15.

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Layla Losada

-Layla – dice Maia y me giro a verla para sonreír y abrir mis brazos –
- Chiquita – chillo y nos abrazamos – hasta que llegaste idiota – finalizo y mi amiga se aleja riendo –
- Perdón, el tráfico – responde y asiento –
- ¿Y el trabajo? – pregunto y ella asiente –
- Muy bien, es sólo que pedí chance para salir más temprano y venir – dice y asiento –
- Entremos – finalizo y me sigue –

Entramos al restaurante y una chica se acerca con dos cartas, empezamos a ver que pedimos y un rato después ambas ya habíamos pedido, le agradecemos a la chica y volteamos a vernos, sus ojos brillan pero creo que es algo más que no sé.

-Sácalo – digo y se ríe negando –
- No ha pasado nada – dice y asiento sin creerlo –
- ¿Me quieres decir que me invitaste a cenar por nada? – pregunto y Maia bufa para cruzarse de brazos haciéndome reír –
- ¿Qué pasa con Mauricio? Ayer nos vimos y sólo hablaba de ti – pregunta y siento mis mejillas arder, me tapo la cara y Maia se ríe – si pasa algo – chilla y niego –
- No, todavía no – susurro y alzo la mirada para verla sorprendida – me gusta ¿vale? – respondo rendida y ella asiente lentamente – pero no quiero adelantarme aún Maia – digo con tranquilidad y asiente –
- Apenas ha pasado una semana – susurra y asiento –
- Exacto, quiero ir lento – digo suavemente – queremos ir conociéndonos – comento y mi amiga sonríe orgullosa –
- Me parece genial – chilla y le lanzo un beso –

Un rato después llega la mesera con los pedidos y le agradecemos, comenzamos a cenar y ahora hablábamos de su vida, lo bien que está con Lorena y que Cecilia no le habla, eso en cierto punto hasta a mí me preocupa, pero por Maia quien se está comiendo la cabeza pensando en esa mujer.

Una hora después de risas, consejos y comida, luego del postre pedimos la cuenta y a Maia le llegó una llamada se disculpa y se levanta para ir a contestar mientras tanto saco mi celular del abrigo que esta apoyado detrás de la silla y veo que tengo un mensaje de Mauricio, sonreí inconsciente.

Mau♡ :

¿Quieres salir hoy al cine? 7:50 p.m.

Yo:

Me parece genial, nos vemos allá en unos minutos 8:00 p.m.

Bloqueo el celular y la chica llega con la cuenta, saco el dinero y pago, le dejo una propina y agarro mis cosas más las cosas de Maia, salgo del restaurante y la veo apoyada de la pared dando la espalda mientras habla por celular, le toco el hombro y se asusta haciendo que sonría y niegue.

-Gracias – susurra y le lanzo un beso –
- Tranquila – digo de regreso –

Caminamos hasta su coche y unos segundos después cuelga, se gira y me mira atentamente, me abraza fuerte y apoyo mi barbilla de su hombro, y allí en ese abrazo con un silencio cómodo es que me siento en casa, sabiendo que nada malo me puede ocurrir.

-Cuídate ¿vale? – pide y asiento mientras se aleja – y haz lo que dicte tu corazón – susurra y le doy un beso en la frente –
- Gracias, lo haré – susurro y asiente –

Maia se sube a su coche y me alejo para verla irse unos segundos después, camino hasta mi coche y me subo, dejo mi cartera y el abrigo a un lado, me pongo el cinturón de seguridad para prender el coche y manejar hasta donde sería mi próxima cita, manejo sonriendo como muchachita de 15 años mientras mi estómago se mueve como si tuviera un zoológico dentro de el.



