo poco que quedaba.

— Primo, no estás bien — escuché la voz de Iván, algo que me asustó.

— Vete, no quiero ver a nadie — el chivato de Daniels le dijo dónde estaba.

— Me parece que eso no es una opción — se sentó a mi lado mientras pronunciaba esa palabra.

No quise mirarlo, no quiero que vea mi dolor. Que estaba aquí sufriendo por ella.

— ¿Qué es lo que te ha pasado para que estés aquí? ¿Discutiste con tu prometida? — no contesté a las preguntas — Por algo saltéis corriendo de la presentación después de subir al escenario.

Todo aquello me vino a la cabeza al instante, no puedo contarle nada. No puedo.

— Si, discutimos y estamos enfadados el uno con el otro, por eso estoy aquí.

Giré mi cuerpo para bajar del asiento, pero sin querer le di a la botella vacía con mi brazo, está se rompió en pedazos cuando chocó con el suelo.

Bajé clavándome los cristales, no me acordaba de que iba descalzo, tampoco me importó mucho, aun así caminé a las mesas del final con los pasos de mi primo por detrás — Damon estás sangrando.

Mi Reina ✓ Completa  [#I Saga emperadores de la mafia]Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