41.

485 39 5
                                    

Flashback
-¿Ya pediste tu deseo? – pregunta y vemos los fuegos artificiales alumbrar los cielos del pueblo –
- Sí ¿y tú? – pregunto y la oigo reír –
- Mi deseo se cumplió hace años hija – responde y volteo para verla –
- ¿Cuál era? – pregunto curiosa y voltea a verme –
- Una familia feliz, un marido encantador y unos nietos maravillosos – responde y sonreímos – y todo lo tuve, ahora si muero, puedo morir feliz – dice y la abrazo con miedo –
- Nunca vas a morir porque eres la mejor persona de este mundo – ella ríe y yo siento un nudo en la garganta de sólo imaginar este mundo sin Maruja –
- Tú sé feliz – dice la abuela y bajo los hombros –
- No sé si eso será posible por mucho tiempo – susurro con miedo y veo a la abuela quien niega –
- El amor nunca es predeterminado, no sabemos que puede pasar mañana pero si sabemos que podemos hacer hoy – dice y voltea a verme para acariciarme la mejilla –
- ¿Y que podemos hacer hoy? – pregunto triste y ella sonríe –
- Vivirlo, eso podemos hacer hoy – susurra y asiento – Vivir con mucha intensidad, amar con mucha pasión, ser muy feliz, que el mañana es incierto – dice y entrelaza nuestras manos –
- Eres la mejor – susurro y se ríe –
- Lo sé – la miro boquiabierta y niega para darme un beso en la sien – feliz año nieta querida – susurra y se va –
Final flashback

¿Quién es más bonita? ¿La vida por hacernos sentir o la muerte por recordarnos que debemos vivir? En estos momentos creo que ninguna. Vamos camino al funeral de la abuela y me siento muerta en vida, desde el momento que mamá me dijo la verdad, no he logrado reaccionar, no entiendo ¿Por qué ella?. Yo le pedí que no se fuera, que no se muriera y no sólo se murió, sino que lo hizo cuando yo no estaba, me apoyo de la ventana del coche y miro al cielo, mismo cielo que al menos ahora esta gris, como mis ánimos, como yo. Llegamos al funeral y papá se estaciona, se bajan y Eithan me da espacio, en silencio, sólo una mano en el hombro y ya, se lo agradezco.


-Abuela – susurro al llegar hasta el ataúd donde esta encerrada –
- Hija – susurran y me volteo para ver a la tía Kate –
- Lo siento – susurro dándole un abrazo y niega –
- Se fue feliz de todo lo que hizo y pidió que todos fuéramos felices, sólo eso – susurra la tía Kate y sentí que no podía más –
- Gracias – susurro al alejarme y borro una lágrima que estaba por escaparse –

Me alejo de la tía Kate y me giro para de nuevo quedarme con la abuela, puede haber miles de personas a mi alrededor pero ahora mismo, me siento tan sola, mi vida junto a la abuela pasa rápidamente por mi memoria haciendo que sienta ganas de no poder más, haciendo que me rinda, haciendo que me sienta mal por no haber estado con ella, con mi Maruja, pero a la vez recordando que ella siempre quiso eso, que fuéramos felices y yo lo estaba siendo sin saber lo que ocurría, yo estaba siendo feliz.

-Yo quería que la conocieras – susurro al poner la mano en el ataúd – yo quería presentarte al amor de mi vida – mi voz se entrecorta – con quien soy tan feliz como querías – finalizo con la voz rota, cuando siento una mano en mi hombro y me giro a ver –
- Prima – susurra Alice y bajo la mirada apunto de quebrarme –
- Alice – susurro y me abraza fuerte –

Quería alejarme porque me dolía pero a la vez sentía que era necesario ese abrazo y cuando me doy cuenta estoy llorando, finalmente estoy llorando. Nos alejamos unos mínimos después y Alice limpia mi rostro por aquellas lágrimas que tanto querían salir corriendo, sonríe de lado y niego sin comprender nada.

-Ella mando a decirte que te ama y que no te fueras a sentir mal – susurra Alice y mi corazón se acelera, aprieto la mandíbula –
- Alice ella… - quiero hacer la pregunta pero no me sale, aún así Ali entiende y niega –
- No, ella no sufrió, pero si fue difícil verla así de un momento a otro – responde cabizbaja y asiento –
- Gracias – susurro y niega, alza la mirada para verme y suspira, Alice me deja un beso en la frente antes de irse de nuevo –

Nací para amarte Where stories live. Discover now