Mi Reina ✓ Completa [#I Saga emperadores de la mafia]

~• Capítulo 23 •~

Damon

El día de ayer fue muy jodido para Amy. Quería estar con ella, pero los negocios no me dejaron, muchos de ellos no los pudieron resolver mis hermanos y mi primo porque querían verme a mí.

Evité todo el día a mi familia y a Lisa, se que si me encuentro con ella no voy a poder evitar meterle una bala en toda la sien.

Llegué a la empresa muy cansado, llevo toda la noche consolando a mi mujer con todo el dolor que ha tenido que soportar y que está soportado. Me duele verla así. Esto será temporal, sé que ella es fuerte y puede con todo.

Llegué al piso donde estaba mi despacho, salí del ascensor encontrándome de sopetón con Lisa, justo a la que no me apetece ver.

Tenía el ceño fruncido, los brazos cruzados, su mirada me estaba fulminando.

Puse los ojos en blanco, pasé por su lado ignorándola, se que si hablo con ella me voy a cabrear y no voy a poder controlarme, y más con mi falta de sueño.

Escuchaba sus pasos detrás de mí — Damon — escuché mi nombre de su boca.

Odio que haga eso, hizo que me parará y la fulminara — Ni se te ocurra volver a llamarme por mi nombre, soy el señor Petrov — seguro que se me notaba la vena de la mandíbula.

Noté el miedo en sus ojos, sabe lo impulsivo que puedo llegar a ser — ¿Señor Petrov? ¿No era jefe? — notaba el temblor en su voz.

— Ya no soy tu jefe, desde ayer estás despedida. No quiero volver a ver tu cara por aquí — mientras pronunciaba estás palabras dejé de mirarla para seguir mi camino.

— ¡¿Qué?! — seguía detrás de mí — ¿Por qué? Lo hice todo bien en este trabajo. No lo entiendo.

Ella se quejaba. Yo ya había entrado en mi despacho, agarré la puerta pero no llegué a cerrar asomando mi cabeza para mirarla directamente — Todo llega a mis oídos, Lisa, se lo que dijiste de mi futura esposa y yo por ella hago lo que haga falta.

Su mirada ahora era de rabia — ¿Quién ocupará mi puesto? ¿Tu futura esposa inútil que no sabe leer ni escribir? — se arrepintió enseguida de lo que acababa de decir.

Mi mirada aún daba más miedo. La metí en mi despacho del cuello, la estampé contra la pared — Da gracias que no te pego un tiro en sien, Lisa. La próxima vez que pase algo así te elimino de la faz de la tierra junto con tu familia — dije muy cerca de su cara.

Si no se hizo pis encima fue de milagro, pero si noté sus temblores por todo su cuerpo. No solté su cuello hasta que la vi morada. Cuando lo hice se puso a llorar, algo que no me afecta en absoluto. Solo cuando mi mujer llora.

— Da...— estuvo a punto de decir mi nombre, menos mal porque no me hubiera controlado — Señor Petrov, por favor. No me haga esto, yo le amo.

Que pereza la misma conversación — Largo — le abrí la puerta — Annika ocupará tu puesto — dejé de mirarla, se que si la miro voy a acabar con su vida.

Ella se fue escuchando sus pequeños llantos. Qué asco que no pueda meterle un tiro, su familia es un gran beneficio para los negocios ilegales.

La mantendré lejos de mí y de mi familia si es necesario.

Sentí la presencia de mi hermana mientras miraba a Lisa marcharse — Hiciste bien, hermano — me acarició el brazo.

— Gracias hermana, se me ha hecho muy difícil no matar aquí — me alejé de ella para sentarme en mi escritorio y trabajar.