~• Capítulo 25 •~

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Damon

Nos miramos entre los tres después de lo que acababa de decir.

Daniels e Iván se miraban convencidos de que si era ella.

— ¡No! — grité poniéndome de pie tirando la silla — ¡Me puto niego a que sea ella!

No, no es ella. Es imposible, está postrada todo el día en una puta cama por culpa del dolor.

No sabe utilizar un teléfono ni siquiera, ¿con quién se comunicaría? Si desde que se lo conté no ha salido.

— ¿Entonces quién ha sido si ha sido ninguno de nosotros, Damon? — habla mi primo serio.

— Una de dos, alguien nos escuchó hablar o uno de los dos miente — me niego con toda mi alma a que sea ella.

— Investiguemos de ahora en adelante en el asunto — habla mi primo pacíficamente — No tengo nada que esconder, así que a mí me puedes investigar — dice tranquilo.

— Por mí también, tampoco tengo nada que esconder — dice convencido.

Mi furia estaba creciendo a momentos, querían convencerme de que fue ella. No lo van a conseguir.

Gruñí apretando mis dientes con rabia, apreté mis puños con fuerza hasta dejar mis nudillos blancos — ¡Sé que no ha sido ella! ¡Es imposible!

— ¿Por qué crees que no ha sido ella? Damon, en este mundo no te puedes fiar de nadie — miré a mi primo fijamente.

Entré cerré los ojos — Porque está postrada ahora mismo en una cama enferma, no tiene familia. Desde el día que se lo conté empezó con los síntomas, no ha salido para nada. Un teléfono no sabe utilizarlo y aún está aprendiendo a leer y escribir — no paraba de moverme de un lado a otro.

Pos sus miradas creo que los medio convencí, estaba de los nervios, aunque no lo mostrará. Quería echar a correr a por mi tío y pegarle ochenta tiros en la cabeza.

Entonces llegué a la conclusión de que Daniels desapareció cuando nos atacaron. Mi mirada fue a él — ¿Por qué me miras así?

Lo agarré del cuello de la camisa y lo acerqué a mí — ¿Dónde estabas cuando empezaron a dispararnos?

Me empujó soltándose de mi agarré, haciendo que se ponga muy furioso — Pues estaba moviendo a uno de los heridos. Recuerda que estaba con los demás con el cargamento.

Es verdad, ya no me quedan más opciones — Damon — llamó mi atención mi primo — Investiguemos más con calma. Son ya las dos de la mañana y no es plan de ponernos a sospechar el uno del otro.

Estoy muy cansado, quiero volver a casa con mi mujer — Será mejor que te cures la herida — habló mi supuesto amigo, ya no sé qué creer.

Miré mi herida la cual estaba sangrando mucho. Me la tapé con la mano — Llama a alguien para que me cure esta mierda — ordené a Daniels.

Él con el ceño fruncido hizo lo que le ordené. Después de llamar a una enfermera le entra una llamada.

Pudimos escuchar lo que él contestaba — ¿Por el oeste? — se queda en silencio unos segundos — ¿Y los que vigilaban? — suspiró — Ahora hablo con Damon, deshacerse de los cadáveres y que vigilen otros — descolgó.

Se acercó a nosotros — Entraron por los depósitos del oeste, los que vigilaban están muertos.

Me pasé la mano por la cara — Joder, joder, ¡joder! — dije levantando mucho la voz.

— También perdieron de vista a Antón, a desaparecido otra vez.

— Esto es un problema — habló mi primo — No solo nosotros estamos en peligro, si no también nuestras mujeres, Damon. Mi padre es un auténtico cabron.

Mi Reina ✓ Completa  [#I Saga emperadores de la mafia]Where stories live. Discover now