                                        ********

-Disculpa que llegué tarde – digo y Mauricio se gira sonriendo –
- Tranquila acabo de llegar – dice y me abraza, cierro los ojos y me apoyo de su pecho –

Me alejo y detallo a Mau, se ve tan guapo, benditos genes que no fallan, hoy esta con un pantalón negro, una franela azul con blanco, una chamarra negra y unas botas negras, sin quitar ese perfume que me enamora.

-¿Qué me miras? – pregunta sonriendo y sonrojado –
- Lo guapísimo que estás – respondo y me abraza fuerte –
- Tú estás más hermosa – dice y me rio mientras me alejo –

Agarra mi mano y la entrelaza con la suya para caminar hasta la caja para comprar las entradas del cine, luego de comprarlas nos fuimos por las palomitas, los refrescos y un par de dulces. Un rato después entramos a la sala para ver una película de terror, las amo pero sólo me importaba su presencia.







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Semanas después…

-¿En serio Alberto? – le pregunto a uno de mis compañeros y se ríe –
- Lo lamento – responde y bufo –
- Lo bueno es que podremos beber en casa de Alberto – dice Tatiana y nos reímos asintiendo –

Se supone que iba a salir con Mauricio el sábado, pero debo hacer una presentación y no puedo faltar, es muy importante esa presentación. Recibo una llamada y me disculpo al ver que es Alaia, me levanto de la mesa y me alejo para contestar.

Llamada
-Mi amor – digo tranquilamente y sonrío –
- Mi vida ¿Estás ocupada? – pregunta y suspiro –
- Sí, en un restaurante con unos compañeros por una presentación que tendremos pronto ¿por qué? – respondo y pregunto curiosa –
- Tendré una cita esta noche y no sé que ponerme – responde y me rio –
- Vale, salgo de aquí y voy a tu casa – digo y chilla feliz –
- Gracias, te quiero – dice y nos despedimos para colgar –
Finalizada llamada

Guardo mi celular y al girarme veo a Lorena entrar al restaurante agarrada de mano con una pelinegra, frunzo el ceño y entrecierro los ojos para no sentir que estoy loca, camino lentamente hasta la mesa donde estoy con los chicos, todos hablan a la vez y yo sólo me mantengo en silencio viendo a la pareja.

-Layla – susurran a mi lado y giro la mirada para ver a Fran –
- Dime – digo pérdida y niega –
- ¿Qué ocurre? – pregunta y giro la mirada para ver a Lorena besar a aquella chica –
- Espera, yo la conozco – susurro y abro la boca al recordarla – Edith – susurro suavemente y miro a Fran quien está muy confundido, vuelvo la mirada a la mesa de Lorena y me tenso – esa perra – susurro y agarro mis cosas – discúlpenme, llámame Alberto y pásame la dirección de tu casa – pago rápidamente y me voy –

Camino rápidamente hasta salir del restaurante y me subo a mi coche, dejo mis cosas a un lado y respiro profundo, mi celular comienza a sonar y lo saco de mi bolsillo, el nombre de Maia Montero aparece en la pantalla y mi respiración se agita, rechazo la llamada y prendo el coche para manejar hasta la casa de Alaia.

-Es una perra – chillo al entrar a casa de Alaia –
- ¿Quién? – pregunta confundida y volteo a verla –
- Lorena engaña a Maia con su mejor amiga – respondo rápidamente y Alaia se queda paralizada – ¿Cómo se lo digo? – pregunto en un susurro y Alaia está tan confundida como yo –
- No sé tampoco – susurra y niego para desplomarme en el sofá mientras miro al techo –

Un rato después ayudo a Alaia a buscar un outfit adecuado, me hablaba del chico que se llama Miguel, al parecer es muy buena gente, estudia con ella derecho y es un muchacho muy guapo, espero que se porte bien con ella o lo golpeare, Alaia se ríe cuando le digo eso. Dos horas después me voy para que Alaia se arregle y mientras tanto yo seguía pensando en Maia y que le debo decir la verdad, suspiro suavemente camino a casa.

Nací para amarte Where stories live. Discover now