101.

350 33 6
                                    

Maia Montero

-¡Llegaron! – grita Emiliana y nos abraza a mamá y a mí –
- ¿Y Lucía? – pregunto y la señala así que me disculpo y voy a saludarla –
- Guapa – dice al verme y sonrío para abrir mis brazos, me acerco a abrazarla –
- Felicidades tía – digo en un acento español y se ríe –
- Gracias cariño – dice y me disculpo para ir saludando a algunas conocidas –

Y finalmente hoy es la despedida de las chicas, estamos en un bar y ya hay muchas mujeres, entre ellas mis amigas Layla y Alaia, me acerco y las saludo después de abrazarlas, vamos a la barra y mientras ellas piden unas margaritas yo pido un jugo de naranja, que mejor para comenzar una despedida de soltera que jugo de naranja, las chicas se ríe y yo agradezco al barman por salvarme con el jugo.

Mientras pasan los minutos van llegando más mujeres y lo que soy yo voy a una mesa con Layla y Alaia para hablar de nuestras vidas, no es como que no lo hacemos pero estando sólo nosotras tres, aprovechamos aún más y ahora hablamos de lo feliz que es Alaia con Felipe.

-Claro que tenemos nuestras altas y bajas, ayer peleamos pero hasta que no nos arreglamos, él no se fue de mi casa – dice Alaia y nosotras suspiramos encantadas –
- No digo lo mismo, a veces Horacio se va más molesto que cuando comienza la pelea, pero eso sí, al llegar a su casa me avisa que llegó y me siento más tranquila – dice Layla y nos reímos – ¿Y tú Maia como vas? – pregunta la castaña y alzo los hombros –
- Más sola imposible – respondo y Layla me hace señas para ver a la salida, me giro y allí esta Cecilia con Lía, suspiro y me giro para ver a mis amigas – ni lo pienses, con ella no ha pasado nada, ella por su lado y yo por el mío – aclaro seria y tomo de mi jugo –
- La besó – le dice Layla a Alaia y esta última se queda boquiabierta –
- ¿Cómo que te besó? – pregunta Alaia y luego grita emocionada, resoplo y pongo dos dedos en el puente de la nariz –
- Sí, pero me fui corriendo y ya – explico y Alaia bufa –
- Cásense ya – dice Alaia y miro hacia Cecilia quien va saludando a su familia –
- Yo ya no quiero nada con ella – digo y me levanto para ir hasta la barra –

En el camino Ximena me secuestra y vamos hasta la mesa donde esta Juliana, grito emocionada y la abrazo, siento unas manos en las caderas y me giro para ver a Lía sonreír, la abrazo fuerte y la oigo reír, me siento a hablar con ellas hasta que llega Cecilia y las saluda a todas, y como a mí ni me mira yo ni me inmuto, me disculpo y me voy de la mesa con Cecilia ahí yo no encajo, camino hasta la barra donde me apoyo y pido un refresco, el barman me mira confundido pero sólo sonríe y niega para ir por lo que le pedí, le agradezco cuando vuelve y vuelvo a la mesa con Layla y Alaia quiénes tratan de convencerme de hablar con Cecilia, pero con esa mujer no tengo nada que hablar.

-Ya vengo – digo y las chicas asienten –

Camino todo el bar hasta llegar al baño y entro, camino hasta un cubículo donde me encierro. Unos minutos después salgo y esta Cecilia en el espejo, la detallo y no puedo evitar mirar su trasero, aquel jean le queda de maravilla como todo, carraspeo y me acerco al lavabo, abro la llave y me lavo las manos, cierro y agarro papel para secarme las manos.

La veo salir después de un suave buenas noches y suspiro de lo idiota que me veo haciendo todo esto, pero no puedo sólo hacer como si nada pasó, como si no caí en vicios por su partida, como si no duré años esperándola simplemente no puedo perdonarla y ya. Salgo del baño y mamá me arrastra hasta la mesa de las Leyva para hablar un rato y me reía con la tía Carolina quien nos contaba algo que le pasó en la semana, me dolía las costillas de tanto reírme.



                                **********

La medianoche llegó sin darnos cuenta, muchas no pueden tomar más de tres tragos ejemplo la tía Carolina quien ya está ebria, lo cual la hace más chistosa que estando sobria, mientras que Sofía se hace la loca y se va para no cuidar de su mamá, niego y me acerco a la mesa de Layla y Alaia, las arrastro a la mesa de las Leyva y luego la tía Kate se une también, estamos todas las Montero y Leyva montando un show pero del bueno claro está.

Nací para amarte Where stories live. Discover now