Mi Reina ✓ Completa [#I Saga emperadores de la mafia]

~• Capítulo 6 •~

Hellen

No sé qué haré cuando me recuperé del todo de las heridas después de que pasé aquí un mes y ya llevo tres semanas cenando todas las noches con él. Decían que era aterrador, cruel y despiadado, no le perdonaba nunca la vida a nadie, su mirada fría hacía que todas las venas y arterias de tu cuerpo se congelaran. Yo no he visto eso en él, solo aquel día que iba a morir por sus hombres.

A día de hoy pienso, ¿por qué me perdonó la vida a mí?

No sé si esa pregunta él puede respondérmelas, aunque me gusta verlo por mí misma, responder esas preguntas a mi manera.

A sido muy amable conmigo, me ha estado preguntando todos los días como estoy. Cada día lo conozco un poco mejor y siento con él algo que nunca he sentido, mi corazón palpita con fuerza, me emociono cada vez que lo veo, aunque no lo muestro, cada segundo que pasó con él estoy más cómoda y me siento segura, es la primera vez que siento algo así con alguien. Tengo miedo al fin de al cabo. El día que me recupere del todo y vuelva a las calles, volver a aquella pesadilla.

Miré por la ventana teniendo estos pensamientos la noche estrellada. Me acerqué para ver más de cerca.

Estoy en una casa, me cuidan lo mejor que pueden, pero en mi pecho hay una tristeza inmensa. Llevó arrastrando esto desde que tengo uso de consciencia, nunca he sentido aquello que llaman felicidad, para mi es inalcanzable.

Unos pequeños golpes en la puerta me sacan de mis pensamientos — Hellen.

La voz era de Damon — Pasa.

Mi mirada no se apartó del cielo, solo escuché como se abrió la puerta, sus pasos y cerrarse esta misma. Se acercó a mí a una distancia razonable, respetaba muy bien mi espacio personal — ¿Te gusta?

— Si — mi voz salió en un hilo — Desde pequeña me ha gustado ver las estrellas, me hacían sentir un poco más segura.

Se hizo un pequeño silencio, hasta que él habló - Hoy saldremos fuera a cenar.

Le miré teniéndolo a mi costado. Tenía el ceño un poco fruncido, no sé porque estaba molesto, pero espero que no sea conmigo — ¿Y a qué viene el cambio de lugar?

— Pensé que estaría bien que salieras, llevas mucho tiempo aquí encerrada y sería bueno que tomarás un poco de aire — relajó su ceño y su mirada era más dulce.

— Ya salía todas las mañanas a tu inmenso jardín a dar paseos — tengo miedo a salir de aquí, no quiero que los amigos de mi novio asesinado me encuentren y que vuelvan a prostituirme. Seguro que ahora mismo se veía el miedo en mis ojos.

— Hellen — su voz sonó dulce, me envolvió en un abrazo acogedor solo con el tono de sus cuerdas vocales — Sé que tienes miedo, podrías desarrollar agorafobia si no lo has hecho ya. Y por la seguridad vendrán muchos guardaespaldas con nosotros, además te asigné uno cuando te traje a esta casa. Estarás más que segura, estás hablando con el rey de la mafia — su sonrisa me tranquilizaba.

— Está bien. Confiaré un poco en ti — me costaba confiar muchísimo, y es normal. He sufrido demasiado.

Su sonrisa se amplió más, se alejó de mí hacia la puerta — Te esperaré en el salón — cerró la puerta detrás de él.

Me acerqué al armario/vestidor a ver qué podría ponerme. Compró muchísima ropa durante este mes para mí, no os podéis imaginar la ropa de distintos colores, formas, vestidos, pantalones, camisetas, camisas. Era difícil elegir una prenda que me cubriera todas las cicatrices de mi cuerpo.

Elegí un vestido azul eléctrico corto con mangas y cuello de encaje, la falda era suelta, la ropa interior del mismo tono, hasta los zapatos que eran preciosos, aunque tuvieran un buen tacón de poco más de cuatro centímetros.