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Cecilia Abbey

-¿De verdad vas a llevar a Marie? – pregunta mamá y asiento terminando de ponerme el arete –
- ¿Algo más? – pregunto después de girarme para verla, vira los ojos –
- Cuidado con lo que haces Cecilia Antonella – responde mamá y se va –
- Esta bien Marta Antonia – me quejo negando –
- Te oí – grita y frunzo el ceño –

Resoplo y vuelvo la vista al espejo, me siento conforme con lo que llevo puesto, así que me levanto y agarro un abrigo, mi cartera y salgo de la habitación, camino hasta las escaleras y cuando bajo me encuentro con mamá, mi tía Diana, Lía y Ximena, Marie, Teresa y Juliana, les aviso que estoy lista y finalmente salimos de casa.

-Tía ve con Marie y mamá – digo y mi tía asiente – yo me voy con Teresa y Juliana – finalizo y camino hasta el coche de Juliana –
- Esta bien jefa – dice Juliana y me rio –

Nos subimos al coche y ninguna habla del tema, eso es una de las cosas que agradezco de ellas y es que me dan mi espacio, luego me preguntan pero por ahora no y me siento tranquila, Juliana maneja hasta el restaurante donde es la despedida. Un rato después llegamos y nos bajamos del coche, paso mi brazo por los hombros de Teresa y caminamos hasta la entrada, la gerente guarda nuestros abrigos y nos da un ticket, miro a todos lados cuando me encuentro a Maia mirándome.

-¿Un trago? – pregunta Marie y volteo a verla –
- Claro – digo sonriente y me guiña un ojo –

Busco de nuevo a Maia pero ya no esta mirándome, si no de espalda mientras saluda a Alaia, resoplo y sigo a Marie hasta la barra para pedir dos margaritas, le agradecemos y hablamos mientras esperamos, busco a Maia con la mirada pero ella me evita y bajo la mirada, quizá mamá tiene razón y yo estoy haciendo las cosas mal, resoplo y el chico de la barra me saca del trance, agradecemos y brindamos.

-Por tu viaje mañana – digo y Marie asiente –
- Y por este encuentro – dice y chocamos las copas –

Le pido a Marie para ir a felicitar a la novia, así que me sigue y cruzo el restaurante hasta llegar a Layla, la llamo y se gira para acercarse sonriendo, la felicito y le presento a Marie, nos despedimos y me acerco a la mesa con las chicas. La noche fue pasando de maravilla, bailamos, cantamos, reímos y hasta un cantante en vivo llegó, todo hermoso.



                                 ********

-Voy al baño – le digo a Marie y se gira a verme –
- ¿Te acompaño? – pregunta y niego –

Le guiño un ojo y me levanto, camino lentamente hasta el pasillo de los baños y confirmo que estoy un poco ebria después de tantos whisky, no debí dejar la margarita por el whisky, llego al baño y me encierro en un cubículo, unos minutos después salgo y veo a Maia frente al espejo, nota mi presencia y se da la vuelta.

-Hey – digo mientras me lavo las manos y la miro desde el espejo, asiente –
- ¿Son algo? – pregunta y tardo un poco en entender –
- ¡Oh! Amigas – respondo y ella asiente, se acerca cautelosa y siento como se me eriza la piel, la tengo a centímetros – Maia – susurro y ella me mira a los ojos –
- Dime – susurra y trago saliva, odio sentirme así de atrapada y sólo me pasa con ella –
- Basta – susurro agotada y agarro sus mejillas –

La beso y siento sus manos en mi espalda, nuestras lenguas batallan y nuestras respiraciones se vuelven erráticas, jadeos salen de nuestros labios y unos minutos después nos alejamos, entra Marie y volteo a verla.

-¿Interrumpo? – pregunta y miro a Maia –
- Para nada – responde triunfante y se limpia los labios para irse –
- Disculpa Ceci – dice la castaña y niego para cerrar los ojos –
- No pasa nada – digo y abro los ojos, me acerco al lavabo y limpio el labial de mis labios para salir del baño unos minutos después –

Nací para amarte Where stories live. Discover now